Do It Like Slytherin

Capítulo 31

Se quedaron toda la noche conversando, Tiffany estaba sorprendida ante la confesión de sus amigas, jamás se le cruzó por la mente que pudieran enamorarse.

Divertida escuchaba como las ahora novias, se hacían la vida imposible tratando de negar sus sentimientos, y Tiffany sentía un pinchazo en el corazón cada vez que las escuchaba decirse "te amo", pues hasta el momento, nunca nadie se lo había dicho.

Sunny convenció a Seohyun de quedarse a dormir, era de noche y se moriría si algo le pasara, esta vez, prometiéndole despertarla temprano para que no faltara a clases. Las enamoradas durmieron felizmente abrazadas mientras que Tiffany recordó aquella imagen de Taeyeon, destrozándole el corazón.

- Muy bien enamoradas, me adelanto, no quiero llegar tarde a clases – se despidió Tiffany – Dense prisa, las clases no tardan en comenzar.

Finalmente salió de la habitación, fingiendo estar bien, tratando de demostrar que no sufría la ausencia de Taeyeon.

- Necesito ir rápido por un libro a mi habitación, ¿me esperas? – preguntó la Ravenclaw.

- Claro amor, ten cuidado – le dió un tierno beso y salió por la puerta feliz.

Pero tan pronto esa felicidad había llegado, se fue.

- ¿Señorita Seohyun?

Seohyun quedó helada al escuchar su voz y al girarse, se encontró con la imagen que tanto temía.

- Yo...

- ¿Durmiendo en casas contrarias? – la profesora McGonagall cuestionó alzando la ceja – Menos cincuenta puntos – respondió y Seohyun sintió su cuerpo temblar – Y sígame.

Caminaron juntas hasta la oficina, Seohyun sollozaba en silencio. En el otro lado del colegio, Sunny emocionada la esperaba intranquila en su habitación, sin saber que no llegaría.

- Perdón

Seohyun lloraba en silencio sentada frente a su gran escritorio, mientras que la profesora McGonagall solo la veía. Junto a ella también se encontraban el director Dumbledore y Filius Flitwick, el encargado de Ravenclaw.

- Estoy muy decepcionada de usted señorita Seo – dijo sinceramente la profesora – Aquí – sacó una hoja del primer cajón – Tengo una beca por excelencia – se la entregó – Felicidades, fue el promedio más alto de la clase – sus palabras hicieron que el llanto de la joven fuera incontrolable – Y no solo eso, una alumna ejemplar recomendada por todos los docentes de esta institución.

- La profesora Sinistra me comentó que no fue a su clase en una ocasión – mencionó el profesor Flitwick – Se encontraba preocupada por usted, pero ahora vemos cuál fue la situación – tomó de nuevo el papel de entre sus manos.

- Comprenderá que después de los acontecimientos, la beca le será negada.

- Por favor – interrumpió al director Dumbledore – Sé que estuvo mal pero no volverá a ocurrir – sollozó – No me quiten la beca, se los suplicó.

- Conocía perfectamente las reglas, ingresar a instalaciones prohibidas, merodear después de las 10 pm, ¡dormir en otra casa! – contestó McGonagall – Nunca lo esperé de usted.

- En cualquier otra ocasión, esto ameritaría una expulsión – comentó el director con su característico tono relajado – Sin embargo, al ser una excelente alumna, consideramos que el retiro de su beca será suficiente castigo.