Dioses

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Hace años, una hermosa diosa bajo del Olimpo, un pequeño bebé en sus brazos.

—Prométeme que lo cuidarlas con tu vida.—La mujer le entregó el bebé al hombre frente a ella.

El hombre miró fascinado a su hijo, su dedo toca la mejilla del bebé quien gimió entre sueños alzando sus puños en forma de protesta.

—Lo voy a cuidar hasta mis últimos días.—Susurró. La diosa sonrió y se acercó dejando un beso en la frente del niño.

—Cuando cumplas los 20 años en la tierra mi maldición acabará, volveré por ti cariño.—La mujer miró al hombre frente a ella.—Gracias.—El hombre asintió.

El hombre prometió que cuidaría de su hijo hasta que su madre llegara por él.

—¿Su mami si bajó por el?—Preguntó un pequeño niño de 8 años apretando su manta entre sus manos.

—No lo sé cariño, eso no lo cuentan.—Dijo el hombre con algunas canas en su cabello.

Liam hizo una mueca y se acomodo en su cama y cerró los ojos.

—El no debería preocuparse, si tiene un papi tan bueno como tú no necesita una mami.—El hombre le sonrió y acarició su cabello hasta que escucho la lenta respiración del niño.

Se levantó de la cama y beso su frente tapando bien su cuerpo y saliendo de la habitación apagando la luz, dejando una pequeña lampara prendida por si el menor despertaba en la madrugada.

Liam James Payne es el nombre que le habían dado a ese pequeño bebé que Atenea había entregado a su padre después de la amenaza de Zeus por haber roto con su juramento de prevalecer pura.