¿Vale la pena saber tus raíces?

CAPÍTULO 29

Soy una niña pequeña de pelo moreno. Mamá y papá han vuelto a casa. ¡Qué bien! LLevo toda la mañana sola jugando con mi muñeca. Mi muñeca se llama Rebecca, ella canta para mí cuando pulso su barriguita. Mami dice que cuando tenga miedo apriete la barriguita de mi muñeca para relajarme y dormir. La voz de mi muñeca es la misma que la de mi mamá, creo que la grabaron ahí para mí. Rebecca tiene el pelo suave pero su vestido está sucio, muy sucio, al igual que yo, yo también estoy sucia. Mami dijo que lo íbamos a limpiar todo cuando volviese. Me gusta cuando mami pone la lavadora, después mi ropa huele bien, así que la ropa de mi muñeca también olerá bien.

Mis papis entran corriendo a mi habitación.

-Cielo, tenemos que irnos - dice mi mamá. Me encanta su voz, es dulce, suave, melodiosa. Sobre todo me gusta cuando me canta la misma canción que canta mi muñeca, al oír su voz sé que estoy a salvo y que da igual dónde esté porque ella me va a proteger, aunque tenga miedo a hundirme ella será mi ancla para sacarme a la superficie y poder respirar.

-¿A dónde vamos? - pregunto.

-A un lugar muy divertido pero tenemos que salir ya, antes de que lleguen los hombres malos y no nos dejen irnos - responde ella.

Odio a los hombres malos, siempre hacen mucho ruido con sus sirenas rojas y azules. Ellos me despiertan cuando quiero dormir, una vez me llevaron con ellos pero mamá y papá vinieron a por mí, todo fue un malentendido.

-No nos da tiempo, no podemos salir de aquí - mi papá entra en mi habitación con una bolsa en la mano, parece ser pesada - Esta vez no podemos, Alisson. Lo siento cielo, de verdad que lo siento. Lo hemos intentado pero te hemos fallado - se dirige a mí. Mi papá coge a Rebecca y le abre la cremallera de la espalda. Entonces saca muchos billetes de su bolsa y los mete dentro de mi muñeca cerrando la cremallera - Cielo, guarda esto y no dejes que nadie te lo quite - yo asiento.

-¿Qué pasa? - pregunto.

-Nada cielo, no pasa nada. Cuando vengan los hombres malos, ellos van a ser hombres buenos y tienes que hacer lo que ellos te digan, ¿vale?

-¿Por qué?

-Tú sólo hazlo. Confía en ellos pero nunca nos olvides - mami ha empezado a llorar. ¡No mami! ¡No llores! Me acerco a ella y le paso la mano por la mejilla para secar sus lágrimas.

-No quiero que la niña escuche voces ni vea nada, duérmela antes de que lleguen, antes de irnos les diremos dónde está - dice mi papi.

¿De irnos? ¿A dónde nos vamos? ¿Por qué tengo que dormir?

Papá sale del cuarto y mami empieza a cantar la canción de mi muñeca. Me encanta esa canción pero es un poco triste al igual de cómo está mamá ahora. Se llama ‘La Estrategia’

De repente me entra sueño pero no quiero dormir, quiero ir con ellos.

Se empiezan a escuchar golpes abajo y oigo a alguien gritando.

-Cielo, quédate aquí, no salgas.

-Pero…

-Nada de peros, quédate quieta y sin hacer ruido.

Mamá sale de la habitación pero yo quiero ir con ella. Me han ordenado que me quede aquí. Pero quiero saber que pasa. Bajo las escaleras.