-Señor Styles, siento interrumpirle, pero tiene una llamada urgente de Kaden Ginsberg. Le dije que estaba de reuniones pero insistió en hablar con usted de inmediato.
Harry se levantó rápidamente de su asiento y salió de la oficina donde él, Gabe y Ash estaban manteniendo una conferencia internacional con el grupo de inversores de su hotel en París. Tanto Gabe como Ash se levantaron, preocupados, pero Harry se fue raudo a su despacho sin pronunciar ninguna otra palabra.
-Styles al habla -ladró Jace cuando cogió el teléfono.
-Señor Styles, tiene que ir al hospital Roosevelt lo más rápido posible - soltó Kaden sin preámbulos.
La sangre se le heló en las venas y tuvo que sentarse antes de que las piernas le cedieran.
-¿Qué demonios ha pasado?
-Es la señorita Willis. La llamé esta mañana para decirle que Kingston había vuelto al apartamento. La escolté yo mismo hasta arriba y me quedé con ella. Me quedé justo fuera del apartamento para que ambos pudieran hablar en privado. Cuando volví a entrar, estaba inconsciente en el suelo del salón.
-¿Qué cojones ha pasado? -explotó Harry.
-Señor, no pinta bien. Ella no está bien. Parece ser un caso de sobredosis - dijo Kaden con voz queda.
A Harry se le encogió el corazón y el pánico se instaló en su cerebro, dejándolo incapacitado para hablar o pensar. ¿Sobredosis? Oh, Dios. ¿Había intentado matarse? ¿La había llevado él a hacerlo?
-¿Sobredosis? -graznó-. ¿Estás seguro?
-No estoy seguro de nada. Llamé a una ambulancia pero su respiración era muy débil y apenas pude detectarla. Me asusté mucho. Le hice el boca a boca. Aún tenía un pulso muy débil. Cuando los médicos llegaron, le pusieron una mascarilla de respiración asistida y la metieron en la ambulancia tan pronto como pudieron. En estos momentos estamos de camino al hospital. Deberíamos llegar en un par de minutos.
-Voy para allá -dijo Harry secamente.
Colgó y se levantó de la silla. Se tropezó con Gabe y Ash, que estaban ambos en la puerta, escuchando.
-¿Qué narices ha pasado? -exigió Ash.
-____ va de camino al hospital. No pinta bien -les comunicó con la voz ahogada-. Parece una sobredosis.
-Mierda -soltó Gabe en voz baja.
-Tengo que ir con ella -dijo Harry intentando apartar a sus amigos.
-Joder, no. No estás en condiciones de conducir a ningún lado -rebatió Ash agarrándolo del brazo.
-Gabe y yo te llevaremos.
-No me importa una mierda quién conduzca. Tengo que llegar allí cuanto antes -rugió Harry.
-Tranquilízate, tío -dijo Gabe-. Contrólate. Lo último que necesitas en estos momentos es perder la cabeza. Respira hondo. Sé fuerte por ____. Te llevaremos. Ash, llama al chófer. El mío estaba pendiente de que le avisara. Había planeado llevar a Mia a comer después de las reuniones, así que está a la espera. Dile que se dirija a la entrada principal de inmediato.
-¿Cómo puedo relajarme cuando yo he sido el cabrón que le ha hecho esto?
-preguntó Harry con voz atormentada.
-Dios -juró de nuevo Gabe.
-Vamos, estamos perdiendo tiempo -los cortó Ash.
Salieron del edificio y corrieron hasta el coche cuando el vehículo estacionó en la entrada. Gabe se sentó delante y dirigió al conductor mientras Harry se acomodaba con Ash en el asiento trasero.
Su mente estaba en blanco. Su corazón desgarrado. Lo único que podía sentir era un miedo paralizador que le ahogaba y no le dejaba respirar. Estaba completamente destrozado. En todo lo que podía pensar era en la última noche, en la mirada que denotaba su rostro, en la desolación de sus ojos y la acusación de que no confiaba en ella, de que nunca lo había hecho. En que le había dicho que quería cortar, irse. En que le había dicho que no quería dormir a su lado.
Los recuerdos lo invadieron. ____ la primera noche que la había visto. Sus preciosos ojos. Su sonrisa arrebatadora. Cómo había respondido a sus caricias. Y ahora todo eso podía desaparecer de un plumazo porque había sido el peor de los cretinos. Podría haber evitado esta situación si se hubiera quedado con ella esta mañana. Debería haber aclarado las cosas con ella. Debería haberse asegurado de que le quedara claro que ella era lo más importante de su vida. Pero no lo había hecho y ahora ____ se encontraba en una camilla dentro de una ambulancia luchando por su vida.
-Harry, tío, respira -murmuró Ash-. Mantente arriba. Tienes que ser fuerte por ella.
Alzó la mirada y se encontró con la de Ash. El frío y el atontamiento se habían apoderado de su cuerpo hasta llegar a bloquear todo lo demás.
-Yo le he hecho esto. Joder, yo la llevé a hacerlo. Tú estabas allí. Sabes lo que hice. Lo que os hice a ambos.
-Eso no lo sabes -espetó Ash-. Cálmate hasta que no sepamos qué ha ocurrido.
-Kaden dijo que apenas podía respirar. Tuvo que hacerle el boca a boca. Los médicos tuvieron que ponerle respiración asistida. Kaden dijo que tenía pinta de tratarse de una sobredosis. Ahora dime. Después de la escena que presenciaste anoche cuando os acusé a ambos, de lo molesta y devastada que ella estaba porque fui un completo imbécil, dime que no he tenido nada que ver con lo que ha pasado. Esto es por mi culpa, tío. Me fui esta mañana cuando debería haberme quedado con ella para arreglar las cosas. Pero me fui porque quería dejarle un poco de espacio. Prioricé el trabajo, un acuerdo empresarial, en vez de estar por ____ y de atender lo que ella necesitaba de mí. La dejé pensando que todavía no confiaba en ella. Tú no la viste. Sus ojos estaban hinchados de haber llorado toda la puta noche. Nos fuimos a la cama y ella me dio la espalda toda la noche. Maldita sea, me quería dejar anoche y yo no se lo permití. Ella quería dormir separada de mí y yo no lo permití tampoco. Así que se tumbó en la cama a mi lado y lloró porque soy un gilipollas arrogante que perdió los papeles por nada.
-Tío, tienes que calmarte -dijo Gabe con seriedad. Se giró en el asiento delantero y lo miró con dureza.
-No sabes qué ha ocurrido. Ninguno de nosotros lo sabe. Hasta que lleguemos allí y ella nos explique lo que ha pasado, no debemos precipitarnos con conclusiones infundadas. No puedes hacerle esto a ella.
-Apenas estaba respirando -soltó Harry-. Puede que ni siquiera siga viva cuando llegue. Dios, no puedo perderla. No así. Maldita sea, no soy lo suficientemente bueno para ella. Ella intentó decírmelo. Yo sabía lo que nuestra relación le estaba haciendo. Ya casi ocurrió una vez. Casi se tomó una pastilla cuando la hice enfadar la última vez. Pero me aferré a ella porque fui demasiado egoísta como para hacer lo contrario. Yo solo estaba mirando por mis deseos y necesidades y la necesitaba a ella más de lo que necesito respirar.
-Pisa el freno -ordenó Ash-. Hasta que no tengamos la historia completa, no puedes estar tomando decisiones estúpidas y precipitadas. Ella te necesita, tío. Te necesita más que a nada ahora mismo. Lo que sea que haya ocurrido, no es bueno y te va a necesitar a ti como apoyo. Sea lo que sea, lo arreglarás. Pero no será posible si ya te estás echando las culpas y diciendo que estaría mejor sin ti. ¿De verdad piensas que ella está mejor en la calle con el maldito Kingston, a quien obviamente no le importa una mierda la clase de vida que lleva? Joder, que le estaba dando drogas. ¿Te suena eso a la clase de hombre con la que ____ tiene que estar?
-Yo le puedo dar una vida mejor. Pero yo no tengo por qué estar necesariamente en ella -dijo desoladamente-. Le hice daño. Le he hecho daño día sí, y día también. Nadie debería soportar esas tonterías. Le puedo dar una vida mejor y luego desaparecer. Dejarla tomar sus propias decisiones. Me aseguraré de que siempre tenga todo lo que necesite, pero quizás lo que menos necesite es... a mí.
-Te juro por Dios que te voy a partir la cara como no cierres esa bocaza - gruñó Gabe-. Ahora no es el mejor momento para rajarse. Échale un par de huevos y estate ahí con ella. Averigua lo que ha pasado y luego arréglalo. ____ es frágil, pero ahora lo va a ser incluso más. No sabemos qué la llevó a hacer esto. Hay muchas preguntas para las que no tenemos respuesta. Y hasta que no consigamos esas respuestas, a quien ella más necesita es a ti. Que estés allí a su lado, apoyándola y queriéndola.
Harry se quedó callado. Cerró los ojos y se torturó con imágenes del cuerpo sin vida de ____. De su rostro pálido, muerta, con manchas negras bajo los ojos que aún mantendría de forma permanente de la noche anterior. De ella muriendo pensando que no la amaba ni confiaba en ella, o pensando que no era lo más importante de su vida. De ella muriendo sin haberle dicho cuán arrepentido estaba y lo mucho que la amaba.
Ella lo era todo para él y se iba a asegurar de que le quedara bien claro.
Gabe tenía razón. No importaba lo que hubiera pasado o por qué ____ había hecho esto. Ella lo necesitaba. No iba a dejarla marchar a menos que lo convenciera de que de verdad no lo quería ni a él ni a su amor. E incluso entonces se aseguraría de que siempre tuviera todo lo que necesitara o le hiciera falta. Aunque le rompiera el corazón y el alma no formar parte de su vida.
-Voy a casarme con ella tan pronto como sea posible -declaró Harry con voz ronca-. Juro por Dios que si sobrevive a esto, voy a casarme con ella y a pasar el resto de los días asegurándome de que sabe dónde se encuentra mi corazón.
-Eso está mejor -dijo Ash.
Harry alzó su atormentada mirada hacia Ash.
-Lo siento, tío. Más de lo que puedas imaginar. No pensé que de verdad estuvieras flirteando con ella. Tuve un día horrible y hablé sin pensar. Quería pagarlo con alguien y tú y ____ resultasteis estar allí a la hora menos adecuada.
Ash hizo un ruido de impaciencia con la boca.
-Ya hemos pasado por eso. Ya dijiste lo que tenías que decir anoche. Ya está. No te diré que vaya a tolerar esas tonterías otra vez, pero es agua pasada. Ahora solo tienes que arreglar las cosas con ____.
-Sí -susurró Harry-. Ojalá tenga la oportunidad. Dios, no la dejes morir. Tiene que vivir. Tenemos que seguir adelante. Por favor no la dejes morir.
La pena era asfixiante, lo dejaba sin aire. Era un peso que recaía sobre cada parte de su pecho hasta ser completamente insoportable. No podía perderla. No así. Nunca así. Harry no sobreviviría si ella moría.
-Necesitará ayuda -dijo Gabe en voz baja-. Terapia. Si intentó suicidarse, va a necesitar ayuda profesional.
-Tendrá todo lo que necesite -dijo Harry-. Y todo el tiempo que lo necesite. Pero yo estaré con ella en cada momento. Nunca volverá a estar sola otra vez.
El conductor frenó de golpe justo en la entrada de Urgencias y Harry salió del coche y entró corriendo. Encontró a Kaden de inmediato. Harry agarró al hombre mucho más grande y alto que él de la camisa y se acercó a su rostro.
-¿Dónde está?
-Están atendiéndola ahora -contestó Kaden con seriedad-. El médico salió brevemente para preguntar por su familia. Le dije que estabas de camino. Dijo que se trataba de una sobredosis pero no pueden hacer que recupere la consciencia lo suficiente como para preguntarle qué ha tomado y cuánto.
-¡Joder! -explotó Harry.
Soltó a Kaden y luego caminó hacia el mostrador y hacia la recepcionista de ojos recelosos.
-____ Willis -soltó con vehemencia-. Quiero verla ahora.
Ella se levantó y rodeó la mesa al mismo tiempo que Gabe y Ash se acercaban por detrás de Harry.
-Señor, los médicos están con ella ahora mismo. Tendrá que esperar aquí.
-¡Y una mierda! Lléveme hasta ella. Tengo que verla. No va a morir sola. Tengo que verla.
Con gesto desesperado, la recepcionista miró a Gabe y a Ash, como si estuviera pidiéndoles ayuda para calmarlo. Menos mal que ninguno de los dos se movió ni emitió una sola palabra. Al contrario, se la quedaron mirando para demostrarle que Harry contaba con todo su apoyo.
-Belinda, déjelo pasar -dijo un médico que se hallaba a pocos pasos de distancia.
Harry inmediatamente se volvió hacia el médico.
-¿Está bien? -Su corazón latía frenético y su respiración era irregular; luchaba por permanecer erguido. Un miedo atroz se apoderó de él. ¿Y si el doctor había salido para decirle que había muerto?
-Venga conmigo -dijo el médico con voz queda.
Harry lo siguió, cada paso lleno de un temor atroz. Lo acompañó hasta una habitación donde ____ yacía pálida y silenciosa en una cama. Alrededor de ella había varios médicos y enfermeras. Tenía un tubo metido por la garganta y otro por la nariz. Le estaban administrando algo que no tenía muy buena pinta por el tubo de la nariz.
-¿Está... todavía viva? -preguntó ahogadamente.
-Estamos intentando estabilizarla pero aún no ha recuperado la consciencia -informó el doctor-. No sabemos qué ingirió ni en qué cantidad, así que estamos trabajando a ciegas. Hemos intentado despertarla para que nos diga qué ocurrió, pero hasta ahora no hemos tenido suerte. Quizás usted pueda obtener una respuesta de ella.
Harry se precipitó hacia la cama y una de las enfermeras se apartó de en medio para que pudiera llegar junto a ____.
Le levantó una mano y la rodeó con las suyas. Se la acercó a los labios y presionó la boca contra sus dedos. Las lágrimas le ardían en los ojos y Harry tragó saliva con dificultad, respirando hondo para no perder la compostura.