____ se despertó junto al cuerpo duro de un hombre que la tenía completamente rodeada. Por un momento se asustó mientras intentaba recuperar su sentido de la orientación. Estaba desorientada y no pudo reconocer de inmediato el lugar donde se encontraba. Luego, cuando sus párpados se abrieron, se encontró con los ojos de Harry observándola mientras despertaba y todo lo que había pasado el día anterior volvió a ella de golpe.
Ella se lo quedó mirando sin decir nada, abrumada por el hecho de que Harry se hubiera adueñado de su vida sin más, y por lo mucho que esta había cambiado en menos de veinticuatro horas. No podía siquiera entenderlo todo. Parecía tan... surrealista, y aun así lo recibía con los brazos abiertos.
Aunque sabía que debería resistirse, una gran parte de ella estaba aliviada. Había estado sola, valiéndose por sí misma y viviendo una existencia espartana a duras penas durante tanto tiempo que tener ahora a un hombre haciéndole todas esas promesas de cuidarla y protegerla la hacía marearse. Y la tentaba también.
Su vida no era mucho, pero era a lo que estaba acostumbrada. ¿Cómo se suponía que iba a ajustarse al mundo donde Harry vivía?
Sí, él había insistido mucho en que vivían en el mismo mundo, pero ella no iba a caer en esa trampa. Ambos podrían ocupar el mismo universo pero su vida era tan diferente a la de ella que no podía siquiera concebir las diferencias. Él tenía riqueza y poder. Su vida estaba bien ordenada y tenía unos estándares más exigentes. ¿Qué demonios quería tener con ella? ¿Por qué narices la quería? No tenía ningún sentido para ella. Desafiaba toda lógica.
-¿Qué estás pensando? -murmuró.
-Que no tengo ni idea de por qué estás tan decidido a involucrarte en mis problemas -susurró-. No entiendo por qué un hombre como tú querría tener algo que ver conmigo. Es una locura, Harry. No puedo entenderlo. Nada. Es como un extraño giro en la historia de Cenicienta, solo que para chicas como yo no hay finales felices ni se comen perdices.
-Estoy empezando a arrepentirme de cada vez que te pregunto en qué estás pensando -gruñó-. Eres demasiado honesta. Creía que iba más en la línea de que pensaras lo guapo que soy. O quizá que te has despertado fantaseando con que te follara mientras aún estabas medio dormida. Eso otro que estabas pensando es un sinsentido, y te juro que aunque me lleve una eternidad, voy a sacarte esas tonterías de la cabeza.
Ella esbozó una sonrisa y se relajó sobre la almohada. Sus ojos brillaron cuando se rió y su abrazo se reafirmó a su alrededor.
-Dios, tienes una risa preciosa -le dijo con voz ronca-. Y tu sonrisa... me quita la respiración.
El cuerpo de ____ reaccionó ante la mirada que llevaba pintada en su rostro.
-No puedes hablarme así -dijo en voz baja-. Nadie dice esas cosas de una mujer que acaba de conocer. Es una locura.
-Acabo de hacerlo. Y planeo seguir diciéndotelo hasta que te creas cada palabra.
Ella sacudió la cabeza en un intento de sacar de su mente toda confusión. En cualquier momento se despertaría en el centro de acogida y todo eso habría sido solo un sueño.
-Eres real -susurró.
Él rodó en la cama y se colocó encima del cuerpo de ella para poder mirarla directamente a los ojos. Su cuerpo se ajustó al de ella y lo cubrió al mismo tiempo que las sábanas se quedaban arrugadas en sus caderas. Maniobró hasta que los muslos de ____ se abrieron y ella pudiera sentir la enorme erección que asomaba justo entre las piernas.
-Soy real, nena. Esto es real. Somos reales. Cuanto antes lo aceptes, antes podremos seguir adelante y podrás ser feliz. Quiero que seas feliz. Quiero que estés contenta. Que no vuelvas a pasar frío. Que no te preocupes por la siguiente comida. Y, sobre todo, quiero que sepas sin ninguna duda que puedes confiar en mí. Yo te cubro las espaldas. Y el frente. Y los costados. Te tengo enterita y no te voy a dejar ir.
-¿Cómo puedes quererme después de lo que te dije anoche? -susurró.
Él se inclinó para besarla y ajustó su cuerpo al de ella con más intensidad. Alargó una mano por debajo de la almohada y sacó un condón. Ella lo observó, en estado de conmoción, mientras este alzaba su cuerpo tras rasgar el envoltorio con los dientes y se colocaba la goma de látex. Todo ocurrió tan rápido, con tanta destreza que todo lo que ella pudo hacer fue jadear cuando él se introdujo en su interior por completo.
Luego se paró, aún seguía mirándola directamente a los ojos con los suyos extrañamente tiernos.
-Todo lo que sé es que cuando te vi desde el otro lado del salón esa noche en la fiesta, todo cambió para mí. Hubo un reconocimiento instantáneo. No, no sabía nada de ti entonces, pero lo que sí sabía era que ibas a ser mía. Y con respecto a esa tontería de no quererte después de haberme contado tu pasado, bueno, es simplemente eso. Una tontería. Todos cometemos errores, nena. Nadie es perfecto. Yo no lo soy. Tú no lo eres. Sería aburrido a más no poder si ese fuera el caso.
Las lágrimas se acumularon en el lagrimal de ____ y él la besó en los rabillos de los ojos antes de que pudiera soltar alguna.
-No llores, ____. No en nuestra cama. No cuando estoy dentro de ti. Quiero que bloquees todo lo que no tenga nada que ver conmigo y contigo y lo que te hago sentir. Olvídate de todo menos de esto.
Harry se retiró y luego volvió a hundirse en ella con delicadeza.
Su voz cambió, se volvió más seria, pero su mirada nunca abandonó la suya.
-No estoy diciendo que vaya a ser fácil. Yo cometeré errores. Tú cometerás errores, sobre todo por las mismas diferencias que dices que hay entre nosotros. Soy consciente de que te llevará tiempo cambiar el chip y quitarte de la cabeza que no eres suficiente para mí. Me cabrea, pero sé que no puedes cambiar toda una vida entera de verte como te ves de la noche a la mañana. Pero voy a trabajar en ello y te voy a derrotar por insistente, así que ya estás avisada. Soy un cabrón persistente y nunca me alejo de algo que quiero, ya sea en los negocios o en mi vida personal.
Ella alargó los brazos hacia arriba para rodearle el cuello y luego lo atrajo hacia ella para besarlo en los labios. Harry pareció sorprendido ante el gesto tan repentino pero dejó que ejerciera el control.
-Cállate y bésame -susurró contra su boca.
Él sonrió pegado a sus labios.
-Eso sí que puedo hacerlo, nena.
Se callaron cuando sus lenguas se entrelazaron y colisionaron, enredándose hasta que a ____ le faltaba el aliento y comenzó a jadear. Harry soltó un leve gemido en la garganta y pasó los brazos por debajo del cuerpo de ella para poder tenerla más pegada a él.
Arqueaba las caderas con fluidez mientras deslizaba su erección dentro y fuera de ella hasta que ____ estuvo más que mareada de placer. Él estaba muy cerca. No había parte de ella que no estuviera tocando de alguna manera. Su cuerpo estaba pegado al suyo, ____ podía sentir cada sacudida, cada vez que los músculos de Harry se tensaban y se agarrotaban por el esfuerzo de sus movimientos.
Cuando él separó la boca de la suya y comenzó a dejar un reguero de besos por su mandíbula y luego por el cuello, ____ se dio cuenta de que esto no era ni de lejos como el sexo sin ataduras que había experimentado. No había nada mínimamente sucio o falto de emoción en lo que estaban haciendo.
No era siquiera como el trío que había tenido con Harry y Ash.
Por primera vez en su vida estaba haciendo el amor.
Y sonaba absurdo. Sonaba cursi y romanticón y otro montón de palabras que se le escapaban. La hacía sonar como una imbécil que no era capaz de separar las emociones del sexo.
Pero la simple verdad era que los únicos sentimientos que había experimentado previamente eran de vergüenza, de odio a sí misma, de desesperanza...
No sabía cómo procesar el bombardeo de emociones que Harry evocaba en ella. Estaba abrumada y no de la forma en que había mencionado el día anterior.
Él la rodeaba, la tocaba, la llenaba. Llenaba lugares que habían estado demacrados y dolientes durante mucho tiempo. Él llegaba hasta su mismísimo corazón y repartía cariño y felicidad.
____ lo abrazó y lo acercó más a ella. No quería que estuvieran separados ni un centímetro. Se colgó de él mientras este se enterraba en su interior con mayor profundidad y con mucha más fuerza hasta penetrarle el alma.
¿Abrumador? Totalmente. Todo lo que tuviera que ver con Harry removía los cimientos de su existencia. Le había cambiado radicalmente la vida en cuestión de horas y aun así no tenía miedo. Quizás debería tenerlo. Estaba en su cama otra vez, tras unas pocas horas de haber vuelto con él, y aun así no sentía que fuera algo malo. No sentía que fuera sucio. ¿Y no era eso lo que de verdad era importante?
-Nena.
La tierna voz de Harry la sacó de sus dispersos pensamientos.
-Mírame, nena.
Ella abrió los ojos y lo vio mirarla fijamente. Había preocupación en su expresión y una mirada de ternura que combinaba con el tono de su voz.
-¿Estás bien?
Ella simplemente asintió, no confiaba en su voz para responder.
-¿Estás segura?
Asintió otra vez y lo abrazó con más fuerza.
-Bésame.
-Nunca tendrás que pedirme eso.
Él la besó con fuerza, con posesividad. ____ se estremeció y arqueó su cuerpo; ella solo quería estar más cerca de él.
-¿Cuán cerca estás? -susurró.
-Casi estoy -le contestó ella.
-Dime lo que necesitas para llegar.
-Tú -dijo-. Solo tú.
Los ojos de Harry brillaron y este apretó la mandíbula. Y entonces la volvió a besar otra vez con más fuerza y con más pasión hasta que ella estuvo respirando su aire y él el de ella.
Estaban encajados tan fuertemente que ____ no sabía siquiera cómo se las había apañado para seguir penetrándola. Su orgasmo se fue formando poco a poco y con intensidad. Con tanta intensidad que sentía como si la estuvieran retorciendo.
Fue aterrador y enorme, abrumador de la mejor de las maneras. A esto no le tenía miedo. No esta vez. Lo sentía tan bien y tan perfecto... A lo mejor eso debería asustarla también. Fue entonces cuando se dio cuenta de que sin importar lo ridículo que sonara, confiaba en él. Confiaba en que cuidaría de ella. Sin importar el que en realidad no lo conociera. Que solo habían estado juntos dos veces y por cuestión de horas. Ella sabía que no haría nada que le hiciera daño.
Simplemente lo sabía.
-Confío en ti -susurró.
____ le tenía que dar eso. Sabía lo importante que era. Él quería su confianza y al mismo tiempo reconocía que le iba a llevar tiempo. Pero quería dársela ahora porque él ya le estaba dando mucho y eso era lo único que ella podía darle a cambio. Nada más. No había nada que le pudiera dar que él no tuviera ya. Excepto ella misma. No era suficiente pero era lo que él quería -lo que él había dicho que quería- y era lo único que tenía para darle.
-Ah, nena -gimió-. Haces que me deshaga.
Harry comenzó a moverse más rápido y con más fuerza. Era como si sus palabras lo hubieran lanzado por el borde de un precipicio. Su control había desaparecido y ella se deleitó en la ferocidad de su posesión.
____ se hizo agua a su alrededor por lo que Harry se movía con mucha más facilidad, embistiéndola hasta que ella jadeara debido a la profundidad de su invasión.
Luego ella comenzó a revolverse. Todo a lo que se había aferrado con tanta fuerza durante tanto tiempo empezó a aflojarse.
Era demasiado. Él le había dicho que se deshacía con ella, pero en realidad ella era la que se estaba deshaciendo por completo.
____ lo apretó en su interior; no quería que la abandonara. Quería vivir para siempre en este momento donde nada podía tocarla, donde nada más importaba. Era tan fácil olvidarse de su vida y de sus circunstancias... Porque en sus brazos ella era fuerte. Era digna.
Jadeando su nombre, ____ cerró los ojos para reprimir la repentina riada de lágrimas, pero incluso entonces las sintió deslizarse, vehementes, por sus mejillas. Nunca había estado tan devastada por un orgasmo, y parecía una palabra un tanto suave, incapaz de describir lo que estaba ocurriendo completamente.
El mundo se volvió borroso a su alrededor. Todo lo que podía sentir era a él en su interior. Su boca sobre su piel. Su miembro enterrado en su cuerpo. Dos mitades de un todo.
____ se quedó como flotando. Parecía que su cuerpo no pesaba y que su mente se iba completamente a la deriva. No estaba siquiera segura de estar consciente.
Y entonces se percató del peso de Harry sobre ella. Estaba flácido y su pecho se movía arriba y abajo con bastante esfuerzo, pero lo sentía tan bien... tan sólido encima de ella. No quería que se moviera nunca.
Posó sus labios sobre el hueco que formaba su clavícula y saboreó la conexión. Saboreó la sensación de ser querida. De ser preciada y cuidada a un nivel emocional.
Él se movió y ella comenzó a protestar, pero entonces captó la expresión de su rostro y paró. Harry se levantó lo suficiente para llevar una mano al rostro de ____ y ella se dio cuenta de que sus mejillas estaban húmedas debido a las lágrimas.
-Eh -dijo con gentileza-. ¿Qué es esto?
____ se avergonzó de su reacción. ¿Cómo podía explicar la enormidad de este sentimiento? Intentó apartar la mirada, pero él no la dejó. Bajó la mirada y comenzó a borrar el rastro mojado de su piel a besos, luego alzó la cabeza y la volvió a mirar directamente a los ojos otra vez.
-¿____?
Había preocupación en su voz, que la hizo sentirse aún más estúpida si cabía.-Estoy bien -dijo ahogadamente.
-¿Seguro?
-Nunca he estado mejor -dijo suavemente.
Él pareció entender entonces. Sonrió y la volvió a besar.
-Deja que me quite el condón y luego podemos hablar -dijo.
Alarmada, ella permitió que se incorporara y esperó a que tirara el condón.
Luego volvió a la cama y la cogió para pegarla contra su costado.
Le acarició el pelo en silencio mientras la abrazaba.
-No quiero que nada nos separe -pronunció finalmente.
Sin entender por completo a qué se refería, ella se quedó callada mientras esperaba.
-Necesitamos pedir cita con el médico para que te puedas hacer pruebas y luego también empezar con algún método anticonceptivo. No quiero ponerme condones. No quiero ninguna barrera entre nosotros. Por supuesto seguiré usándolos hasta que sea seguro, pero eres mía y quiero total acceso a ti. En todos los sentidos. ¿Estás de acuerdo?
Aunque ya lo sabía -él se lo había dejado más que claro- el escuchar que tenía toda la intención de tener sexo con ella regularmente la asombró. Todo sonaba tan... permanente, y ella sabía que la relación entre ellos podía ser de todo menos eso.
-¿Nena? Háblame. Estás demasiado callada. ¿Estás asustada? ¿Estoy yendo muy deprisa?
Ella casi se rio. ¿Ahora se preocupaba por ir demasiado deprisa? ____ no sabía siquiera si él tenía algún concepto de lo que era ir deprisa.
-No tengo ningún problema con lo del método anticonceptivo. Pero, Harry, tenemos que hablar.
Él la besó y la silenció en el proceso.
-No tenemos que hablar de nada más que de conseguirte lo que necesitas. Lo que necesitamos -se corrigió-. Es un hecho que vas a estar en mi cama, y terminarás viviendo en mi apartamento. Voy a intentar darte tu espacio para que te adaptes. No quiero abrumarte pero tienes que saber que voy en serio con esto. Y voy a rebatir cada pega que pongas que empiece con que no puedes estar conmigo.
-Guau -dijo en voz baja.
-¿Algo más que añadir? -preguntó con la diversión haciéndose eco en su voz.
-Supongo que no -murmuró.
-Bien. Entonces desayunemos y luego te llevaré de compras.
-Pero Harry, ¿y qué pasa con tu trabajo? No puedes simplemente saltártelo para ir de compras conmigo por capricho.
-Ser el jefe tiene sus ventajas -dijo con suficiencia-. Una de ellas es que puedo tomarme algunas horas libres. No es que me vayan a despedir.
-Entonces, de acuerdo.
Harry le dio una palmada en el trasero y luego se levantó de la cama, dejándola ahí tumbada sobre un costado.
-Voy a ducharme rápido y luego puedes adueñarte del cuarto de baño mientras preparo el desayuno. ¿Suena bien?
Ella asintió, incapaz de mantener la sonrisa escondida por más tiempo.
Él se la devolvió y los ojos se le iluminaron.
-Tienes que hacer eso más a menudo, y si me salgo con la mía, lo harás.Ella frunció el ceño, confusa.
-¿Hacer el qué?
-Sonreír.