Capítulo 35

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- Cuidado, hay un tronco frente a ti.

- ¿Estás loca? Pensé que eras una clase de asesino – contestó molesta provocando risas – No es gracioso, casi muero de un infarto.

- Permíteme acompañarte a tu habitación, está muy oscuro y es peligroso.

- No gracias, estoy bien – sus palabras perdieron valor, pues sólo dió un paso y tropezó con el tronco que se encontraba frente a ella.

- Por favor – extendió su mano para levantarla.

Tiffany lo pensó, no tenía intenciones de que la acompañara, pero tenía miedo de regresar sola. Así que no dijo nada, sólo se dió la vuelta y comenzó a caminar, dándole a entender que no le importaba su compañía.

Algunos caminos habían sido cerrados por el juego, por lo que tendrían que tomar el camino más largo al colegio. La noche era fría, demasiado, y como era de costumbre, Tiffany, inconscientemente tomó sus brazos, abrazándose a sí misma para calmar el frío. No pasó mucho tiempo cuando la fragancia más dulce llegó a sus sentidos; sintió una suave prenda en sus hombros y su cuerpo lo asimiló como un abrazo. Mierda, amaba su olor, su perfume y las sensaciones que provocaban en ella.

Taeyeon la volvía loca.

- No necesito tu abrigo, gracias – se lo devolvió.

- Por favor tómalo, estás congelándote sonrió la ahora pelinegra.

Tiffany arqueó la ceja, algo estaba diferente. Taeyeon parecía feliz, cómoda y segura de sí misma, le recordaba a la Taeyeon que conoció, aquella chica tímida que derretía su corazón con sus inesperadas acciones. El tinte había desaparecido de su cabello y parecía que la soberbia ya no invadía su cuerpo.

- ¿Qué es lo que quieres? – preguntó a la defensiva mientras caminaba a su lado – Lamento informarte que tu casa perdió.

- Eso escuché – contestó sin ninguna expresión, haciendo que Tiffany se sorprendiera – No ví el partido, pero imagino que Sooyoung fue una diosa en el campo.

- Lo fue – respondió fríamente.

Caminaron en silencio, Tiffany quería estar enojada pero lo único que sentía eran nervios por estar a su lado, su corazón latía velozmente y sus piernas la traicionarían en cualquier momento. Taeyeon tenía esa esencia que te hacía querer besarle los pies y proclamarte su esclava; su forma de caminar, las expresiones que hacía, como su cabello se movía con el viento; todo, absolutamente todo lo encontraba fascinante. La había herido, sí, pero no podía resistirse a ella y en lugar de querer salir corriendo, su presencia sólo la incitaba a quedarse.

Taeyeon se encontraba en la misma situación. Estaba muy avergonzada por su comportamiento, sentía pena de sí misma por la forma tan absurda de sus acciones, y por sus hirientes palabras, tenía miedo de ser rechazada, pero estaba feliz, apreciando el momento a su lado.

Poco a poco se acercaba más a ella, no quería incomodarla, pero tenía unas enormes ganas de estrecharla entre sus brazos, Tiffany parecía darse cuenta, pero no hacía nada por alejarse. Sorpresivamente, su mano chocó con la de ella haciendo que un sinfín de fuegos artificiales explotaran a su alrededor.

- Perdón – dijo Taeyeon avergonzada.

- De verdad, me estás haciendo daño – Tiffany se detuvo – ¿Por qué no entiendes que tu desprecio me dolió profundamente? – cuestionó triste, haciendo que la más bajita agachara la cabeza – No puedes venir y actuar como si nada hubiera pasado.

Do It Like SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora