Losing It [PJM × JJK]

Capítulo 44

Era miércoles, cuando entramos a la clase de gimnasia con mi mejor amigo. Luego de la pequeña cita que había tenido con Jeon, nuestros encuentros habían sido esporádicos. Habían pasado dos días, y el sábado era la fiesta. No me había contestado ni mucho menos yo había sacado el tema a colación cuando por fin, me había dado su número telefónico. Lo encontré metido en el bolsillo de mi pantalón, arrugado entre las manos de mi padre que había hecho la lavandería ese día. Me sonrojé cuando le envió una foto a mi madre que estaba trabajando, como si fuera algo lindo, un logro mas de su pequeño hijo.
Y medio que lo era, porque quitarle esos números a Jungkook me habían costado unas buenas sesiones desde que nos conocimos. No sé si había sido suficiente, pero al menos ahora le tenía agendado en mi teléfono.

Comenzamos a trotar, unos bien merecidos quince minutos ya que la mayoría de alumnos habian olvidado presentar el reporte. Puse los ojos en blanco, pues yo había pasado unas buenas dos horas haciéndolo mientras los demás habían gastado la noche jugando a algún juego en línea.

_¿Tu Romeo no viene hoy?- le pregunté a Tae, quien había comenzado a bajar el ritmo a mi lado. El negó, sonriendo.

_Están en una especie de reunión, con los demás. Algo sobre decidir si vender o no unos hongos.

_Seguramete sea lo de la fiesta, ya sabes.

_¿No crees que una fiesta con miembros de la comunidad BDSM sea lo menos correcto para usar alucinógenos?

_Dudo que vayan a usarlos allí Tae, ya sabes, todo lo de las "SSC".

Asintió, como si lo que dijera tuviera todo el sentido del mundo.

_Quizás algunos estén tan malditamente asustados por ser atrapados con el culo al rojo vivo como para buscarse su propio camello.

Me rei, y me arrepentí al segundo pues eso hizo que largara el poco aliento que me estaba quedando. Pero sabía que si paraba de correr la nota negativa dañaría mi póker de dieces.

_Creo que servirá para que puedan comprar sin ser atrapados. Tengo entendido que hay gente muy importante allí.

Era cierto que, según lo que había visto en Losing It y en la pequeña reunión en la cual nos ganamos las invitaciones, no parecía gente de bajos recursos. Algunos sí, pero estaba claro que debías tener bastante dinero para subir una foto donde tu sumiso está atado de pies y manos en una hamaca de tu pequeña playa privada.

_Y están todos llenos de mierda. Hasta el tope.

Asentí, y paré de correr cuando sentí por fin el silbato del profesor. Nos juntamos a estirar y vi por el rabillo del ojo a los Sinners entrar, porque era imposible no prestarles atención cada vez que decidían aparecer en algún sitio. Seokjin masticaba un chicle mientras los demás entraban con sus características capuchas.

No vi a Jungkook en ningún lado.

_Hola, precioso.- escuché a Hoseok murmurar mientras abrazaba a mi mejor amigo por detrás. Ambos susurraban y se dejaban hacer en los brazos del otro. Era tierno, para ellos, pero desde afuera era un tanto extraño.

_¡Consiganse una habitación!- gritó Baek y todos rieron. Jin fue amonestado por masticar el chicle mientras estiraban pero poco le importó.

Y yo realmente sentí algo en el pecho mientras veía a la pareja. No odiaba a mi amigo, nunca ni en mil años. Pero sentía envidia por lo que aquellos dos tenían. Libres, amándose.

¿Llegaría Jungkook a amarme algún dia?

Ni siquiera estaba seguro si yo le amaba o no, pero tenía bien en claro que no iba a averiguarlo nunca si no pasábamos tiempo jutos. Es decir, sí, las sesiones eran lo mejor, muy seguido y esclarecedor, ¿Quién iba a decir que me gustaba ser insultado? Degradado, humillado, golpeado. Había encontrado un punto bastante bueno en lo que Jeon había dicho, sobre haber sido correcto toda mi vida, el niño diez, el de los apodos cariñosos, el responsable. Pero por dentro, mis deseos estaban tan jodidos. Dios, simplemente quería ser un agujero que Nochu se pudiera follar, incluso sin verme. Contra la pared, la mesa, el jodido suelo. No me había molestado cuando había colocado sus manos en mi cuello, aplastando y apretando. La asfixia me encantaba, y muchas cosas que Jeon me hacía.