Mapache.

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Despertar en la completa calma es una maravilla: no hay platos golpeándose unos con otros en la cocina, o murmullos por las paredes que hablan hechizos, ni el tintineo de la puerta repiqueteando una y otra vez. Los siguientes siete días seré libre de ser solo yo: solo Charlie.

—Sí y solo por eso no estoy usando zapatos.

La planta devoraba el plato de grillos que le había puesto en frente. Del tallo, una tela blanca se movía de un lado al otro; según uno de los libros que gatita me había dejado, había que atar una tela perteneciente al invocador para que la planta no se deprimiera.

—Nunca he entendido qué le ven de delicioso a estas cosas —le dije a Zucker.

—Espero que funcione el truco de la prenda. Si mueres, gatita me puede matar... o solo me deje de hablar, pero no quiero que me deje de hablar ¿Sabes? Es mi mejor amiga.

La planta siguió comiendo.

—Eres de pocas palabras ¿Eh?

Zucker levantó la cabeza y gruñó.

—Gatita me advirtió que serías muy glotón —Me tiré en el piso—. Dijo que sí tenías hambre es porque ibas a crecer más ¿Lo harás?

No tuve una respuesta verbal, en cambio, Zucker levantó el tallo y luego se volvió a agachar, como si estuviera avergonzado.

—¿Sí vas a crecer? ¡Hazlo! Le darás a gatita una grata sorpresa.

Agachó más el tallo, casi tirándose al piso conmigo. Yo era un poco brusco con las caricias, pero eso no evitó que frotara un dedo en sus pétalos.

—¿Sabes? Cuando era más chico siempre me gustó hacer cosas con madera. Rompía astillas y las unía con clavos torcidos. A veces quería ayudar a mi padre; él no me tomaba en serio, decía que debía concentrarme en otras cosas que no fuera la carpintería. Insistía en que debía aprender a tejer y bordar como mi madre. Ella quería que aprendiera su oficio, pero no me llamaba la atención.

Zucker me mordió los dedos, pidiendo más grillos. Le di más y seguí hablando.

—Cuando Madrina llegó a la casa, yo tenía trece años, pero ella me habló como si ya me conociera. Creo que me había visto cuando más pequeño. Nunca estuve seguro. Recuerdo que mis padres discutieron con ella, pero ¿Sabes? —Me giré para verlo—. A la Gran Cala Azalee Fingerhut nada la hace cambiar de parecer -solo gatita, tal vez-.

Me pidió más grillos y se los di. Suspiré.

—Cuando llegué a la cabaña, me di cuenta de que ya me estaban esperando: tenía una habitación para mí solo, un espacio lleno de herramientas para mí y solo para mí y un nuevo nombre: Charlie Dandelion. Bonito ¿Verdad? Yo lo elegí.

Más grillos.

—Recuerdo que ninguna prenda de ropa que Cerbera había confeccionado para mí me quedó porque era demasiado alto y ella creyó que sería más bajito. Madrina tuvo que prestarme su ropa un tiempo hasta que conseguí mi primer par de pantalones ¿Sabes lo increíble que fue? —reí—. Mis primeros cinturones eran muy gruesos porque era muy delgado, pero no dejé de usarlos hasta que me acostumbré a llevarlos... —me toqué el pecho—. Mi primer vendaje dolió mucho, pero mira. —Me levanté la camisa—. Plano como piso.

Me recosté de nuevo boca arriba.

—Sé que es raro empezar a ser tú en un lugar donde no conoces a nadie, sientes que van a querer que te quedes tal y como te ves y no como te sientes, pero créeme: gatita y Madrina tienen un corazón enorme a su manera.

Zucker levantó más el tallo, ganando confianza.

—Las flores aún en capullo son hermosas porque alientan a la imaginación; una flor que ya floreció es lo que es. El capullo aún puede decidir si ser o no. Yo salí del mío y tú deberías hacerlo.

Volví a acariciarle los pétalos y me puse de pie.

—Debería ir a limpiar la chimenea. Más tarde vendré a darte más insectos muertos.

~Notas de autora~

(Estas son notas de Charlie, cada dato es 100% canon)

-Charlie Dandelion.

-Es el más alto en la cabaña (1.70)

-Tiene 24 años y su cumpleaños sería en verano (principios de agosto)

-Le gusta armar y desarmar cosas para tranquilizarse.

-Odia el frío. No disfruta el invierno.

-Sus colores favoritos son el amarillo y el verde.

-Aprendió a decir groserías gracias a Dulce y un chico de la florería en Gildy.

-Él hizo explotar el pozo de Cala cuando él tenía 16: trató de crear un sistema de tuberías que llevarían agua a toda la cabaña sin necesidad de usar un balde... pero algo salió... mal. El humo le quemó un poco la cara y lo dejó con "la cara de mapache".

-Si Charlie tuviera un familiar, sería un castor (por eso de que construyen y así.

-En total, tiene 20 cicatrices y dos de ellas no fueron por accidente.

-Su apellido, Dandelion, quiere decir Diente de León. 

-Fun fact de la autora: Charlie iba a ser un personaje femenino que sería a ser capaz de convertirse en un mapache o un ciervo. Iba a ser una criatura mágica, pero consideré que era demasiada magia para un solo libro. Lo siento si la idea es más alentadora ja,ja.

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Posdata que quise poner porque me sale de los ovarios:

LOS CHICOS TRANS SON CHICOS.

LAS CHICAS TRANS SON CHICAS.

Y si eres trans, eres válido y válida y si en tu casa no te aceptan, yo sí, porque si bien no pasé, no estoy pasando y no pasaré lo mismo que tú, sé que a veces necesitamos una persona que nos de un abrazo y que diga que todo está bien, que lo que sientes está bien.

Quiérete, cuídate, ámate, no por ellos; por ti. 

Si alguien alguna vez dijo "no te quiero por lo que eres" Pues yo sí. Ahora están siendo adoptados y adoptadas como cebras oficiales. ¡Pinta tus rayas como quieras! Después de todo, no hay dos cebras iguales.

Gracias por leer, Cebritas, Cebra Alfa les quiere <3  

Dulce BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora