Losing It [PJM × JJK]

Capítulo 13

_Un cortado con dos tostados, y de postre un batido- repitió mi orden la camarera, la cual por fin había podido hacer su trabajo.

_¿Usted, joven?- preguntó, un poco más risueña que antes. Jungkook simplemente pidió lo mismo, sólo que un café negro.
Por supuesto, él era el dominante. Duh.

Cliché.

Cuando la camarera se quedó unos segundos más en la mesa del lado de Jeon, supuse que sus intenciones no eran del todo claras.
¿Iba a coquetearle? Por supuesto que lo haría,¿Quién no lo haría? Con un Adonis en persona. Un dios griego sentado justo frente de tí. Jeon te dejaba por los suelos en cuanto a seguridad de tratase. No temía mantener el contacto visual y se atrevía a acomodarse el cabello, revolviéndol, haciéndolo lucir aún más malo.

Pero Jungkook volteó su vista hacia mí, restándole importancia. Era obvio que la chica no llamaba su atención. Así que se fue refunfuñando.

_Este es el mejor café que probé en toda mi vida- hablé, antes de que él dijera algo. No quería escuchar nada sobre mi cuerpo, o discutir si haríamos o no algo. Solamente me estaba mirando, observando por delante de la taza de café.- y realmente no comí nada y me muero de hambre.

Esta persona, delante mio, había visto mis packs y mis nudes. Tenía tantas ganas de hundir mi cabeza en un agujero por más que hace unos momentos estaba hecho una bola de furia. La ira se fue y la vergüenza me colmó.

_¿Has comido algo? Porque yo no pude. Creo que ya te lo dije.

Esta persona, MI COMPAÑERO, me vio correrme. Vio un lado que nadie había visto sobre mi. Sólo mi mejor amigo lo había hecho y aún no podía superarlo del todo.
Joder, me vio en la maldita videollamada tener uno de los mejores orgasmos de mi vida.

_Muero del hambre.- batí mi café pero mis manos temblaban. Era imposible estarme quieto. Sentía vergüenza y...miedo. Ahora todo el mundo en el Instituto podría enterarse de todo. Claro que Jungkook también estaba involucrado pero, él no era el virgen.

_¿Sabes? Este lugar tiene uno de los mejor¡Ah!- salté, dejando mi café en la mesa rápido. Estaba hablando demasiado y cuando me di cuenta por qué paré; supe que algo había tocado mi miembro.
Miré hacia abajo, un pie con calcetín negro estaba masajeando mi entrepierna. El calzado estaba suelto en el suelo debajo de la mesa (gracias a dios con mantel) y el otro estaba donde normalmente debía de estar.

Era Jeon Jungkook masturbándome con su jodido pie.
M
No es como si me desagradara, sino todo lo contrario. Mi fetiche por los pies había quedado encerrado bajo candado en una caja muy en el fondo del armario.
Pero allí estaba, un Dominante en toda su regla haciéndome callar con su pie en mi pene.
Jungkook disfrutaba de su café, bebiendolo como si se tratara de un comercial. Su lengua parecía moverse a la par de su empeine, y yo no podía hacer mas que comer para llenarme la boca.
No estaba haciendo que se detuviera pues estaba demasiado extasiado. Nunca nadie me había tocado allí,y mucho menos con su pie. El aroma a menta del talco me llenaba las fosas nasales y eso me calentaba.

DIOS.

Las camareras pasaban y anotaban los pedidos demasiado cerca de nuestra mesa. Los demás clientes reían y comían sus desayunos y almuerzos lo más tranquilos.
Yo ya me estaba quedando sin nada, y Jungkook comenzó a reírse.

_Nene,¿Quieres más?- preguntó Jungkook, aumentando el ritmo de las caricias. Abrí los ojos como platos y tomé mi mochila lo más rápido posible, colocándola encima de mi entrepierna. Miré a Jungkook inquisitivamente pero esto era igual a la nada.
Jodido Jeon.
Su pie era la gloria. No podía dejar de pensar en lo bien que lo estaba haciendo. Iba correrme en cualquier momento si seguía así, por lo que quise quitármelo de encima. Reunía las fuerzas necesarias, pero no podía. Estaba tan jodidamente excitado que mi cuerpo se negaba a responder.
Casi gemí cuando su pie rozó la punta de mi miembro. Cerré las piernas por instinto y hubiese pagado por ver mi cara en ese segundo, pues Jungkook me miró fijamente y paró todo movimiento, pero sin quitar su pie que ahora descansaba de lleno en mi miembro hiper sensible por el posible orgasmo.
Podía ver sus ojos aguados y su mandíbula apretada.