d e u x.

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Los pulmones de Paul se desinflaron tan rápido que pensó que se desmayaría ahí mismo, pero por cuestiones de reputación eso no podía, ni debía suceder bajo ninguna circunstancia. Se quedó perplejo y sus ojos solo parecía enfocar hacia donde se encontraba el muchacho. 

—Chicos, él es Paul, es nuevo.- lo presentó Cynthia y los tres desconocidos lo miraron con diferentes expresiones. El sujeto le dedicó una sonrisa burlona que parecía conocer a la perfección, a su lado un chico muy pálido y de altura superior al resto le sonrió amigable, al igual que un muchacho bajito de ojos azules que los acompañaba. 

—¿Ya hiciste tu obra benéfica del día, Cyn? Eres rápida.- se burló el sujeto de la castaña y esta lo miró con una sonrisita boba. 

—Vamos, John, tiene cara de ser perfecto para el grupo.- aclaró mientras lo empujaba hacia el frente y Paul no se pudo concentrar en nada más a parte de tratar de visualizar los ojos del tal "John". 

—¿Qué tanto me miras, novato?- preguntó amenazador para por fin quitarse las gafas y dar una vista perfecta de su rostro. 

Sí, definitivamente era él... ¿pero cómo podía ser posible?

—Nada, es solo que te pareces a alguien que conozco.- se justificó y el muchacho bajito le sonrió. 

—A veces John es un poco tosco y agresivo. No te preocupes por su actitud, después de un rato y cinco cervezas se vuelve un ser adorable.- aclaró y el sujeto volteó los ojos mientras sacaba un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta. 

—Eres un imbécil, Ringo.

—Por cierto, me llamo Richard, pero todos me dicen Ringo.- se presentó formalmente y ambos se tomaron de la mano. 

—Pete Best.- se presentó el más alto y siguieron el mismo proceso de reconocimiento. Pero a pesar de todas esas presentaciones, la mano de quien realmente quería tocar no se animaba a hablarle siquiera. 

Se quedó allí con ellos por unos minutos más que se le hicieron sumamente agradables y pasado ese tiempo, cuando a todos les correspondía dirigirse a las aulas, el sujeto, quien se llamaba John en aquel universo, se bajó del muro en el que se encontraba y tomó con cierta brusquedad los hombros de Cynthia. 

Le sonrió con encanto y se pusieron a caminar hasta desaparecer detrás de las puertas principales de la escuela. 

—John y Cynthia han estado saliendo desde hace unos tres meses. A veces se vuelve incómodo, pero bueno, es asunto de ellos.- le explicó Ringo a Paul quien solo se limitó a asentir pensativo. 

—¿Qué clase tienes, Macca?- preguntó Best mientras se arreglaba su chaqueta café.

—Fundamentos del arte, en frente del salón de música.

—¡¿De verdad?! ¡Igual que yo!- se alegró con emoción Ringo y Paul le sonrió de vuelta,— Adiós, Pete, vete a tu asqueroso taller de fotografía. 

Se despidieron con la mano y siguieron su camino hacia donde les correspondía. Cynthia tenía razón, era imposible perderse con semejante salón inmenso al cual le dedicaban la maravilla de la música, seguramente de todo tipo, por ser una escuela tan liberal. Entraron tranquilamente al salón y todos los allí presentes saludaron a Ringo de muchas maneras. 

Unos alzando la cabeza, otros con la mano y la gran mayoría acercándose a preguntarle qué tal había estado su verano. Todos parecían adorar a su nuevo amigo, y eso le hizo sentirse contento de haber dado con él, pero de todos modos el tema que tenía protagonismo en su cabeza era el de John. 

Like dreamers do. | McLennon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora