Capítulo Diecinueve

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Isabela.

—Llegué. Habla antes de que me arrepienta—Julia deja su bolso en la banca y se cruza de brazos esperando una respuesta de Julio.

Realmente él acababa de preguntarme eso? Como se entero? Tenía muchas dudas, aunque prefería quedarme con ellas en vez de tener que tener esa conversación con él, jamás hubiera imaginado que sería la primera persona a la que le tendría que contar esta historia.

—Bien. Lo único que tienen que hacer es estar en contra de la otra, fingir que se odian, aunque no creo que tengan que fingir nada—Las dos lo miramos con odio, no era necesario que lo dijera. Él levantó sus manos en forma de disculpa—. Tendré citas separadas con ustedes, yo les diré cuando y donde, tendré que repartir mi tiempo para las dos así que si estoy con una la otra no se puede acercar, solo de vez en cuando para generar más alboroto.

Todo esto era verdaderamente enfermo, no se porque lo hago, pero igual será algo nuevo y se que me voy a divertir.

—Ahora entrarán las dos conmigo, pero a partir de mañana comienzan los turnos. Tenemos que entrar como los reyes, porque eso es lo que somos, entendido?—me sentía como si estuviera en el jardín de niños, asentí como idiota mientras Julia simplemente puso los ojos en blanco sin protestar. Me di cuenta de lo que hice y quise enmendar mi error.

—Sigo pensando que esto es una locura, pero está bien, estoy de acuerdo—Julio me mostró una sonrisa sincera y mi corazón comenzó a latir más fuerte. Su sonrisa realmente me afectaba.

Julia saco un espejo y un lápiz labial en tono nude de su bolso para retocarse los labios.

—Hagámoslo—dijo guardando el lápiz labial y el espejo y colgando el bolso en su hombro.

—Tú y yo vamos a hablar, si?—susurro Julio en mi oído tomando mi mano para levantarme de la banca.

(...)

Julio en medio, Julia y yo a los costados, en forma de triángulo, valga la redundancia.

Todos los ojos estaban puestos en nosotros, yo intenté lucir diva ya que Julia lo hacía sin problemas, y Julio no necesitaba nada para lucir perfecto.

La gente comenzó a susurrar mientras recorríamos el pasillo principal, cuando llegamos a los lockers, cada una besó una mejilla de Julio y nos dirigimos a nuestros respectivos lockers. Julio me siguió hasta que perdernos entre los alumnos.

—Podemos vernos hoy después de clases? Realmente necesito que continuemos la charla de hace un rato—me dice Julio tomándome del brazo.

—No puedo, sigo castigada—respondo intentando evadir el tema, aunque era verdad que seguía castigada.

—Por favor! Serán sólo unos minutos, te lo prometo—Julio me miro fijamente suplicando que respondiera con un "si".

—Está bien, saliendo de clases, enfrente —definitivamente ese parque se volvería el lugar de charlas importantes.

—Gracias!—exclamó Julio y se lanzó hacia mi en un abrazo, yo me sorprendí pero igual le devolví el abrazo. Se separó un poco avergonzado dándose cuenta de lo que acababa de hacer—. Bueno, te veré luego.

Lo miré mientras se alejaba, era demasiado lindo, sería un sueño si fuera verdad que siente cosas por mi.

Dos manos apretaron mis hombros bruscamente y yo brinqué del susto, me giré y me encontré con Giulia carcajeándose.

—Te asustas demasiado fácil—ríe Giulia. Golpee su hombro levemente y reí con ella—. Como se siente estar en boca de todos en el colegio y tener al chico más guapo y popular de la escuela loco por ti?

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