Harry se despertó sin esa agudeza mental que usualmente poseía. Normalmente se levantaba temprano. No tenía siquiera un despertador, siempre se despertaba a la misma hora sin importar si tenía que trabajar o no.
Sin embargo, esa mañana se despertó con desgana, con el cuerpo saciado y sin fuerzas y con una feliz satisfacción recorriéndole las venas. Alargó un brazo automáticamente hacia ____ al anhelar sentir su piel bajo sus dedos.
Pero al encontrarse con un hueco vacío, Harry frunció el ceño y se despertó por completo mientras se apoyaba en un codo para mirar al lado de la cama que había quedado vacío junto al suyo. La única evidencia de que había estado allí era la almohada hundida, aunque hubiera pasado la mayor parte de la noche con la cabeza apoyada contra su hombro y el cuerpo acurrucado contra su costado.
¿Cómo había salido ____ de la cama sin que él se hubiera dado cuenta? Sacudió la cabeza y lanzó las piernas hacia fuera del colchón. Se sentó y se estiró antes de levantarse e ir en su busca.
Caminó hacia el salón sin prisa ninguna mientras se pasaba una mano por el cogote y luego por la coronilla. Todo estaba completamente silencioso. Y vacío.
Su mirada se paró en la puerta cerrada del otro dormitorio que había al otro lado del salón y le golpeó el pensamiento de que era muy posible que ____ estuviera dentro de esa habitación. En la cama con Ash. Apretó los puños con fiereza y respiró con dificultad. Acortó la distancia y, una vez hubo llegado a la puerta, apoyó la mano en el pomo y vaciló un instante.
Lo último que quería ver era a ____ en los brazos de Ash. La sangre le hervía de furia en las venas. Respiró hondo varias veces en un intento de controlarse. Apretó la mano alrededor del pomo de la puerta hasta que los nudillos estuvieron blancos del esfuerzo.
Lo giró rápidamente y abrió la puerta. Sus ojos buscaron inmediatamente la cama. Los entrecerró y alzó ambas cejas cuando vio a Ash desparramado sobre la cama. Solo. Sin señales de ____ por ningún sitio.
Ash se movió y abrió los ojos. Levantó la cabeza y gruñó cuando vio a Harry.
—¿Se está incendiando el hotel?
Harry no respondió y Ash apoyó de nuevo cansadamente la cabeza sobre la almohada.
—¿No? Entonces vuelve a la cama de una puta vez y déjame en paz — refunfuñó Ash—. Es muy temprano.
—Estaba buscando a ____ —dijo Harry quedamente.
Ash volvió a levantar la cabeza y lo miró con ojos cortantes.
—La dejé contigo, tío.
—No está allí. No está en la suite.
Ash se incorporó sobre los codos y la sábana le cayó hasta la cintura.
—¿Se ha echado atrás?
Los labios de Harry formaron una fina línea.
—No lo sé. Quizás ha ido abajo a por algo.
Ash arqueó una ceja dando a entender que Harry era un imbécil. Harry soltó la respiración y se dio la vuelta para abandonar la habitación de Ash.
—Espera un segundo, tío, y te ayudaré a buscarla —añadió Ash.
—Está bien.
La mirada de Harry recorrió la habitación una vez más en busca de algo. Cualquier pista. Algo que le dijera que iba a volver. Cuando volvió al dormitorio donde él y ____ habían dormido, se percató entonces de que su ropa no estaba donde ella la había lanzado la noche anterior. No había nada que sugiriera que había estado allí toda la noche.
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