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Harry se quedó observando a ____ mientras ella se sentaba con las piernas cruzadas en la cama y se comía el bocadillo de jamón, beicon y queso que le habían pedido al servicio de habitaciones. Parecía saborear cada uno de los bocados y comía con una reverencia que él no veía muy a menudo. No se apresuró, pero había una urgencia en sus movimientos que Harry no terminaba de descifrar.

Y cada vez que le daba un sorbo al chocolate caliente la expresión de su rostro se volvía soñadora. Ojalá le hubieran traído más de una taza.

No habían querido que se vistiera. Harry la quería en su cama, donde pudiera verla, sentirla y tocarla cuando quisiera. Ash sí se vistió cuando fue a recibir al servicio de habitaciones.

Sería fácil decirle a Ash que se fuera para poder disfrutar del resto de la noche a solas con ____. Le gustaba la idea de estar solos ellos dos, en la cama y desnudos, disfrutando el uno del otro y de hacer el amor tanto como quisieran.

—Estaba buenísimo —dijo ella cuando le dio el último sorbo al chocolate caliente—. Gracias.

—De nada —dijo Harry con voz grave.

Ash se llevó los platos y los dejó en el salón. Cuando volvió se desnudó de inmediato y a ____ se le cortó la respiración de la ansiedad que la invadió cuando Ash hubo regresado.

Harry la observó detenidamente y buscó alguna señal de vacilación o duda sobre lo que estaba a punto de ocurrir. Si la veía lo más mínimamente reacia, iba a poner fin a toda esa maldita situación y no le importaba si cabreaba a Ash o no. Nada de esto tendría que estar ocurriendo. Él no quería que su mejor amigo estuviera aquí, compartiendo a su mujer.

Su mujer.

Harry ya la había reclamado y aun así estaba a punto de dejar que Ash se la follara. Otra vez. La palabra retorcida no comenzaba siquiera a describir la escena.

—Ponte de rodillas y usa esa boca con Harry, cariño. No quiero que nos precipitemos. Iremos a paso lento pero seguro para prepararte y no hacerte daño.

____ abrió los ojos como platos y los sentidos de Harry se pusieron en alerta. No iba a dejar que Ash llevara las riendas de la situación ni en sus mejores sueños. Lo harían a la manera de Harry, aunque, para empezar, ni siquiera fuera eso lo que él quería.

Harry negó con la cabeza y detuvo a Ash cuando este se dirigía a la cama.

Luego simplemente se giró hacia ____ y la besó en esa increíble boca que tenía antes de deslizar la lengua entre sus labios. Sabía al chocolate que se acababa de beber. Deliciosa y caliente. Su respiración escapaba en pequeños jadeos hasta la de él. Harry quería más. Mucho más.

—Voy a prepararte —le informó repitiendo las palabras de Ash—. Pero lo vamos a hacer a mi manera. Te quiero caliente y húmeda. Y la forma en que me voy a asegurar de que eso es así es lamiéndote hasta que estés a punto de correrte.

Ella tembló con delicadeza ante sus palabras. Era tan receptiva… A Harry le encantaba pensar que era de esa manera solo con él. Sabía que no eran imaginaciones suyas el hecho de que estuviera más centrada en él que en Ash. El otro estaba allí, sí, pero la conexión entre Harry y ____ había sido intensa. No había ninguna duda.

—Túmbate y abre las piernas —dijo Harry añadiendo un ápice de orden en su voz. Ella había respondido bien a su voz autoritaria antes, y ahora hizo lo mismo. Los ojos se le habían oscurecido y el rostro suavizado debido a la sumisión.

Olvidándose de Ash —Harry no sabía siquiera dónde se encontraba en ese momento—, bajó por el cuerpo de ____ besándola y lamiéndole el cuello, luego los pechos, más abajo hasta llegar a su vientre plano y finalmente hasta los leves rizos que tenía entre las piernas.

Mi Fervor (02)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora