Capítulo 55: Rendición

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DEVON

Me encontraba a unos pocos minutos de casa cuando me percaté de que un auto blanco detrás mío llevaba doblando en las mismas calles que yo por un buen rato ya.

Algo me decía que no era pura coincidencia, así que decidí intentar perderlo.

Sin siquiera pensarlo, pisé el acelerador y me pasé del límite de velocidad, esquivando autos y motocicletas que me tocaban la bocina con claro enojo.

Cuando miré por el espejo retrovisor para notar que el mismo Ford me seguía pisando los talones, me arriesgué a doblar con el semáforo en colorado.

Una vuelta que mi acosador no pareció tener los huevos para hacer.

Pero debía asegurarme de perderlos por completo, así que seguí doblando en calles desconocidas para camuflarme entre las calles de barrio.

Unos minutos más tarde, bajé la guardia y tomé mi celular para averiguar en dónde cojones me encontraba.

Todavía con una mano al volante, le comenté a mi madre por medio de una nota de voz lo que creía que me acababa de suceder, y puse el GPS con destino a mi casa.

Luego de activarlo, coloqué el celular nuevamente en el asiento de al lado.

Hice lo que la voz de mujer me indicó y doble hacia la derecha en la próxima esquina para reincorporarme a la carretera, pero no fue hasta que me encontré atascado en un semáforo que reconocí el mismo Ford blanco a mi izquierda.

–Mierda. –bufé para mis adentros.

Aproveché para intentar echarle un vistazo a la cara del malparido que me estaba siguiendo, pero los vidrios se encontraban polarizados, y lo único que pude notar fue una cabellera enrulada en el asiento del acompañante, que parecía estar mirando en mi dirección, me había reconocido.

Esperé con impaciencia para que el semáforo cambiara de color, y cuando la luz cambió a verde, volví a pisar fuerte el acelerador.

Esta vez doblé hacia la derecha, abandonando la carretera y al Ford.

Luego de asegurarme que no me seguían, continué mi camino hacia mi casa, todavía recorriendo las calles internas para camuflarme por entre el vecindario.

Me encontraba a tan solo dos cuadras cuando comencé a cruzar en dirección hacia mi calle, mientras utilizaba mi celular para mandarle la ubicación en vivo a mi madre, quien ahora se encontraba preocupada, y no paraba de llamarme.

Segundos después de colocármelo en el bolsillo de mi chaqueta, noté como un vehículo se cruzaba delante mío, haciéndome girar el volante sin control alguno y estrellando mi Jeep contra un árbol.

El impacto del choque produjo que mi cabeza chocara contra el volante, y sentí como los vidrios rotos me cortaban la piel cuando intenté moverme.

Me sentía mareado y no podía ver con claridad.

Un pitido insoportable inundaba mis oídos y todavía sentía que el vehículo se encontraba en movimiento. Pero no fue hasta que sentí como mi puerta se abría, que me percaté de que mi cuerpo ahora era bruscamente arrebatado fuera del Jeep.

Al principio, tuve la inocente esperanza de que me estuvieran ayudando, pero cuando mi vista se bloqueó por completo y sentí como una tela negra ahora cubría mi cabeza, entendí que era todo lo contrario.

Me habían tomado de las muñecas y ahora no era capaz de separarlas de mi espalda, y luego de trastabillar y ser arrastrado a la fuerza, sentí como me arrojaban en lo que se sentía como la parte trasera de un vehículo.

El heredero de fuego [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora