AMBERCerré mi maleta y comencé a rodarla escaleras abajo para encontrarme con mi madre esperándome frente a la puerta de entrada.
–¿Lista? –me preguntó ella mientras tomaba las llaves del auto.
Respondí con un corto movimiento de cabeza para ver como abría la puerta y caminaba con confianza hacia su vehículo.
Cargué la maleta en el asiento trasero y luego me dirigí al asiento del acompañante.
Con mi madre las cosas todavía se encontraban un tanto incómodas desde que me habían castigado, por lo que el viaje al aeropuerto transcurrió en silencio con el leve ruido del motor y la radio de fondo. El sol se ponía en frente nuestro y calentaba mi rostro con sutileza, algo que me hizo comenzar a bostezar.
Cuando llegamos, mi madre dobló hacia el estacionamiento, algo que me confundió.
–No hace falta que estaciones, me puedes dejar en la entrada. –le propuse con tranquilidad.
–Oh, ¿no te lo he dicho? Yo también vuelo a Nueva York –me puso al tanto ella, y al escucharla, la sangre se me heló–. Tengo que ir a buscar unas cosas a nuestro departamento y vuelvo aquí a la noche, te dejaré en casa de Sarah.
Estaba jodida.
Le había dicho a mi madre que me quedaría en casa de mi amiga, pero en realidad se suponía que Devon me recogería por el aeropuerto de allí.
Sin realmente saber qué decir, fingí una pequeña sonrisa.
–De acuerdo. –acepté un tanto nerviosa.
No podía negarme, si lo hacía, ella terminaría descubriendo todo nuestro.
Comencé a pensar en cómo resolver aquel problema, y lo primero que hice fue mandarle un mensaje a Devon de S.O.S.
Pero, como era de esperar, mi celular me marcaba que no le había llegado, lo que me confirmaba que todavía se encontraba volando.
Mientras hacíamos la fila para despachar mi maleta, me contacté con Sarah y le dije que necesitaba su ayuda y que la llamaría en unos minutos.
Cuando esperáramos a embarcar, planeaba ir al baño para deshacerme de mi madre y hablar con mi amiga para idear algún plan.
Una vez que pasamos la seguridad y nos acomodamos en los asientos de espera, le advertí a mi madre que tenía que usar el baño y caminé con prisa hacia el primero que encontré.
Me encerré en uno de los cubillos y llamé a mi amiga de inmediato.
Sarah contestó al tercer tono, lista para escucharme.
–Hola, estoy en aprietos, mi madre está volando conmigo a Nueva York y necesito que actúes como si mi plan siempre ha sido quedarme en tu casa. –le informé pisando las palabras.
–De acuerdo. ¿Y qué harás con Devon? –me preguntó ella con confianza.
Sarah sabía de la existencia del morocho desde el principio, ella era la única con la que había permanecido en contacto desde que me mudé, y también les había avisado a todo el grupo que estaría por allí este fin de semana para poder verlas.
–Sigue volando, y no creo que aterrice antes de que el mío despegue... –expliqué–... Así que, necesito que le mandes un mensaje diciendo que mi madre no lo puede ver en el aeropuerto, y que le compartiré mi ubicación cuando aterrice. –volví a instruccionar.
–Perfecto, cuenta conmigo.
Sonreí al saber que tenía su apoyo y me despedí de ella para luego mandarle el contacto del morocho antes de volver con mi madre.
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El heredero de fuego [Terminada]
Dragoste"El universo ha jugado a invertir los roles, y esa rubia de ojos verdes había sido enviada para enseñarme una lección." Cuando Amber se ve obligada a mudarse a Portland, tiene que despedirse de su vida en Nueva York y su escuela de elite para termi...