-Samuel también se va a quedar a estudiar hoy - informo a Gus.
-Perfecto, a ver si así apruebas - bromea Gus hacia Samu.
-¡Oye! - mi chico intenta parecer ofendido - deberías saber que en mi otra universidad tenía una nota media de sobresaliente.
-Sí, en la universidad de tus sueños - lo pica mi amigo.
-¿Has venido con ganas de que te reviente a hostias, verdad?
-Nadie va a pegar a nadie - digo zanjando la broma que seguro dentro de unos segundos se volverá una pelea gorda.
-Hazle caso a tu novia, ella tiene razón deberías dejar de ir amenazando a la gente por ahí - vuelve Gus al ataque.
Samuel se está mosqueando de verdad; noto como se le tensan los músculos de sus brazos con cada palabra de mi amigo. Ahora que me percato, es muy musculoso, está realmente bueno.
Concéntrate, Emery. No se te puede empezar a caer la baba mientras estos dos inmaduros empiezan a pelearse.
-¿No pueden mostrar un ápice de madurez nunca? Por favor, vamos a centrarnos en lo habéis venido a hacer - zanjo.
-Yo había venido a hacer otra cosa - susurra Samuel, pero no lo suficientemente bajo como para que yo no me entere.
Para asegurarme de lo que ha dicho pregunto:
-¿Has dicho algo?
-No, nada. Empecemos con el horario - responde él.
-En realidad ha dicho… - empieza a decir Gus.
-Me da igual, ,no quiero saberlo, vamos a centrarnos - le corto a mitad de frase. Si Gus a escuchado lo mismo que yo, prefiero no sentir la situación más incómoda de lo que ya está.
Mi amigo se dispone a abrir su mochila para sacar su material de estudio y Samuel aprovecha la ocasión para acercarse a mi oído y decir solo para mi atención:
-Sé lo que estás pensando y, sí, he dicho justo lo que has oído.Un leve escalofrío me recorre la columna y me pone el vello de punta.
¿Cómo es capaz de hacer algo así con tan sólo unas palabras? Este muchacho me afecta demasiado. Él llegó a mi vida como un huracán y se adueñó de mí. De mi corazón. De mis pensamientos. Él me desestabilizó por completo, nunca quise volver a sentir ningún tipo de emoción, excepto tristeza, esa siempre ha estado ahí, atormentandome día sí y día tambiñen, sin dejarme respirar, sintiendo una pinza que me desgarraba el pecho y sin poder hacer nada para evitarlo, pero, sorprendentemente, después de una buena sesión de llantos me sentía mejor, me sentía liberada, me sentía fuerte. Jamás le demostré a nadie como soy en realidad, sólo Sofía y Emma me habían visto llorar, y ahora Beatrice también. Supongo que cada vez se me hace más fácil mostrarme vulnerable delante de las personas que quiero. Y, sinceramente, me gusta sentirme tan confiada y querida por los demás. Siempre pensé que no le importaba a nadie, que siempre tendría que ser fuerte por mí porque nadie lo sería para mí, que acabaría sola, pero con mi vida bien amueblada; sin embargo estoy completa y totalmente segura de que mi mundo hubiera estado excesivamente vacío si no hubiese conocido a estas maravillosas personas.
-¿Emery? ¿Estás aquí o en el país de los sueños? - pregunta Gus sacándome de mi discurso profundo.
-Sí, perdón. Me quedé pensando en que tengo que hablar con Sofía y Emma - técnicamente no es una mentira tan grande; tengo que hablar con ellas sobre el partido de fútbol.
-Bueno, pues baja de la Luna y vamos a empezar.
Unas horas después, ya tenemos planificada todas las semanas que podemos hasta el momento y varias presentaciones terminadas. He conseguido apartar mis pensamientos y comportarme de las forma más productiva posible para hacer lo máximo posible, pero ahora no puedo sacarme de la cabeza mi discurso anterior y lo importantes que son algunas personas para mí que incluso me da miedo.
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¿Vale la pena saber tus raíces?
Novela JuvenilEsta es una historia capaz de hacerte cambiar de opinión, una historia que explica que hay que estar seguro de si realmente quieres saber algo más sobre ti y tu pasado o prefieres vivir en la ignorancia. Por favor si os gusta la historia no olvidéis...