DEVON–Creo que es hora que la invites a salir. –me propuso una Tania que comenzaba a molestarme.
Hace media hora que hablaba de la rubia y yo como si supiera lo que decía.
–Ya hemos salido muchas veces. –le informé mientras terminaba mi emparedado y me levantaba de la gran mesa del comedor.
Thomas y Matthew también se encontraban allí, pero no había rastros de Amber.
–No, idiota, habla de invitarla a salir a una cita. –me explicó Matthew con una sonrisa.
Se estaba riendo de mi falta de conocimiento en el tema.
Pero exhalé al escucharlo y me negué con la cabeza mientras me colocaba mis gafas de sol, me encontraba de pie frente a la mesa, y la luz del sol entraba por los grandes ventanales sin piedad.
–Yo no salgo a citas. –impuse con tranquilidad.
–Si, y "tampoco te acuestas con la misma dos veces." –se burló Thomas con atrevimiento.
Mi paciencia se estaba acabando, así que decidí ponerle un fin a esta conversación y sin aviso, me retiré de allí para comenzar mi recorrido hacia el gimnasio.
Era viernes, lo que significaba que hoy haríamos pesas, algo que por alguna razón disfrutaba hacer. Entrenar me ayuda a ignorar mis problemas y despejar la cabeza.
Estaba a punto de llegar al gimnasio cuando escuché como alguien se apresuraba por alcanzarme, y unos segundos después, me encontré con Thomas a mi lado.
–Tío, hablando en serio, creo que es hora de que tengan una cita como la gente. –me orientó mi amigo con tranquilidad.
A diferencia de hace unos minutos, él ahora parecía hablar con sinceridad.
–Sabes bien que esas cosas no son lo mío.
Me adentré al vestuario junto con mi amigo mientras hablábamos.
–Lo sé, pero tampoco era lo tuyo repetir mujeres, y ahora no parece interesarte otro cuerpo que no sea el de Amber. –me delató mientras nos colocábamos la ropa para entrenar.
No contesté, solo me limité a suspirar.
–Solo piénsatelo.
Esperé a que la rubia tomara su lugar a mi lado en clase de ciencias para saludarla.
–Hola rubia. –dije por lo bajo para procurar que nadie me escuchara.
Todavía no había decidido si les haría caso a mis amigos o no sobre el invitarla a salir y, para ser honestos, me encontraba nervioso ante la idea.
Ella ahora me miraba mientras sonreía.
–Ya nos hemos visto hoy. –me recordó ella con una pizca de picardía en la voz.
Sin pensarlo demasiado, estiré mi brazo y tomé su muslo con la mano, algo que claramente la tomó desprevenida.
–Lo sé. –respondí mientras me inclinaba hacia ella.
Apreté su pierna por un segundo para luego recorrer con mis yemas la parte interna de su muslo antes de retirar mi mano de allí, sabia a la perfección lo que estaba provocando y esas eran mis intenciones.
Me percaté que la respiración de Amber ahora se hacia mas profunda mientras intentaba concentrarse en la clase que acababa de empezar.
–Rubia, quieres... –mierda, ¿porque era tan difícil de decir esas putas palabras? Por un momento, pensé en echarme atrás, pero ella ahora me miraba con intriga– Quieres... ¿salir conmigo hoy? –escupí finalmente.
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El heredero de fuego [Terminada]
Romance"El universo ha jugado a invertir los roles, y esa rubia de ojos verdes había sido enviada para enseñarme una lección." Cuando Amber se ve obligada a mudarse a Portland, tiene que despedirse de su vida en Nueva York y su escuela de elite para termi...