Monzón y Spallatti volvieron entre risas a la pista improvisada, encontrándose con Ribba y Palacios bailando, demasiado entretenidos como para enterarse de su llegada. Prefirieron no interrumpirlos y se dirigieron a la barra, podían darse el lujo de escabiar un poco más mientras el menor estaba en la suya con el platinado.
— Wacho, alto cagaso cuando el Dam se dio cuenta. ¿El ojitos se habrá enterado? — preguntó el ojiverde mientras bebía de su trago.
— Nah', tranqui, no creo. Y con Dami sin drama, ni que fuera la primera vez que lo encuentro garchando. — soltó el morocho como si nada, volviendo hacia la pista. — Yo pensé que ibas a salir corriendo, no que me ganaba una tirada de goma. — agregó divertido, viendo como el teñido se atragantaba con su bebida.
— C-callate gil. — refutó Lit como pudo, desviando la mirada a cualquier otro lado que no fuese la sonrisa de Spallatti. — Encima vos terminaste con la boca llena, no podés ni hablar.
— Pero a mí no me avergüenza admitirlo, sos vos el que se pone en modo tomate por haberme acariciado la nutria. — acotó el ojinegro, carcajeando cuando el ojiverde bufó y se dio media vuelta, por lo que aprovechó para plantarle un beso en la nuca mientras le acariciaba la cintura. — Dale, no te me hagas el ofendido Johnson.
— ¿Ya volvieron? No te tenía tan precoz, Spallatti. — rio Ribba al percatarse de su presencia.
— No gil, cayó Dam con el ojitos a tu cuarto y nos cortó todo el mambo. — bufó Ignacio.
— Ah, re pelotudo. — burló Daniel. — En mi defensa, lo mandé a otra pieza. Seguro está tan mamado que se confundió.
Se quedaron bailando y conversando tranquilos, pasaron alrededor de quince minutos antes de que LaFuente y Oliva hicieran acto de presencia, claramente luego de tomar una ducha. Nadie hizo ningún comentario al respecto, continuaron disfrutando de la noche y la fiesta como si nada extraño hubiera ocurrido.
Cerca de las cinco de la mañana se aprontaron para irse, Ignacio tuvo que cargar a Mateo, que luego de probar un vaso de cerveza, sumado al cansancio de bailar tanto, quedó profundamente dormido. Se pidieron un Uber hasta el domicilio de Corazzina y de ahí tomaron un bus hacia la casa de Spallatti.
— Siempre camino flexin' por la street, aunque la' mirada' estén en mí. — canturreó Monzón luego de bajarse del ómnibus.
— ¿Y eso? — cuestionó el morocho con una mirada confusa.
— Ni idea rey, sólo pintó. — dijo Lit como si nada. — Uh, ¿habrá algo para el bajón? Tengo una re lija.
— Debe quedar pizza de ayer, sino vemo' ahí, algo debe haber. — respondió Igna. — ¿Pasaste bien?
— Má' vale compa, el Dani siempre activa altas jodas. Y el wachín parece que la pasó bien también. El ojitos quedó re meloso con el Dam también. ¿Decís que la encara ahí? — consultó el teñido.
— Sí, yo qué sé. Dam nunca fue de engancharse mucho que yo sepa, pero allá él. Igual está cebado con él y es copado el flaco así que ni idea. — restó importancia el ojinegro. — Igual lo preguntaba por otra cosa..
— Sí, ya sé gil. Pasa que no sé como podemos estar tan mufados wacho. — se quejó Monzón. — Cuando vi que se metieron al cuarto fue el colmo boludo. El Eckonomía no nos habrá hecho alguna macumba o algo, ¿no? Lo veo capaz al cabeza de brujo ese.
— No seas tarado, encima que me dejó tranquilo el resto de la noche. — reprochó Ignacio, intentando contener la risa. — Igual capaz que tiene que ver con la plumas que encontré abajo de la cama. — burló, riendo ante la cara de sorpresa del contrario mientras abría la puerta de su casa. — Dale bobi, entremo'.
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Fragmentado - Litcko
FanfictionSi quieren formar parte de mi vida, entonces tienen que aceptarlos a ellos también. - Colaboración con la mejor, @Okupa-09