El heredero de fuego [Terminada]

Capítulo 1: El inicio

DEVON

El reloj de mesa indicaba que eran las 3 de la madrugada cuando desperté. Mi cuerpo entero se encontraba cubierto por una gruesa capa de sudor y mi cabello ahora estaba mojado, culpa del estrés provocado por el sueño del que me acababa de despertar.

La brisa que se colaba por mi ventana, ahora abierta de par en par, rozaba mi cuerpo mojado haciéndome estremecer. Me decidí a levantarme para cerrar el hueco que conectaba mi habitación con la fría noche de Septiembre, para luego continuar mi rutina de todas las particulares noches número 6 de cada mes.

Mientras me dirigía hacia el baño, decidí encender la luz de techo con intenciones de iluminar cada rincón de la habitación y dejar a mi creativa imaginación descansar.

Luego de esperar unos minutos en un intento por dejar que el agua se calentara, me deshice del pantalón de pijama sudado y me sumergí bajo el agua.

Sentí como mis músculos se tensaban con el contacto de ella, que todavía se encontraba demasiado fría para mi cuerpo caliente.

Cuando introduje mi cara dentro de la lluvia, aquel sueño conocido volvió a mi mente en forma de recuerdos...

Nuevamente me encontré sin tener el control de los pies, caminando de espaldas hacia el precipicio. Esta vez era un oscuro acantilado lo que me esperaba abajo.

Y la misma joven de vestido blanco que se presentaba en cada sueño corrió hacia mí, en otro intento fallido por salvarme.

Intentó tomar de mi mano, pero fracasó. Y observé como ella ahora me miraba desde arriba, haciéndose cada vez más pequeña a medida que yo caía sin control.

Antes de despertar, lo último que divisé fueron unas rocas afiladas que me esperaban al final de la caída.

Como todos los meses, decidí ignorar todo instinto de supervivencia que surgía de adentro mío. Después de todo, no se trataba de nada más que unas cuantas pesadillas...

Sintiendo los músculos pesados, comencé a enjabonarme el cuerpo para luego proceder a lavarme el cabello, ahora oscurecido por culpa del agua.

Al terminar de limpiarme el sudor del cuerpo, interrumpí la ducha para tomar la toalla que colgaba en la pared y salir del pequeño cubo de vidrio.

Me coloqué otro par de pijamas, que había dejado preparado junto con unas sábanas nuevas antes de irme a dormir, sabiendo lo que me esperaba, y comencé a arrancar la tela que recubría mi colchón.

Luego de deshacerme de las sábanas sudadas y colocar el nuevo par, me recosté en la cama, nuevamente con un sentimiento extraño; pero me alegraba pensar que no debería experimentar aquel sueño hasta el próximo mes.

Desperté unas horas más tarde por culpa de mi alarma, que me advertía que tenía que comenzar a prepararme para ir a trabajar. Ese jueves era el anteúltimo día de mi trabajo de verano, lo que quería decir que las clases estaban a punto de comenzar.

Luego de colocarme el horrendo uniforme, me dirigí escaleras abajo hacia la cocina. Al llegar, me encontré con mi madre, y noté que estaba sirviendo café en dos tazas.

Todavía medio dormido, procedí a tomar asiento en una de las sillas de la cocina, pero el sobre blanco apoyado en el centro de la mesa no se me pasó por alto.

–Ha llegado el cheque de tu padre hoy... –comentó mi madre con cautela mientras me entregaba la taza caliente.

–Ya sabes que no quiero su plata, comprate algo con ella. –escupí para luego darle un sorbo a mi café.