Capítulo 33: Hospital

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Eva.

Me terminó de colocar los zapatos para tomar mi bolso y entrar al auto de Dylan, Lily estaba con su madre así que el tuvo la gran idea de...

— Recuerda tapar tu cuello en cuanto lleguemos.— su voz trae diversión, idiota. Miro la hora en el auto soltando un suspiro, definitivamente ya terminaron.

— Me prestas tu cargador? Mi teléfono está muerto.— hablo, el me lo da en cuanto se detiene en un semáforo. Lo conectó con mi teléfono esperando a que tenga un poco de carga.

Cuando tiene bastante carga muchos mensajes y notificaciones llegan, igual que miles de llamadas de Zack. Tomó una jugando con los dedos de Dylan que se encuentran en mi muslo.

LLAMADA:

— Ya  voy de camino, tal vez no llegué pero por ahí voy.— la voz de Zack se escucha entrecortada por le ruido de una sirena.

— Es Diana, tuvimos que ir al hospital. El baile salió mal... No sabia quien llamar y no me quieren decir nada. Tuve que llamar a sus padres— mi respiración se queda corta en cuanto escucho eso.

— ¿En qué hospital están?— toco mi pecho con miedo, el murmura rápido el hospital justo cuando me quedo sin  carga.

FIN DE LA LLAMADA.



— ¿Puedes llevarme al hospital del centro, por favor?— pido, el asiente sin hacer preguntas. Cambia de ruta mientras que yo simplemente cierro mis ojos asustada.


Señor... si existes o no, por favor no dejes que nada malo le pase a Diana.


▪︎  ▪︎  ▪︎


En cuanto llegamos al hospital corro hasta donde Zack, en cuanto el me ve me da un abrazo fuerte.

— ¿Qué pasó?— pregunto, el se sienta haciéndome sentar a su lado.


— Hizo una acrobacia en el cielo, una vuelta triple. El punto es que cuando iba a caer el chico se salió y nadie logró a atraparla.— tapó mi boca asustada, la puerta que Zack estaba velando se abre. Se levanta por lo que lo imitó, el doctor mira con una mueca a Zack.


— Escucha... sin permiso de los padres no puedo hacer o decir nada. Lo lamento mucho, ahora están ahí y parece una batalla. — se aleja de nosotros desapareciendo por el pasillo blanco, froto mis ojos limpiando las lágrimas.


La habitación es abierta escuchándose el grito de Diana pidiendo que se larguen. La madre de Diana hace una mueca para levantar su cabeza y alejarse de la puerta, su mirada choca con la mía. Detrás de ella está el padre de Diana, ambos se sientan enfrente de mi.

— Veo que aún eres amiga de Diana, espera... amiga o sombra? — aprieto mis puños con tanta fuerza que mis huesos se truenan.


— Veo que sigue siendo una maldita víbora, espera... víbora o perra? Creo que ambas.— le devuelvo el comentario haciendo que deje de ver su teléfono.



— Escuchen... no queremos problemas, simplemente quiero que nos den permiso de saber sobre Diana y de poder verla. — el padre de Diana asiente pero su madre simplemente me mata con la mirada, hago lo mismo.


— Iré a firmar los papeles para que puedan verla y saber de ella.— me levanto junto con el papá de Diana, su madre simplemente suelta un bufido.

— No firmare nada.— se levanta poniéndose enfrente de mi, Dylan  y Zack me mira pendiente a todo.


— No estuvo en toda su vida, cuando más la necesito usted estaba follandose a sus asistentes. Ahora, cuando de verdad necesita de mi usted quiere prohibirlo. Por que no deja de actuar como la madre que no es y firma los malditos papeles de una maldita vez. Así, se evitará problemas.— subo mi cabeza sin dejarme intimidar, pasa por mi lado chocando hombros.


Traen consigo al doctor, esta vez el nos mira con una sonrisa. Ambos padres de Diana desaparecen dejando a Zack y a mi a cargo de ella.


Limpio una lágrima al ver como caminan sin mirar atrás, un día. Un solo día podrían intentar ver la excelente hija que tienen.


— Bien, el caso de la señorita Diana es muy grande. — volteo a verlo confundida, Zack le hace preguntas mientras que yo lo miro. Me muestra una placa del pie de Diana, estaba hecho mierda.— La señoría Diana recibió todo el impacto en su pie y espalda, es un milagro que su columna vertebral esté bien.— agrega, sostengo mi cabeza.


— Ella es gimnasta, podrá?— no termino por miedo, el niega con tristeza.



— Si camina sin unas muletas o sin cojear, será un milagro. Pero escuché de unas terapias, son caras. Pero dicen que da resultados — me dejo caer en mi asiento tapando mi cara, Dylan me acerca a su cuerpo dándome un abrazo fuerte.

Zack saca su teléfono señalando el número de Aarón, lo tenía por emergencia igual que yo. Suspiro tomando su teléfono, sin duda alguna simplemente le doy a llamar. En cuanto lo toma escucho su voz.


LLAMADA:

— No se como terminaron las cosas entre Diana y tu. Pero si te importa,   creo que enserio necesita de ayuda.— un silencio profundo es lo único que se escucha.

— ¿En dónde está?— escucho como se mueve y empieza a respirar pesado.

— En el hospital Central, Habitación 107— cuelga una vez digo eso.


FIN DE LA LLAMADA:



Pego mi espalda a la pared dejando mi cabeza en el hombro de Dylan, Zack se sienta enfrente de mi poniendo sus manos sobre su cabeza y moviéndose de adelante hacia atrás. Mi vista se pone borrosa seguido de ponerse oscura.

— ¿Eva?— siento como me llaman pero el cansancio puede más conmigo. Enserio todo esto era agotador.


Yes, Daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora