Capítulo 13: Mierda

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Eva

Muevo mi pie nerviosa, Diana y Zack tuvieron que estacionarse un poco lejos debido a que el profesor Dylan vive en una casa y vería a los chicos.

— Vamos Eva, tu puedes.— me digo a mi misma mientras entro por el camino floreado, cuando toco la puerta esta es abierta por una niña pequeña, tendrá unos 7 o 8

— ¿Quién eres?— junto mis cejas, lo mismo te pregunto.

— Yo... soy Eva, esta el profesor Dylan?— ella me mira con los ojos entrecerrados.

— PAPÁ,alguien te busca— puedo sentir mis piernas temblar, no. Yo no escuche bien, saco mi teléfono con una sonrisa fingida.

Pendeja favorita: AYUDA, NECESITO AYUDA. TIENE UNA HIJA, REPITO UNA HIJA.

Los mensajes le llegan sin embargo no los responde, cuando veo al hombre que me trae loca dejó el teléfono. Le doy una sonrisa la cual me devuelve con una mirada dulce, mi pecho brinca cuando me hace entrar a su casa.

—¿ Y tus cosas? — pregunta, me sonrojo mirando mis pies. El me mira, su mirada viaja por todo mi cuerpo. El sonríe negando dándome a entender que ya sabe mi intención.

— Papá...— ambos miramos a la niña pelinegra que tiene un peinado un poco virado, Dylan se ríe haciendo que la niña empiece a llorar. Lo golpeó con fuerza haciendo que ambos me miren sorprendidos.

— ¿Puedo ayudarte?— ella asiente caminando a mí, le quitó la trenza mal hecha dividiendo su cabello. — Mi hermana tenía un cabello muy difícil, cada vez que la peinaba mi mamá se enojaba por que ningún peinado le duraba. Aprendí a peinarla, listo.— termino de hacerle la trenza amarrando su cabello. Ella mira a su papá y este le sonríe tierno.

— ¿Por qué dices qué tenías?— pregunta curiosa, mi sonrisa se borra cuando pregunta. Ella enserio se parece a su padre, es idéntica.

— Falleció hace un año.— toco su mejilla, ella baja su mirada pidiendo disculpas. Le doy una sonrisa tranquila, ella toma eso como momento de escape. Justo cuando me volteo a donde Dylan mi teléfono suena.

LLAMADA:

Lo siento, intenté contestar por el teléfono de Diana pero lo termine bloqueando. El profesor Clark vino y se la llevó cargando, me dejó su auto y me deseo suerte, Vi el mensaje, qué quieres que haga?— toco mi frente fingiendo enojo.

Zack... te dije exactamente que los niños de la señora Smith no pueden comer chocolates. OLVÍDALO, ya voy para allá.— cuelgo sintiendo mis hombros tener menos estrés.

FIN DE LA LLAMADA:

— Lo siento mucho Profesor Dylan, tengo que irme. Tenga una linda tarde.— el toma mi mano provocando que se me corte la respiración, el me suelta cuando nota mi cambio de humor.

— Yo... ¿eres niñera? Necesito a alguien de confianza que cuide a Lily y eres mi mejor opción. — creo que me enamoré más.

— Si— cuando me sonríe es que soy consiente de lo que dije, MALDITA SEA MI BOCA.

Me entrega un bolígrafo pero no un papel, lo miro divertida mientras veo como busca papel. Tomo su mano provocando que una corriente haga mi piel ponerse de gallina, escribo mi número en su mano temblando.

— Ese.. es mi número, yo me voy — salgo rápido de su casa ignorando su mirada brillosa, sus ojos se cierran cuando ríe.

Salgo de su casa caminando por el lugar floreado, cuando chocó con alguien escucho su maldición.

— No ves por donde caminas,idiota?— subo mi mirada viendo a una mujer en traje y unas gafas, trago seco cuando baja sus gafas y me mira. Sonríe con maldad provocando que me encoja en el suelo.

— Vaya Dylan, ahora te metes con niñas. Vengo por Lily, dile que se mueva. Tengo una reunión.— mi cuerpo se tensa con tanto odio y creo que ambos se dan cuenta por la sonrisa que tengo en mi rostro.

— Perra operada.— digo alto, ella me mira ofendida pero yo solo me muevo moviendo el vestido. Cuando llegó al auto simplemente gritó.

— Estas... bien?— Zack se encoje en su lugar, yo simplemente enciendo el auto viendo el teléfono de Diana en su regazo. Esa chica tiene problemas, arranco el auto saliendo de la urbanización.

— Estoy de maravilla, por cierto. Ahora somos niñeros.— el se cruza de brazos.

— Mierda.— asiento.

Exacto, Mierda.

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