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Al llegar a casa la pequeña le contó todo lo que habia pasado ese día y lo que habia pasado las 2 semanas anteriores. Minho quería golpear algo, sentia mucha impotencia al no haberse dado cuenta, ni siquiera por las repentinas pesadillas que atacaban el sueño de su hermana todas las noches, razon por la que ella llegaba a media noche a su cuarto para dormir con él.

-¿Quien era el chico del parque?-Preguntó mientras le desenredaba el cabello.

-Mi nuevo amigo, se llama Felix-Sonrió.

-¿Ya lo conocías?-Frunció el ceño y ella negó rapidamente.

-Lo conocí hoy, se acercó cuando estaba llorando en esa banca y me preguntó como estaba y entonces comenzamos a hablar o en realidad yo hablaba y él escribia en su cuaderno pero fue bastante genial-Habló rapidamente emocionada.-Es de tu escuela, tienen el mismo uniforme-Lo miró hacia arriba con una sonrisa y él le puso su mano en la cara.-¡Oye!-Se quejó.

[...]

La madre de Felix veía con una leve sonrisa a su hijo, quien miraba los 2 libros frente a él con brillo en sus ojos.

-Muchas gracias mamá-Dijo el de pecas en lenguaje de señas con una gran sonrisa.

-Esta vez no los leas tan rápido-Respondió de la misma manera y acarició su mejilla con su pulgar. Hoy habia ido a la clinica para hablar con el doctor Kim sobre la situación de Felix y la operación que le permitiría volver a oir.-Lo siento tanto-Susurró reteniendo sus lagrimas. El menor estaba revisando los libros así que no la vio limpiarse el rostro. Besó su coronilla y se levantó de la mesa rumbo a su habitación.

Durante la cena le contó a su madre sobre lo que ocurrió esa tarde, ella se emocionó mucho y lo felicitó. Aquello hizo sentir muy bien al menor, sentia que era capaz de cualquier cosa.

-No oir no significa que seas inutil hijo-

Eso se lo dijo su madre hace unos años atrás y por fin el día de hoy le hizo sentido. La sintió de verdad.

Cuando perdió la audición todo perdio color para él, solo queria desaparecer. A sus 7 años pensó en quitarse la vida, no podia jugar con el resto de los niños, en la escuela no podia separarse de Hyunjin, todos lo miraban como si fuera raro, su madre estaba despreocupando su trabajo para estar con él, a veces a Hyunjin se le olvidaba que ya no oía y le hablaba. No lo culpaba a él, sino a si mismo por no haberse dado cuenta del auto que no frenó en el semaforo en rojo, claro que la culpa no era de Felix, pero él si lo sentía así.

Pudo morir ese día, los paramedicos de la ambulancia hacian de todo para manternerlo despierto, su madre no paraba de rezar mientras sostenia su mano.

Actualmente no recordaba nada de ese día, solo que el auto venia hacia él pero era algo borroso.

Un rayito de esperanza creció en su corazon cuando leyó en internet sobre operaciones auditivas, la mayoria salian bien, aunque la recuperación tomaba tiempo. Sabia que eran costosas, por eso comenzó a ahorrar todo el dinero que le llegaba por su cumpleaños y navidad. Desde los 13 años está ahorrando, aunque a los 14 gastó todo lo que tenia en una consola. Pero bueno, cosas que pasan. Su madre no sabia de su plan de ahorro, queria darle una sorpresa cuando le dijera que estaba en lista de espera para aquella operación.

Sonrió viendo la caja que tenía escondida en un rincon de su armario.

Algún día, pensó suspirando.

A la mañana siguiente no pudo despertar de mejor humor, y eso dejo confundida pero contenta a su madre.

Lo que sucedió con la pequeña Yuri de verdad le subió todo, el animo, el optimismo y el autoestima.

I want to hear you [MinLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora