CAPÍTULO 25

9 4 0
                                    

-Claro, dime, ¿qué pasa? ¿Tienes ganas de que te pegue otra paliza?

-¡Samuel! - espeto.

-Tranquila, Emery. Además, quiero recordar que yo iba ganando - responde Gus.

-Ya quisieras enano - dice Samuel con una sonrisa - De verdad, lo siento, no debería de haber saltado de esa manera.

-¡Guau! ¿Es en serio? ¿Te acabas de disculpar? - intenta Gus sonar asombrado.

Creo que me he perdido, ahora están hablando como si se conociesen de toda la vida y fueran los mejores amigos del mundo. Uff, a veces no entiendo a la gente.

-Como te pongas tonto, te pongo el otro ojo morado - dice Samuel aguantando la risa y fracasando estrepitosamente.

-Dejarse de tonterías los dos, porque, por si no lo sabéis, habéis estado a punto de matarse a golpes por un estúpido malentendido. Os creía más listos, chicos - respondo harta de esta incómoda situación.

-Emery tiene razón. Vamos a hablar en serio, Samuel - Gus se pone serio, demasiado serio - Yo también quiero pedirte perdón, mi reacción no estuvo bien, debería haber hablado las cosas contigo antes de tomar soluciones salidas de tono. Mi prima ya me ha contado lo que de verdad pasó y me arrepiento muchísimo de esto, ahora ya sé que no debo fiarme de ella - Gus le echa una mirada asesina a la chica - Molly, ¿tienes algo que decirle a Samuel?

-Le podría decir muchas cosas - le dice con una sonrisa pícara y yo casi salto encima de ella para cogerla por los pelos y arrastrarla por el suelo; sin embargo Samu parece ver mis intenciones y me agarra de la mano antes de que haga algo de lo que me pueda arrepentir más tarde.

-Lo estoy diciendo en serio, además deja de mirar así a Samuel, o acaso no te has dado cuenta de que él y Emery están juntos.

Casi le doy las gracias a Gus por llamarle la atención a su prima.

Le echo una breve mirada a Samu para ver su cara y veo que también me está mirando. Creo que se ha dado cuenta de que Gus acaba de decir que estamos juntos.

-Lo siento, no quise causar problemas - la cara de Molly ha cambiado drásticamente y ahora se le ve seria y avergonzada, y creo que se debe al comentario de su primo sobre que Samuel y yo somos novios.

-Disculpas aceptadas - asegura mi chico. Me alegra que no haya sido rencoroso.

-¿Podemos quedarnos? - pregunta mi mejor amigo.

-Claro - sentencio yo.

Después de aclarar todas las situaciones y de acabar las clases, Gus y yo quedamos por la tarde en mi casa para ordenar y hacer un horario donde apuntar todos los trabajos que tenemos que entregar durante las próximas semanas. Al llegar al aparcamiento donde dejé mi coche veo que Samuel está apoyado en él esperándome.

-Hola - me recibe con una amplia sonrisa.

-Como me boyes el coche te pego.

-Sí, señora - dice Samu haciendo el clásico saludo militar.

-No iba en serio.

-Ya lo sé.

Yo me limito a poner los ojos en blanco.

-¿Te importaría llevarme a casa? - pregunta de repente.

¿Por qué querrá que lo lleve a su casa?

-Mi padre no puede venir hoy a por mí - responde a mi pregunta sin formular. ¿Será que este chico sabe leer la mente?

-¿Emery? - insiste al ver que me he quedado embobada.

¿Vale la pena saber tus raíces?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora