Losing It [PJM × JJK]

Capítulo 37

_Simplemente móntame en un caracol y mándame lentamente a la mierda.

_No seas exagerado, no es el fin del mundo.

_TaeHyung, toda la puta cafetería me está mirando.

Hubiese sido esta la escena en la cual el zoom de la cámara se retrae y donde enfocan los ojos de todo el mundo puestos en mi, si estuviésemos en una película. Incluso mi móvil no paraba de vibrar, y por supuesto que no era Losing It pues la ubicación estaba desactivada.
Eran las malditas interacciones en la jodida foto.

Y en las otras que comenzaron a aparecer de usuarios anónimos.

_Bueno, sí, algo. Un poco. Sólo el sesenta...bueno, ochenta porciento de los alumnos pero ¡Hey! Es nuestro último año, de seguro que si me acerco a los de primer año, tiemblan.

_No te aproveches, TaeHyung. Aún así, incluso los de primer y segundo año conocen ahora lo mío con Jeon, o bueno, lo que él dijo tener.- murmuré mientras dejaba caer mi bandeja en la mesa. - Y ahora desaparece sin hacerse cargo.

_Ya sabes- habló mi amigo con la boca repleta- en cualquier momento llegarán con olor a cigarrillo. Siempre llegan tarde.

Pero yo no quería verlo. Mi mente no había dejado de torturarme y no podía dejar de pensar en todo lo que me estaba sucediendo. Con Nochu, con Jeon, con Jungkook, con el paquete completo.

Claramente, me gustaba. Y lo admitía.

Pero no debía enterarse, pues tenía miedo que todo terminara tan rápido como había empezado. Estaba seguro de que Nochu no quería ningún sumiso suyo enamorado de él y que Jungkook tampoco quería a ningún compañero que estuviese soñándole despierto.
Y pellízquenme, porque la vista que estaba teniendo no podía ser real.
Jeon Jungkook con el pelo trenzado, cada mechón, y con pequeñas argollas en él, vistiendo una camiseta sin mangas de color negro que dejaba ver sus brazos, pantalones de cargo negros con cadenas en cada ojal de la cintura, junto a un par de zapatillas negras.

Casi se me para al verle caminar hacia mi, junto a la pandilla detrás. De más estaba aclarar que mi mejor amigo le sonrió al pelirrojo a su costado y Jungkook simplemente me miraba, recogiendo la silla a mi costado y acercándonos aún más. Sabía lo que estaba haciendo, llamando la atención desde la entrada y sabiendo perfectamente que tenía la mirada de, ahora sí, el cien por ciento de alumnos que de encontraban en la cafetería, en nosotros. Éramos el espectáculo y el centro de atención. Los murmullos contenían nuestros nombres y el cartel de "cliché" colgaba sobre nuestra cabeza con luces de neón. Verdes. Brillantes. Llamativas. En mayúsculas y en Arial Black.

_Nunca más iremos a hacerte esas mierdas, Jungkook.

_Nam tiene razón, creo que me intoxiqué con fijador de cabello.

Pero yo no podía dejar de prestar atención al sujeto a mi costado. El desgraciado tenía trenzas y más trenzas que parecían no terminar nunca. Su cabello estaba lleno de brillos y de metales entrelazados con las hebras. Era una obra de arte que se pavoneaba frente nuestro y todos quedábamos extasiados de tan sólo verle.

_Pero me quedan geniales.

Y por mil infiernos que así lo hacían.

_No lo niego, Jeon.- le guiñó Jin- y estoy seguro que tampoco lo hace Jimin.

Fue cuando toda la atención de la mesa se desvió hacia mi, incluida la del sujeto a mi lado. Alzó una ceja mientras bebía de mi pepsi zero.  Me sentí abrumado por ser el foco, pero me paresuré a emitir una respuesta antes de quedarme viéndole fijamente sin poder cerrar la boca.

_Este...sí. Te quedan bien.

"Bien" era un eufemismo comparado con todo lo que quería salir de mi boca.