<<Una semana después>>
Ya ha pasado una semana desde lo ocurrido con Samuel. Estoy mejor, pero los primeros días los pasé muy mal, deseando no haberme abierto tanto sobre mi vida personal a un desconocido, aunque parece ser que no ha contado nada de ello. Ha intentado acercarse a mí en algunas ocasiones, pero mis amigas no me dejan sola ni un momento y, además, me alejan todo lo posible de él. Incluso Gus me ha ayudado, se ha cambiado el sitio conmigo para estar entre nosotros y que no me hablase, a pesar de que Samuel lo ha amenazado algunas veces para que ese sitio me lo guardase a mí. Gus es un gran amigo, muy noble, y que parece ser que se preocupa por mí aunque solo nos conocemos de un par de semanas. Espero no encontrarme ninguna sorpresa sobre él y que podamos ser buenos amigos.
Samuel tiene mi número de teléfono, pero yo no recuerdo habérselo dado. El caso es que no deja de mandarme mensajes y de llamarme, lo he bloqueado pero no sé cómo se las arregla que siempre me acaba llamando de alguna manera. Está intentando acercarse cada vez más a mí pero, ahora más que nunca, estoy completamente segura de que yo tenía razón sobre el amor, que solo da más que problemas y dolores de cabeza. A pesar de que Beatrice me diga que el amor es la emoción más importante que uno puede sentir.
Mi fiesta de cumpleaños ya está preparada, tan solo quedan unas horas hasta que empiece y, Beatrice, Emma y Sofía, ya están dando vueltas como locas por si falta algo por hacer o si hay suficiente decoración en el salón. Jajaja, hay veces que no las entiendo, se supone que es el día de mi cumpleaños y que la que debería estar nerviosa soy yo.
Un par de horas más escuchando a Emma decir que quiere cambiar la decoración por décima vez, empiezan a llegar algunos invitados.
-Emery, cariño, los invitados ya están llegando así que, ¿qué te parece si te enseñamos tu vestido para que te lo puedas poner ya? - me dice Beatrice con una sonrisa reluciente y sus labios pintados de un marrón claro.
-¡Sí, por favor necesito verlo ya!
-Entonces, vámonos arriba chicas, os necesito a todas para poder calmarla y que no me quite las cosas de las manos, o salga corriendo si no le gusta - responde Beatrice riéndose junto con Emma y Sofía.
-Bueno, - digo poniendo los ojos en blanco - id vosotras primero para el piso de arriba; yo voy a coger mi móvil que está en la cocina. Os veo allí
-Está bien, pero no tardes, que sino pensaremos que has decidido escaparte - comenta Emma
-¡NO! ¡Ni se os ocurra decir eso! - dice Maddy apareciendo en la habitación con su vestido de estampado de colores marrones.
-Tranquila Maddy, no me voy a ir - digo tranquilizando a su pequeña cabecita.
Beatrice, Emma, Sofía y la pequeña Maddy, se van juntas a la habitación donde Beatrice guarda todos sus vestidos y ropa de fiesta. Bueno, no me lo han dicho seguro, pero imagino que se irán allí porque hay más espacio y porque he registrado la mansión entera y no he encontrado nada que tenga que ver con mi outfit de hoy, y la única habitación que me quedaba por ver, es la del armario de Beatrice, que está cerrada con llave y, a pesar de que he estado buscando por todos lados, no he encontrado las llaves.
Voy a buscar mi móvil, el cual dejé en la cocina encima de la mesa blanca de en medio de la sala. Me encuentro con mi padre… perdón, con Christian, de camino por el pasillo y me para.
-Emery, preciosa, ¿Dónde vas? ¿No se supone que tendrías que estar poniéndote tu precioso vestido morado para unirte a la fiesta? - dice sin saber que yo no tengo ni la menor idea de cómo es mi vestido.
-Sí, pero he venido a coger mi móvil que está en la cocina. Y ya que estás, ¿qué más lleva ese vestido? - digo sonriendo
-Mierda, la he cagado a que sí. Aún no te ha dicho Beatrice cómo es el vestido, ¿verdad? - dice atragantándose con su bebida que creo que es vodka.
- No - niego con la cabeza - pero no pasa nada, al menos ya sé que es de mi color favorito - digo riéndome ante su ignorancia.
Me despido de él, pero, cuando casi estoy llegando a la cocina, me encuentro con Gus. Mi gran amigo Gus, espero que no se sienta solo esta noche. Sé que no tiene muchos amigos, pero este sería un buen momento para hacerlos.
-Hola Gus, ¿qué tal? - le pregunto a mi amigo que parece emocionado.
-Acabo de conocer a una chica guapísima, Natalie, creo que se llama, es muy interesante y me ha dado su número de teléfono - me dice Gus. Ahora entiendo su emoción.
-Me alegro por ti. Ves, te lo dije, te dije que esta noche ligabas - le digo muy feliz por él.
-Bueno, perdón, se supone que es tu gran día y yo estoy aquí contándote mi vida amorosa. ¿Qué tal te va a ti? ¿Por qué no tienes tu vestido puesto ya? - me dice un poco incómodo por no preguntarme él primero.
-No tienes porque disculparte, estoy muy feliz por ti, y voy a ir a vestirme ahora, solo que me hace falta coger mi móvil por si quieren hacerse alguna foto antes de salir - le contesto a mi amigo emocionado.
-Entonces te dejo tranquila ya para que puedas ir a prepararte - dice despidiéndose de mí.
-Adiós Gus, luego nos vemos - me despido con una sonrisa.
Una vez por fin en la cocina. Veo mi móvil, está encima de la mesa, igual como yo recordaba, pero justo cuando me acerco a cogerlo entran por la puerta Samuel y sus amigos. Samuel y yo nos quedamos petrificados, mirándonos a los ojos y a muy poca distancia entre su cara y la mía.
¡POR FAVOR QUE ALGUIEN ME DIGA QUÉ HACER!
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¿Vale la pena saber tus raíces?
Ficção AdolescenteEsta es una historia capaz de hacerte cambiar de opinión, una historia que explica que hay que estar seguro de si realmente quieres saber algo más sobre ti y tu pasado o prefieres vivir en la ignorancia. Por favor si os gusta la historia no olvidéis...