AMBEREstaba bailando junto con mi amiga y la hermana de Matthew cuando Tania me preguntó si podíamos ir a descansar un momento, nos encontrábamos moviéndonos hace ya demasiadas canciones.
Cuando nos retiramos de la pista de baile, que en realidad se trataba del porche de la casa, comenzamos a adentrarnos en la gran sala para buscar lugar en los sillones.
No tardamos mucho en divisar las caras conocidas de tíos sentados en un gran sillón, y nos dirigimos hacia allí para tumbarnos en él con cansancio.
Mis piernas se encontraban agotadas y pedían a gritos que les alivianara el peso de mi cuerpo.
Tania se sentó al lado de Matthew, y yo me desplomé junto a ella para notar al instante que Devon también se encontraba allí.
Estaba sentado en un asiento individual, con una cerveza de vidrio en la mano y uno de sus talones reposando en su otra rodilla.
Se veía increíblemente apuesto con ese aspecto desinteresado, pero mi cuerpo sufrió un terremoto cuando observé que me llamaba con el dedo mientras también tomaba un trago de su bebida.
No lograba comprender como cada ínfimo movimiento que el morocho producía me hacia babear, pero me ahorré aquella incógnita para levantarme y dirigirme hacia él.
Al llegar, Devon tomó de mis caderas y me sentó en su regazo con tranquilidad, parecía necesitar estar cerca mío al igual que yo.
–Como bailas rubia. –me halagó al oído.
Algo que me hizo estremecer y sonreír a la vez, era una buena noticia el saber que no había agotado mi cuerpo para nada...
–¿Quieres que te enseñe? –jugué, sabiendo que bailar no era lo suyo.
Me agarré de su cuello y esperé su respuesta con una sonrisa de costado.
–Yo no bailo en público. –rechazó mi propuesta con tranquilidad.
Devon ahora se encontraba recostado sobre el respaldo del sillón, con la botella en una mano y la otra en mis caderas.
–¿Y dónde bailas? –volví a preguntar.
No comprendía su respuesta, pero al observar como el morocho tiraba de mí para acercar su boca a mi oreja, comprendí que se vendría alguna obscenidad.
–En la cama. –susurró con una voz ronca y seductora.
Por supuesto, ¿como no me la había visto venir?
Exhalé y reí por lo bajo mientras lo miraba, estaba segura de que me había sonrojado, pero él se encontraba serio, como si no hubiera dicho nada salido de lugar.
De repente, una imagen se me vino a la cabeza que me hizo estallar a carcajadas. Me había imaginado a Devon como un integrante de la película "Magic Mike", bailando como uno de ellos y moviéndose por el piso sin control alguno.
Sabía que los dos vasos de vodka con jugo de naranja habían tenido un poco de culpa en mi imaginación, pero ya no había vuelta atrás, aquella escena ahora se repetía como disco rayado y me impedía dejar de reír.
–¿De que te ríes? –me preguntó él con una sonrisa.
Parecía estar disfrutando de mi carcajada.
–Nada, es solo que –comencé a explicar entre risas–... Me ha venido a la mente una imagen de ti bailando como Channing Tatum en su película de strippers. –finalmente le comenté.
Devon me miró con sorpresa por un segundo para luego largar una fuerte carcajada, a él también pareció causarle gracia aquella imagen.
Lo analicé por un segundo, y me percaté de lo adorable que se veía.
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El heredero de fuego [Terminada]
Romantik"El universo ha jugado a invertir los roles, y esa rubia de ojos verdes había sido enviada para enseñarme una lección." Cuando Amber se ve obligada a mudarse a Portland, tiene que despedirse de su vida en Nueva York y su escuela de elite para termi...