Que extraño que resultaba continuar con la rutina del día después de lo acontecido. Atenea, intentó concentrarse lo más que pudo en su trabajo mientras organizaba la cena de esa noche, para la cual había quedado con su hermana e Íngrid. Irían a su departamento ya que ambas tenían movilidad a diferencia de ella. Encargó sushi y pasó por el supermercado a comprar vino blanco, se sentía de buen humor, motivada y sin preocupación después de mucho tiempo. No se había escrito con Facundo en toda la tarde, pero sabía que él entrenaba y prefería evitar cualquier cosa que lo distraiga.
El joven había entrenado toda la tarde y se dirigía a comer a la casa de su mejor amigo, el cual cumplía años. Le prometió que comería con él ya que el viernes estaría en Buenos Aires y se perdería la fiesta que estaba organizando el cumpleañero. El recorrido lo hizo pensando si escribirle o no a Atenea, tenía miedo de que esté arrepentida o algo por el estilo. Decidió que, al llegar a la casa de Dante, le mandaría un mensaje, después de todo había sido una maravillosa siesta como para acobardarse.
Pasaron unos minutos desde que llegó a la casa del cumpleañero, hasta que sacó el celu del bolsillo del pantalón y comenzó a escribirle.
Facu Arriola 20:35
Hola, ¿cómo andas? No puedo dejar de pensar en la siesta de hoy.
Atenea estaba acomodando la mesa de su casa cuando recibió el mensaje. Se puso nerviosa, empezó a sonreír automáticamente, dejó lo que estaba haciendo y se concentró únicamente en el teléfono.
Atenea Vionnet 20:37
¡Hola! Bien, ¿vos? No hablemos de lo de hoy que me muero de vergüenza.
Facundo había comenzado una partida en la play station junto a su amigo, y por más de morirse de ganas de mirar el celular, tenía ambas manos ocupadas.
A las nueve menos cuarto de la noche llegó Ingrid e inmediatamente notó una energía extraña proveniente de la rubia. Decidió no preguntarle nada de entrada, pero no podía dejar de mirarla, estaba distinta, definitivamente algo había pasado. Diez minutos después llegó Eugenia y se dispusieron para comer, pero Atenea cada pocos minutos revisaba su celular y eso no pasó desapercibido para su íntima amiga.
Facu Arriola 21:16
Perdón que recién te responda, estoy comiendo en lo de un amigo por el cumple. ¡No quiero que te de vergüenza! Yo por lo menos la pasé muy bien.
Atenea Vionnet 21:17
Yo también la pasé muy bien, pero esto es algo a lo que no estoy acostumbrada...
Facu Arriola 21:20
¿No estás acostumbrada a pasarla bien? Por cierto... Estoy en deuda con vos...
El color del rostro de Atenea aumentó notablemente con este último mensaje, y esto no pasó desapercibido para Ingrid, pero esperaría a estar a solas para sacarse las dudas.
Mientras tanto Facundo compartía una pizza con su amigo, pero su cabeza estaba en otro lado...
_Me vas a decir que te pasa? Le preguntó Dante un tanto preocupado. _Otra vez estás hablando con Lucia?
_¿¿Que?? No, nada que ver... Ya sabés que con Lucía no va a volver a pasar nada... ¿por qué me preguntás?
_Estas raro, muy pendiente del celu y no es algo común en vos... ¿estás nervioso por el viaje de mañana? ¿O pasó algo en el entrenamiento?
_No no, nada...
_ ¿Y entonces...?
El joven dudó unos segundos si contarle o no a su amigo, y llegó a la conclusión de que no había riesgo alguno en compartir parte de lo que había pasado los últimos días, sin detalles obviamente.
_Conocí a alguien... en el club.
_ajá... ¿y cuál es el problema...? conociste a muchas chicas en el club. Preguntó Dante un tanto desconcertado.
_Creo que me voló la cabeza... Expresó con una sonrisa de lado. _ El tema es que no la conozco desde hace mucho, pero ya sé que es casi imposible que pase algo...
_ ¿Por??? ¿Tiene novio?
_ No, tiene 32 años... Levantó la cabeza para poder ver la cara de su amigo, quien lo miraba entre divertido y sorprendido.
_ Decime que es casada y completito...
_ No, es divorciada...
_ Ahhh! ¡No es joda! ¿Es verdad que te gusta una mina de 32 años...?. pensé que me estabas tomando el pelo... pero... ¿Pasó algo?
_ Algo... mensajes y algunos encuentros... prefirió omitir detalles de los encuentros.
Dante terminó de comer su porción de pizza mientras analizaba lo que su amigo le acababa de confesar.
_ No le encuentro lo malo, vos ya sos mayor de edad... ella no comete ningún delito... Además, si no es algo serio para vos que vivís viajando y entrenando ¿mejor no?
_ Si, puede ser... Aunque la respuesta no salió muy convincente.
_ ¿De qué tenés miedo?
_ De engancharme...
La cena de mujeres había transcurrido con normalidad, Eugenia les comentó que estaba muy ilusionada con el nuevo tratamiento para poder quedar embarazada y que el próximo mes debía viajar nuevamente a Buenos Aires para continuar con el tratamiento. Alrededor de las once y media ya estaban preparándose para irse cuando Ingrid le dijo a Eugenia que vaya tranquila, que ella se quedaba un ratito más para hablar de unos temas del estudio que se había olvidado de mencionarle a Atenea, lo cual a esta última le pareció sumamente extraño.
_ Dale, contame... ya sé que pasa algo. No creas que no me di cuenta. Manifestó Ingrid una vez que la hermana mayor abandonó el departamento.
Atenea el interrogatorio de su amiga no la sorprendió, a veces se sorprendía de lo intuitiva que podía ser Ingrid. Decidió irle sin rodeos porque confiaba en ella y además necesitaba hablarlo con alguien.
_ Ayer y hoy nos vimos con Facundo y pasaron cosas...
_ ¡¡Yo sabía!!! Se sentía una energía sexual distinta en este departamento. ¿Y qué tal? ¿Como es tener sexo con un adolescente?
La joven abogada a pesar de estar muriéndose de vergüenza le contó lo sucedido bajo la mirada de sorpresa que cada vez se hacía más evidente en el rostro de Ingrid.
_ Wow... la verdad que me dejaste sin palabras... me alegro de que lo hayas pasado bien y que este chico sea por lo que me contas.... Hizo una pausa para encontrar la palabra adecuada y finalmente dijo _Interesante...
_ Igual, quedate tranquila que sé que tiene dieciocho años... no pienses que esto va a ser como un noviazgo o algo por el estilo... Expresó Atenea haciéndose la despreocupada.
Ingrid asintió en silencio y luego acotó
_ Lo quiero conocer... me genera curiosidad.
Atenea la miró incrédula y le dijo que seguramente en alguna oportunidad se lo iba a poder presentar, sin imaginarse muy claramente cuál podría ser esa posibilidad.
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No hay edad
DragosteAtenea, una abogada de 32 años debe comenzar de nuevo su vida luego de un terrible divorcio, lo que no imaginaba es que sea de la mano de un joven de 18 años. Pero... ¿Hasta que punto uno debe guiarse por la pasión? ¿Es posible una relación con esta...