-Vamos Emery suéltalo todo, nos tienes que contar qué pasó con Samuel el día de tu cumpleaños.
Sofía lleva intentando que le cuente absolutamente todo con pelos y señales desde que salimos de mi casa. A pesar de haberme negado más veces de las que pensaba ella sigue intentándolo.
-Emma, ayúdame, seguro que tú puedes convencerla - dice Sofía buscando ayuda.
-Espera un momento - responde Emma con voz nerviosa.
-¿Emma te pasa algo? - pregunto para averiguar lo que tiene a mi amiga tan consternada.
-Vale, dos cosas: la primera, Emery relájate…- hace una breve pausa.
-¿Y la segunda? - estoy nerviosa, me está asustando mucho y estoy empezando a imaginarme lo peor, y si les ha pasado algo a mis padres, y si han tenido un accidente… Aww esta situación me va a matar.
-La segunda, para el coche y te la enseño - ¡¿Qué?! ¿Qué puede ser tan fuerte como para que tenga que parar el coche?
Una vez consigo aparcar el Audi a un lado de la carretera sin molestar a los demás conductores, me doy la vuelta y Emma vuelve el móvil de tal manera que quedo mirando una foto de Samuel con una rubia en bikini, y están demasiado pegados por no decir que ella le está dando un beso en la mejilla y él la está agarrando de la cintura, como una pareja normal.
Tratando de mantener la calma pregunto:
-¿Quién ha puesto la foto?
-Ha sido Samuel, la ha puesto en sus redes sociales, en todas ellas - responde Emma a mi pregunta examinado mi cara.
-Emery…
-No, tranquila... estoy bien, Sofía.
-Emery, podemos hablar.
-No, chicas, prefiero que sea él quién me explique qué es esto, no quiero ponerme de malas con Samuel sin saber realmente qué ha pasado.
-¿Cómo que prefieres que te lo explique él? Está claro que después de estar contigo a ido corriendo en busca de otra.
Las crudas palabras de Sofía me atraviesan el alma y las lágrimas pican en mis ojos y se pelean por salir. No puedo aguantar más y una pequeña gota cae de mis ojos deslizándose por mi mejilla.
-Sofía deberías haberte guardado ese comentario para ti - le reprime Emma.
Sofía abre la boca para responder, pero primero decide llevar su mirada hacia mí y vuelve a cerrarla llevando sus ojos hacia el suelo del coche.
-Sofía tiene razón.
-¿La tiene?
-¿La tengo?
-Sí, haber, obvio que quiero que él me diga que ha pasado pero yo no pienso decirle nada. Digamos que no toda princesa aclama un príncipe, y no todo príncipe tiene un castillo sólido donde sostener toneladas de mentiras llamadas amor. Yo creí que él iba a conseguir que volviera a llamarme la atención la idea de enamorarme, pero bueno, parece que se volvió a cerrar mi corazón pero le ha dado alas a otro que se lo merecía más. - digo entre sollozos.
-No digas eso, está claro que te debe una explicación pero eso no significa que no puedas volver a enamorarte - intenta animarme Emma.
-Una de las razones por las que no quería amar a nadie, era porque después todo son balas perdidas, y la pérdida iba a ser más dura que el simple hecho de nunca encariñarse con otro ser.
-Chicas, siento interrumpir, pero vamos a llegar tarde a la universidad - vuelve a llamar la atención Sofía.
-Cierto, vámonos.
El resto del viaje transcurre en silencio; no tengo ganas de hablar y creo que mis amigas tampoco quieren echarle más limón a la herida.
Al llegar al campus de la universidad, todo el mundo corre de un lado para otro en busca de sus clases de la primera hora, cosa que nosotras también deberíamos hacer. Joder, nunca he llegado tan tarde a la facultad, excepto una vez que me levanté con mal cuerpo y Beatrice me llevó al médico, pero eso no cuenta.
Cuando consigo encontrar un buen lugar para estacionar mi coche nuevo, me bajo corriendo del auto y la gran suerte que tenemos es que la primera clase nos toca juntas y no tenemos que entrar solas dando zancadas. ¡Mierda! La primera clase también me toca con Samuel, y él se sienta detrás de mí.
Estamos apunto de entrar por la puerta del aula y todavía no he visto a Samu, y además desde la puerta puedo ver que no está sentado en su sitio habitual. Aunque esto último me cabrea un poco más: ¿estará con esa chica? ¿serán novios? ¿estudiará aquí? Esto me está matando.
-¡Emery! - una mano me agarra del brazo y me vuelvo para ver de dónde vienen esos gritos, pegando un tirón para liberarme de la mano que me tiene atrapada por instinto.
-Samuel - digo sin creerme lo que estoy viendo. Este no es mi Samuel, esto no es posible, tiene un ojo morado, el labio partido y toda la cara magullada. ¡Está irreconocible!
Me parece increíble, primero esa foto con esa chica y ahora se ha metido en una pelea. Este no es el chico que yo conocí. Tengo ganas de gritarle, empujarlo y alejarlo todo lo que pueda de mí, pero son las nueve de la mañana y no tengo ganas aunque se está ganando una hostia pulso.
Creo que Samuel se ha tenido que dar cuenta de la forma con la que lo estoy mirando por eso dice:
-No duele, tranquila. Déjame que te explique, yo…
-¡No! No hace falta que me expliques nada, haz lo que quieras - me vuelvo para que no vea mis ojos vidriosos y le hago una señal a mis amigas para que nos vayamos dentro de la clase.
-Lo que quiero es hablar contigo - responde a mis espaldas mientras intenta volver a agarrarme del brazo y atraerme hacia sí, pero consigo soltarme antes.
-No tengo tiempo, va a empezar la clase.
-Luego entonces, te espero a la salida - responde, pero yo ya me he ido pensando qué habrá pasado para que se haya peleado con alguien, ¿habrá sido con el novio de la chica? ¿o tal vez con algún amigo suyo?
Mis amigas intentan cambiar de tema mientras llega el profesor, que como siempre se ha quedado durmiendo y yo intento seguirles el ritmo a pesar de que mi mente está en otro lado.
-¡Emery! ¿Nos estás escuchando? - pregunta Emma llamando mi atención.
-¿Qué? ¡Sí, claro!
-Se nota que tienes la cabeza en otro sitio.
-Perdón, chicas.
-Tranquila, tú solo mira para atrás. Gus acaba de entrar en tiene la cara hecha un cristo.
-¿Qué dices?
Me vuelvo para comprobar si es verdad eso que están diciendo, y veo que Gus tiene toda la cara lastimada y la mano fracturada. Como siempre mi amigo se dirige a sentarse a mi lado pero no sin antes tener que aguantar todas las miradas de asco de todos los presentes en el aula, incluido el profesor que ha llegado detrás de él y ha derramado su café en el suelo, y esto no sé si es por el asombro o porque sigue medio dormido.
Una vez a mi lado le pregunto:
-¿Qué te ha pasado?Gus me mira con cara de pena y cuando abre la boca para soltarlo todo, algo lo detiene y su mirada se queda fijada en los ojos de Samuel, esos maravillosos ojos verdes, pero que ahora emanan desprecio y odio hacia mi amigo. Al igual que Gus que lo mira con más odio que de costumbre.
Y ahora lo comprendo todo, ellos dos son los que se han peleado. Pero, ¿por qué?
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¿Vale la pena saber tus raíces?
Teen FictionEsta es una historia capaz de hacerte cambiar de opinión, una historia que explica que hay que estar seguro de si realmente quieres saber algo más sobre ti y tu pasado o prefieres vivir en la ignorancia. Por favor si os gusta la historia no olvidéis...