CAPITULO 18
—¿Qué pasó? ¿En dónde estoy?— Serena observaba confundida alrededor de la habitación del hospital en la que se encontraba. Ella sabía que desde hace algunos días había comenzado a presentar ciertas molestias físicas, pero jamás pensó que sería necesario una hospitalización. De pronto su concentración se interrumpió con el ingreso de su padre —Al fin despertaste, estaba muy preocupado por ti.
—¿Qué me pasó?
—Te desmayaste, Darien trató de reanimarte pero fue inútil así que te trajimos a su hospital.
—Es cierto, me dijo que habían secuestrado a Rini. Papá, necesito ir por esa niña.
—¿De qué estás hablando? Dijiste que ya no querías estar en contacto con esas personas.
—Papá, yo soy la única que puede saber si su desaparición fue obra de Diamante, y si efectivamente fue así soy la única que puede traerla de regreso.
—Serena, es un riesgo muy grande, si algo te sucediera yo...— la plática entre padre e hija fue interrumpida por Darien que ingresaba a la habitación en compañía de un colega suyo que revelaría una sorpresiva noticia.
—¿Cómo te sientes?— cuestionaba Darien preocupado por la mujer que amaba.
—Creo que mejor, aunque un poco cansada y con ese molesto malestar estomacal.
—Eso es normal en su estado— sonrió inocentemente el médico que la había valorado.
—¿En su estado? ¿En qué estado? ¿Que revelaron los análisis? ¿Es algo grave?— Darien cuestionaba infinidad de cosas con el temor de que fuera una mala noticia.
—¡Cálmate Darien!— nuevamente el médico sonreía —no es nada grave, lo que pasa es que tu novia está embarazada.
—¿Embarazada?— al unísono Kenji, Serena y Darien hicieron la pregunta en un tono completamente sorpresivo.
—Asi es, tienes aproximadamente dos meses de embarazo. Felicidades— el médico se retiró dejando el cuadro familiar con la ilusión de un cambio en sus vidas.
—¡Serena vamos a tener un hijo! Creo que es la mejor noticia que me han dado en este último tiempo. Mi felicidad estaría completa si tan solo Rini estuviera con nosotros— sentimientos encontrados en el joven médico. Por un lado estaba la alegría de haberse reencontrado con la mujer que amaba y la ilusión de comenzar una hermosa familia a su lado, pero por otra parte estaban el dolor de haber perdido a su hija y la incertidumbre de no saber si volvería a verla algún día. Al mismo tiempo, sus corazones se encontraban llenos de temor, pues sabían de sobra que mientras Diamante Black estuviera al acecho nunca podrían tener una vida tranquila.
—Nadie debe enterarse de esto— Kenji hizo caso a su agudo sentido policiaco —Si por alguna razón los Black llegaran a enterarse sería muy peligroso.
—Es verdad Serena, por ningún motivo debemos comentarlo con nadie— Darien estaba de acuerdo con Kenji. —¡Si tan solo pudiéramos demostrarle al mundo nuestra felicidad!— dió un suspiro ahogado en señal de melancolía.
—No te preocupes Darien, pronto podremos vivir una vida plena, en familia, tu, Rini, nuestro hijo y yo.
Serena fue dada de alta y llevada a su casa por Darien, se despidió de ella con la promesa de regresar al siguiente día, pero no sabía que no la encontraría, estaba a punto de perderla de nuevo.
—Serena, te dejo para que descanses, vendré a verte mañana, espero que te sientas un poco mejor.—Gracias Darien. ¿Sabes algo? Te amo, con toda mi alma y con todo mi corazón. Quiero verte sonreír, quiero que seas el mismo Darien alegre que conocí.
—Discúlpame, te amo Serena y le das sentido a mi vida pero mientras mi pequeña no aparezca mi felicidad no estará completa.
—Lo sé Darien. Anda, regresa a tu casa, ve a descansar, mañana será otro día— Darien la besó dulcemente mientras la sujetaba de la cintura, luego depositó un beso mats sobre el vientre aún plano de la mujer que amaba, y sorpresivamente ésta lo rodeó con un fuerte abrazo, quizá con el abrazo más fuerte que le hubieran dado en toda su vida para luego hacer una serie de declaraciones un tanto extrañas, con un tono con el que casi se podría jurar que estaba despidiéndose —Darien, te amo, por favor, nunca lo dudes, si en algún momento las cosas no marchan bien recuerda siempre que eres el primer hombre en mi vida, el único que he amado y el último al que amaré— nuevamente ella lo abrazó con fuerza desmedida y derramó una ligera lágrima a través de sus hermosos ojos azules —Darien, espero verte pronto.
Confundido y pensando que todo era obra de la sobrecarga de hormonas que se generaba en el cuerpo de su amada mujer sonrió —Serena, eres muy graciosa, por supuesto que nos veremos pronto, mañana vendré a visitarte— Darien se retiró un poco desconcertado por las palabras de Serena, lo que no sabía es que ese discurso efectivamente había sido una despedida, pues ella estaba por adentrarse en un riesgoso camino, poniendo en peligro inminente su integridad y la de ese pequeño fruto de amor que crecía dentro de ella, pero al mismo tiempo sabía que si no actuaba, jamás en su vida tendría tranquilidad aún cuando tratara de esconderse, mientras Diamante Black la acechara sería capaz de encontrarla hasta debajo de las piedras. Así, sin nada que pensar tomó la que quizá sería la decisión más importante y arriesgada de su vida —¡Se acabó! No más miedo. Es hora de enfrentar a Diamante— se repetía en su mente una y otra vez.
Protegida por la oscuridad que daba la noche Serena salió de su habitación y se dirigió hacia la de su padre quien dormía profundamente. Lo observó durante algunos minutos y colocó un suave beso en su frente —espero volver a verte— le susurró muy cerca del rostro para finalmente dejar una nota sobre el mueble de noche.
Serena salió de la alcoba de su padre aún con sus fuertes pensamientos. Estaba llena de miedo por desconocer lo que sucedería, pero ese temor no cambiaría su decisión. Al llegar el alba tomó el teléfono y llamó a la única persona a la que podía recurrir. Si deseaba adentrarse a la parte más profunda y desconocida de los Black era contactando a uno de ellos por donde debía empezar
—¿Hola? ¿Seiya? Necesito verte.

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Perseguida
FanfictionSerena conoce un secreto que debe permanecer oculto por el bien de ella y de su familia, pero también por las personas que protagonizan dicho misterio. Ella promete no contar absolutamente nada, pero hay gente peligrosa detrás de todo esto que inte...