Yes, Daddy

Capítulo 25: Dos ángeles y un demonio

Eva

Muevo mi mano haciendo los trazos en el lienzo, cuando termino sonrió. Miro al chico que estaba posando para los de la clase con una sonrisa, el me la devuelve. Escucho una tos falsa detrás de mi, me volteo viendo a Dylan.

— Buen trabajó.— su comentario es sencillo, pero aun así se queda viéndome.

¿Este qué le pasa?

Cuando termina la clase guardo mi trabajo en un lugar donde no se dañe para pintarlo, tomo mi mochila viendo a Zack y Diana esperarme en la puerta. Ambos señalan sus relojes y tocan su estómago. Cuando camino hasta ellos un pecho desnudo se pone en el medio.

— Eres más bonita de cerca.— sonrió ante su comentario, Dylan deja de guardar sus papeles para verme.

— Y tu tienes pantalones.— le guiño un ojo, pasó por su lado caminando hasta mis amigos.

— Toma, es su número.— Diana le arroja una bola de papel que el toma, le agradece a Diana con una sonrisa mientras que yo hago una mueca.

Mi vista va hasta Dylan quien sale de su salón con una expresión seria, lo que me sorprende.

— Vamos... debemos arreglarnos para la fiesta.— Diana amarra su cabello ya seco, la miro con un mal presentimiento.

La observo por un tiempo largo, en algunos momentos parece fuera de si. En otras le molesta el sol y le pica los ojos.

— Volviste a fumar hierba, verdad?— pregunto cuando ya estamos en el auto, me mira a través del espejo. Se mantiene callada, aprieto mis puños enojada.

Dos años de rehabilitación.

Un año superando la Anemia.

Y volvió a caer.

Estaciona en su casa, bajo las bolsas de ropa mientras Zack se queda callado. Nos mira atento, cuando pasó por la puerta puedo ver a los padres de Diana salir con sus maletas. Cada quien estaba en un taxi diferente.

Ya entiendo todo...

— Carajo.— maldigo, viendo como Diana pasa de largo el comedor. Zack camina al comedor listo para comer, doy un suspiro.

Esto no traerá nada bueno.

▪︎ ▪︎ ▪︎

— No usaré esto.— digo rápido, Diana me mira mientras termina de ponerse las medias largas. Zack la ayuda a ponerse los tacones para que ella lo ayude a ponerse las alas.

— Para empezar, esta temática está sobre valorada. Pero veamos el lado bueno, el virgen es un Ángel, la que fuma y bebé también es un Ángel.  Y la que tiene nombre bíblico es un demonio — Diana tiene una sonrisa de lado a lado.

Miro las medias rojas que tengo hasta el mismo, también tengo un corsé rojo que deja mi espalda al descubierto. Casualmente este eleva mi trasero haciéndolo resaltar con mi pecho, mi cabello está estirado mientras tengo una diadema con dos cuernos.

— Al menos ustedes tienen ropa.— miramos a Zack, tiene unos pantalones blancos y unas tenis blancas, su torso está desnudo dejando ver su trabajado cuerpo.

Cuando Diana le pone las alas no puedo evitar morir de ternura.

— Ya vámonos, soy quien abre la fiesta.— salimos de la casa dejando atrás a Zack para que no dañe sus alas, Diana solo tiene una diadema amarilla por que no quería cargar con las alas.

Cuando llegamos a la fiesta puedo ver como todos nos miran, algunos estaban vestidos como nosotros pero aún así sobresalimos. Diana mueve sus caderas pasando por al lado de varios maestros y estudiantes, la copió viendo como Zack solo camina normal.

Que esta noche sea buena, al menos.