Cuando Matteo empieza a besarme el cuello, algún pensamiento lo distrae y cesa su acción de inmediato.
-Emery, ¿qué pasa con Samuel? - me dice entre jadeos.
-Samuel se lo estaba pasando muy bien con Sofía hace unos minutos.
-No quiero aprovecharme de ti - me confiesa mientras me mira a los ojos y puedo ver la sinceridad en su rostro.
-No lo estabas haciendo.
-Pero estás borracha y para ser honesto la necrofilia no es lo mío.
Ambos estallamos en breves carcajadas.
-Tú también estás borracho y no me estabas obligando a nada, creo que hay consentimiento por ambas partes.
-Está claro que lo hay; sin embargo no quiero que te confundas. A ver eres una chica preciosa, pero no me gustas.
-Tú tampoco me gustas. No espero que después de esto me agarres de la mano, me compres un regalo y me presentes como tu novia a todo el mundo cuando vayamos a una fiesta - una leve risa escapa de mi boca, y no sé si es por el alcohol o por la situación - Sólo que no estoy atada a nadie por lo que puedo hacer lo que me da la gana, al igual que tú.
-Bien visto.
Y así como empezó la conversación vuelve a acabar.
A la mañana siguiente me despierto en una habitación que desconozco, hasta que siento un brazo agarrando mi cintura y ahora lo recuerdo todo, es Matteo.
Intento levantarme con cuidado de no despertarlo y empiezo a buscar mi ropa para salir de allí y volver a mi casa sin que mis padres se enteren de que no he pasado la noche allí.
Cuando me agacho a coger mis zapatos veo el condón, usado la noche anterior, tirado en el suelo y una sonrisa pícara se dibuja en mi cara. Al terminar de abrocharme los zapatos, levanto la vista de nuevo para ver dormir al bello durmiente. No obstante, ya no está dormido.
-Pretendías irte sin darme un beso de despedida - bromea.
-Claro que no, estaba vistiéndome para que cuando te despertases me quitases de nuevo el vestido - le sigo el juego.
-Pues que bien que me haya despertado a tiempo.
-En serio que tengo que irme, seguro que mis padres y mis amigas estarán preocupados.
-Ya te inventarás algo, y seguro que tus amigas siguen aquí.
Ahora lo recuerdo: Samuel y Sofía y Emma y Mario.
Un risa se me escapa pensando en Emma y Mario, pero esta se disipa al recordar que seguramente Samuel y Sofía también han pasado una noche bastante movidita.
-Tranquila, seguro que lo de Samuel tiene una explicación.
-No estoy segura de si quiero saber lo que Samu me tiene que decir.
-¿Puedo confesarte algo?
-Por supuesto.
-Me gusta Sofía.
-¿¡Qué!?
Mi grito retumba por toda la habitación.
-Sí - parece avergonzado y baja la cabeza.
-Levanta la cabeza que no muerdo - me obedece, lo que me parece muy extraño - Por eso cuando llegamos a la cocina estabas tan enfadado, por un momento pensé que era porque tu amigo había sido muy descuidado, pero en realidad era porque te gusta Sofía.
-Sí, pensaba en decírselo esta noche mientras tú y Samuel se iban a follar en una habitación, y Emma y Mario a otra. Pero parece que ella está con Samuel.
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¿Vale la pena saber tus raíces?
Teen FictionEsta es una historia capaz de hacerte cambiar de opinión, una historia que explica que hay que estar seguro de si realmente quieres saber algo más sobre ti y tu pasado o prefieres vivir en la ignorancia. Por favor si os gusta la historia no olvidéis...