Julio.
—Isabela!—aún con mis gritos ella no se detuvo.
Me giré hacia Julia y por primera vez en mucho tiempo volví a mostrar esa frialdad que me caracterizaba.
—Tú y yo vamos a hablar—con eso salí corriendo detrás de Isabela.
Ella ya había avanzado demasiado pero yo era mucho más rápido así que pude alcanzarla, me paré frente a ella para detenerla, tenía los ojos rojos y las lagrimas no paraban de rodar por sus mejillas, me parte el alma verla así.
—Isa—me acerqué para abrazarla pero ella lo impidió.
—Déjame en paz, Julio, quiero estar sola.
—Por favor, déjame explicarte.
—¿Es verdad lo que dijo Julia?
—Si, bueno... no exactamente—soltó una risa sarcástica.
—No intentes engañarme porque no lo vas a lograr, admite que eres un mentiroso y que todo este tiempo estuviste jugando conmigo y con lo que sentía.
—No es así, yo te amo, siempre lo he hecho y lo sabes.
—No, Julio, tú no me amas, no puedes amar a alguien a quien consideras "inferior" a ti—dice haciendo comillas con los dedos.
—Eso era antes, yo cambié, Isa, eso también lo sabes.
—La verdad no, yo ya no se de quién he estado enamorada todo este tiempo, tú no cambiaste y no me amas, si me amaras me hubieras dicho la verdad antes, o al menos hubiera preferido no haberme enterado por tu ex—me vio a los ojos y soltó un sollozo.
Quería abrazarla y decirle que todo estaría bien, que yo iba a estar con ella para protegerla de la persona que la estaba haciendo sufrir, pero lamentablemente esa persona era yo, así que lo único que podía hacer era alejarme para que ella dejara de sufrir.
—Lo lamento mucho, de verdad, no era mi intención que las cosas sucedieran así, tienes que creerme—pude ver como Isabela vacilaba, pero al final cerró sus ojos con fuerza negó con la cabeza.
—Perdón pero necesito un tiempo, últimamente me haz estado ocultando cosas y yo ya no se quien es la persona que tengo en frente, lo siento—me quede estático mientras ella se alejaba a paso rápido, sus palabras me cayeron como un balde de agua fría.
Necesito un tiempo.
La perdí, acabo de perder al amor de mi vida y todo por culpa de mi maldito ego.
¿Por qué tuve que comportarme así en el pasado?
Supongo que en algún momento tendría que pagar por todos los terrores que cometí, ¿pero por qué así? ¿por qué tenía que perderla a ella?
—Pobrecita, aunque la verdad se lo merecía—una voz familiar me saco de mis pensamientos, limpié una lágrima rebelde de mi mejilla y me giré apretando mis puños a mis costados.
—¿Por qué lo hiciste?—me dirigí a Julia con rabia, todo el dolor que estaba sintiendo en este momento lo iba a descargar con ella.
—Lo mismo podría preguntarte a ti ¿por qué me engañaste? ¿por qué me desechaste apenas viste una mínima oportunidad para estar con ella? ¿por qué me usaste simplemente para acercártele? ¿por qué fuiste así conmigo?—su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas, eso me hizo reaccionar, ella lo hizo porque está sufriendo, y uso eso como mecanismo de defensa.
—Julia, siento mucho haberte tratado así, estaba perdido, no sabía cómo manejar mi vida o mis sentimientos, pero ahora cambié, y se que a ti más que a nadie te debo una gran disculpa, perdóname.
—No puedo perdonarte, la escogiste a ella, era lo único que no tenía y también me lo quito, no es justo
—Julia, escucha, se que estás mal, se que estás harta de siempre quedarte sin nada y que sea tu hermana quien te lo quite, pero ella no tiene la culpa, ninguna de las dos la tiene, su familia cometió errores pero eso no debería afectar su relación, necesitas entenderla y perdonarla así como ella lo ha hecho contigo.
—No es así de fácil, no sabes como me estoy sintiendo en este momento, nadie lo sabe.
—Lo sé, pero Isabela está pasando por algo similar, y aunque no se exactamente lo mismo, pueden ayudarse mutuamente, creo que es momento de que comiencen a lidiar con sus problemas juntas.
Al quedarse callada supe que no la había convencido, así que proseguí.
—Julia, el rencor y la envidia no son buenos, lo único qué haces es dañarte a ti misma, deberías darle una segunda oportunidad, al menos inténtalo, ¿si?
Julia apretó sus labios para no llorar, me dolía mucho verla tan mal así que me acerque ella y la abracé con fuerza, inmediatamente rompió en llanto, sus lágrimas humedecían mi sudadera mientras ella sollozaba.
La mantuve en mis brazos por algunos minutos hasta que se calmó.
—Creo que tienes razón, y hay algo que Isabela tiene que saber, es sobre nuestro padre.
Isabela.
No he salido de mi cuarto desde que llegue, mis papás se cansaron de tocar la puerta para preguntarme por qué había llegado antes del colegio, así pude llorar con tranquilidad, saqué todo lo que tenía adentro, rabia, tristeza, dolor, traición, confusión, amor... por más que quisiera yo no podría dejar de amarlo de la noche a la mañana, pero tenía que hacerlo, era lo mejor.
Después de un rato alguien tocó el timbre, pero no le di mucha importancia, y minutos después escuché a mi madre tocar mi puerta.
—Hija, hay alguien en la puerta que quiere hablar contigo.
—¿Quien es?
—Ve a ver tú misma.
—No quiero ver a nadie.
—Isabela, sal de ese cuarto ya y dime que te pasa—mi mamá levantó la voz y ahí supe que ya se estaba preocupando así que salí, su enojo se esfumó cuando vio mi rostro hinchado y mis ojos rojos por el llanto—. Vamos a hablar, pero antes ve a ver quien te busca.
Besó mi cabeza y me dio un corto abrazo, bajé las escaleras y tomé el pomo de la puerta, tragué grueso, no sabía quién estaba detrás de esa puerta ni mucho menos si estaba preparada para enfrentarme a ella.
Genteee, no me voy a alargar mucho porque luego escribo un testamento, pero bueno lo de siempre, gracias por leer este capítulo, recuerden que ya son los últimos cuatro capítulos y que solo subiré dos a la semana.
Lxs quieroooo, platicamos en los comentarios ;)
—Paui ♡︎
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Triangle
Fanfiction[TERMINADA] En la preparatoria las cosas suelen ser muy difíciles, y para encontrar el verdadero amor y mantener tu popularidad intacta al mismo tiempo, hay que cambiarle un poco las reglas a la jugada