DEVONRecibí el mensaje de Amber cuando me encontraba bajando las escaleras, rumbo a la cocina. Había decidido ir al gimnasio con Thomas aquella mañana y ya casi estaba listo para irme.
Cuando llegué, me dirigí hacia la heladera y tomé la jarra de agua de adentro para comenzar a llenar mi botella de plástico.
No pasé por alto a mi madre, se encontraba sentada en la mesa junto con su computador y una taza de café, parecía estar trabajando.
–Hola mamá –la saludé mientras volteaba la cabeza por un segundo–. ¿Viajas esta semana? –pregunté con tranquilidad.
–Por suerte no, pero la semana que viene debo ir a dar una charla en San Francisco. –me comentó ella.
Luego de hacer las cuentas en mi cabeza, me percaté que esa misma semana caería número 6, algo que me relajó.
Mi madre raramente se encontraba en casa cuando sufría las pesadillas, y cuando estaba, nunca parecía escucharme despierto.
Nuestras habitaciones se encontraban en las dos puntas de la casa y ella acostumbraba usar tapones para los oídos, porque el maldito perro del vecino ladra casi todas las noches.
Pero saber que tendría la casa para mi solo igual me confortaba, podía bañarme y hacer todo el ruido que quisiera sin miedo a despertarla.
–Me voy al gimnasio del barrio con Thomas, volveré en una hora. –le informé mientras tapaba la botella ahora llena.
–Diviértete. –dijo ella alzando la vista de la pantalla.
Me limité a sonreír como respuesta para comenzar mi camino hacia el garaje.
Al llegar a mi Jeep, me subí en él y lo saqué en reversa hasta la calle, mientras observaba como mi amigo cerraba la puerta de su casa y caminaba hacia el asiento del acompañante.
Cuando se encontró dentro, me saludó con un apretón de manos antes de colocarse el cinturón de seguridad.
–¿Cómo va? –le pregunté a Thomas luego de que yo comenzara a conducir.
–Bien –se interesó él–. ¿Qué tal anoche?
Thomas se había marchado temprano de la casa de Matthew la noche anterior, y no estaba seguro si se refería a la cita o la fiesta, así que decidí ser breve y conciso.
–Bien.
Sentí como mi amigo ahora volteaba su cabeza para fulminarme con la mirada.
–Vamos, cuéntame cómo ha ido con Amber. –insistió.
Suspiré con poca paciencia antes de contestar.
–La he llevado a Sammy's –al nombrar el bar, me percaté de que Thomas se llevaba una mano a la cabeza–. Ha salido todo bien, y a Amber le gustó la comida. –le expliqué mientras doblaba en la calle donde se encontraba nuestro gimnasio.
–¿Y te has cruzado con Carla? –curioseó él.
–Nos sentamos en otra mesa, me reconoció cuando nos fuimos, pero nada ha sucedido. –hablé.
Estacioné el vehículo en uno de los lugares vacíos para luego apagar el motor.
–¿Qué le has dicho a Amber? –volvió a preguntar.
–Que era nuestra mesera de siempre –mi amigo ahora me miraba con una pequeña sonrisa–... ¿Que? No le he mentido.
–Solo recemos por que nunca se entere.
ESTÁS LEYENDO
El heredero de fuego [Terminada]
Roman d'amour"El universo ha jugado a invertir los roles, y esa rubia de ojos verdes había sido enviada para enseñarme una lección." Cuando Amber se ve obligada a mudarse a Portland, tiene que despedirse de su vida en Nueva York y su escuela de elite para termi...