Triangle

Capítulo Doce

Isabela.

Era Viernes por la mañana.

Desde ayer habíamos dejado todo listo para la fiesta de esta noche, mis padres tuvieron un viaje de trabajo y tendrán que marcharse en unas horas, así que todo está más que listo para la mejor fiesta del año.

André quedó de pasar por mi para ir al colegio, así que me aliste rápido y espere a que llegara.

Estos últimos días habían sido un sueño, todo había sido mejor que la primera vez que fuimos novios, ahora éramos más conscientes, en pocos meses habíamos cambiado demasiado.

Al llegar mi mirada se cruzó con la de Julio, otro problema más en mi vida.

Con Julio habíamos perdido la poca comunicación que habíamos logrado, no habíamos hablado desde que me felicitó por mi relación con André, después de eso solo me saludaba de la manera más fría que podía existir en este mundo, aunque seguramente estaba así por Julia.

Mientras yo pensaba él seguía mirándome fijamente, cada que lo miraba volvía esa sensación horrible e indescifrable en mi pecho, su mirada hacía que mi estómago se revolviera, su amigo Guido lo jalo del brazo haciéndolo reaccionar y siguió caminando.

—Estás bien? — pregunta André confundido.

—Si, solo estaba mirando a... Guido. Que bien que haya vuelto, no? — mentí.

Él simplemente asintió un poco serio.

Sabía que ellos fueron mejores amigos durante un tiempo junto con Julio, pero su relación con él nunca fue muy buena, siempre lo excluía y le prestaba más atención a Julio que a él. Con Julio tenía una mejor relación, pero nunca igual a la que tenía con Guido, y muchas veces lo dejaba solo para irse con él.

Desde que los vi juntos en el salón apunto de matarse a puñetazos ya no habían hablado más, y menos ahora con la llegada de Guido.

Todo el mundo hablaba de la fiesta de esta noche, las fiestas de bienvenida siempre eran las mejores, y esta no iba a ser la excepción.

—Hey, ya compre las bebidas. Las llevo más tarde a tu casa antes de que comience la fiesta — me dice Julio apoyando su hombro en mi locker, André lo mira extrañado.

—Muchísimas gracias, de verdad — le digo mostrándole una sonrisa sincera. Él hace lo mismo y se va.

—Por que le pediste a Julio que comprara las bebidas? Me lo podías pedir a mi — me dice André poniéndose en frente de mi, hasta podría decir que se puso un poquito celoso.

—Porque me ofreció su ayuda en las preparaciones de la fiesta y me pareció grosero no aceptar su ayuda, así que le pedí ayuda con las bebidas — le respondo tranquila, no tenía motivos para ponerse celoso.

—Ay, no te pongas celoso — le digo con el típico tono que se usa cuando hablas con una mascota o un bebé. Él hace un puchero y yo pellizco sus mejillas.

Él se acerca lentamente a mi pero yo lo freno al ver toda la gente qué hay a nuestro alrededor.

—André... aquí no — le digo aún con mi mano sobre su pecho.

—Dale, no nos está viendo nadie — me dice con una sonrisa en su rostro.

—Después, te lo prometo — respondo dandole un beso en la mejilla y tomándolo de la mano para ir al salón.

(...)

—Faltan solo unas horas para que comience la fiesta, ya está todo listo? — les digo a mis amigas que están en la cocina