Amor a escondidas

4

" Una cita diferente ".

Yeonhee creyó ciegamente que la actuación acabaría en ese preciso momento. Donde cada una se iría a sus casas y la dejarían tranquila, grave error.

Resulta que al final, por culpa de Suyun, termino teniendo una cita pero lo peor de todo no era la cita sino que sus amigas los seguían desde atrás.

-¿Esto realmente se considera una cita? -Pregunto confundida Yeonhee.

-Es una cita con chaperones -Respondio con inseguridad Yunseong- Créeme, de alguna forma podria ser peor.

-¿Cómo podría ser peor?.

-¿Realmente quieres que te responda?.

-Si, quisiera saber como esto puede ser peor.

Yunseong volteo a ver hacia atrás, apenas volteo a ver las amigas de su hermana trataron de fingir que no estaban atentas pero siendos honestos, ninguna sabe actuar adecuadamente como deberian.

Luego de verlas por unos instantes volvió su mirada a Yeonhee y la detuvo de caminar. Se acerco lo suficiente a su oído para susurrar:

-Podrian pedir que nos besemos aquí y ahora -Susurro Yunseong.

Al sólo escuchar la palabra beso con Yunseong su cuerpo se congelo por completo. Eso no podria pasar nunca en la vida, aceptaría un beso de Yunkyung pero uno Yunseong no, va contra cualquier regla en la vida.

La expresión asustada de Yeonhee logró hacer reír a Yunseong, este último llevo su mano a los cabellos negros de la menor y los revolvió causando que Yeonhee abriera sus ojos tan enormes como unos platos.

-T-Tu...

-No hagas drama por esa acción. Suelo hacerle eso a mi hermanita.

-Pero ellas estan mirando.

-Porque piensan que estamos saliendo, y no es así.

-Es cierto.

-Solo actúa conmigo hasta que nuestra cita termine.

-¿Y cuando va a terminar?.

-Dentro de poco, eso espero.

-De acuerdo.

-Ahora confia en mí.

Yunseong le hizo cosquillas a Yeonhee haciéndola reír, ante la mirada de sus amigas eso fue lo más bonito. Sobre todo para Yunkyung.

Luego Yunseong se alejó corriendo para que Yeonhee pueda alcanzarlo, se olvidaron por unos breves momento de las miradas del grupo de amigas concentrándose en aligerar la cita entre ellos.

-Parece que se divierten a pesar de nuestra intervención -Dijo Suyun viéndolos desde lejos.

-Es su amor más grande que nosotras mirando -Comento Yunkyung con una sonrisa.

-¿Ves? Suyun te dije que Yeonhee no estaba mintiendo -Dijo Chaewon- ¿Ahora puedes dejar a Yeonhee en paz?.

-Tratare de no molestarla mucho con su relación.

-Un paso a la vez -Comento Yunkyung.

-¿Como debo llamarlos apartir de ahora? -Pregunto Suyun pensando en un nombre de pareja- ¿YunYeon? ¿YeonSeong? -Volvio a preguntar indecisa.

-¿En serio es lo único en lo que piensas? -Dijo Chaewon para nada sorprendida de la actitud de Suyun.

-Si.

-HwangYeon -Fueron las palabras de Yunkyung- Me gustaría que se llamarán así.

-Suena bien.

-Me gusta.

-Nuestro trabajo ha terminado -Dijo Suyun tomando su celular- Debo volver a casa.

-Yo también -Dijo Chaewon sacando su celular- Debo pasar por mi hermano.

-De acuerdo, las veremos mañana.

-Bien, y recuerda que tres son multitud.

Yunkyung rodeo los ojos al ver como Suyun subia y bajaba sus cejas en modo de burla hacia su presencia.

La peli anaranjada las vio irse, no se movió hasta perder a sus amigas de vista. Corrió hacia donde se encontraba su hermano y su novia deteniendose solo cuando estuvo al lado de Yeonhee.

-Ya se fueron -Aviso Yunkyung arreglando sus cabellos anaranjados- Pueden detenerse.

-Uff -Suspiro Yeonhee apartandose por completo de Yunseong- Me estaba poniendo nerviosa.

-¿Te pongo nerviosa?.

-Para nada, tú no, es Suyun y sus millones de preguntas sin tener ni una idea de como responder, eso me ponen nerviosa.

Una sonora risa proveniente de los labios de Yunseong se escuchó, volvió a revolver los cabellos de Yeonhee por costumbre, como había dicho antes siempre lo hacia con su hermanita.

A Yunkyung no le pareció mal, es más, al conocer bien a su hermano sabe de ante mano que es una costumbre que nunca podría soltar. Si bien, ahora no suele dejarlo revolver sus cabellos anaranjados solia dejarlo hacerlo cuando su estado de ánimo era horrible.

-Entiendo, su amiga es demasiado metiche.

-Lo es.

-Yunseong, te daremos una recompensa por ayudarnos.

-No es necesario hacerlo Yeonhee.

-Es cierto, no es necesario.

-Pero quiero hacerlo -Dijo la pelinegra mirando a los hermanos- Por favor -Pidio con unos ojitos de cachorro.

Yunseong miro a su hermana confundido, ladeo su cabeza comunicándose con ella. La expresión de Yunkyung fue neutral, ella estaba acostumbrada a esa linda mirada de su novia a diferencia de Yunseong, y siempre terminaba igual: "Yeonhee consiguiendo lo que quiere".

-Solo acepta -Fueron las palabras provenientes de Yunkyung.

-Esta bien, aceptó.

-¡Vamos por unos Bingsu!.

La primera en caminar fue Yeonhee, la pelinegra con un mechón castaño sonreía enormemente al punto de dolerle las mejillas.

Los hermanos no tuvieron de otra que seguirla desde atrás, maravillandose con la buena actitud de Kim Yeonhee.

Les llevo un tiempo hasta encontrar una tienda, Yeonhee fue quien pago por los bingsu. En silencio comieron su delicioso y refrescante postre, la mirada alegre de Yeonhee alegraba todo el ambiente.

-Dejaremos de perder tu tiempo Oppa -Dijo Yunkyung limpiando sus finos y rosados labios con una servilleta.

-Supongo que estas echándome.

-Nunca habias sido tan listo hasta ahora, me agrada tu nueva inteligencia.

-Ja, ja, ja, no eres para nada divertida Yunkyung.

La nombrada rodeo los ojos para luego inflar sus mejillas un poco ofendida, ella es muy divertida. El corazón de Yeonhee se emocionó con ese tierno gesto que termino picando las mejillas de su novia.

-Detente -Pidio Yunkyung inflando sus mejillas.

-No quiero -Dijo Yeonhee en modo infantil.

Yunseong no es para nada tonto, podia notar que a pesar de la pequeña indiferencia de su hermana, en realidad ella disfrutaba de esos momentos.

-Es un placer ayudarlas -Comento Yunseong levantándose- Es hora de irme.

-Gracias Oppa -Agradecio Yeonhee- Sobre todo por esta cita diferente, fue interesante.

-Fue un placer.

El mayor término marchándose dejándolas solas. De esa forma las chicas tuvieron su momento a solas, lejos de cualquier preocupación de ser descubiertas.