The Patient's Promise (traducción) Camren

CAPITULO 6

LAUREN PV

-¿Cuál es tu problema exactamente?-. Cuestiono ver a Camila sentada en silencio en una mesa sola.

-Cosas-.  Matthew suspiró profundamente. ¿Ella está arruinada?

-¿Qué quieres decir con cosas Matt?-. Miró a Camila y luego me miró cautelosamente.

-Camila, es una paciente especial-. Me informó, pero no lo entiendo   -Ven conmigo-.  Dice en voz baja tirando de mi brazo.

-Camila no es una paciente normal, ella puede ser ... cuál es la mejor manera de decir esto ...-. ¿Qué es tan difícil para él decirme?   - Ella es como el clima-. El termina.

-Uh-h no te estoy siguiendo la línea-. Uno pensaría que con seis años en la universidad sabría cómo explicar las cosas.

-Ella cambia, severamente-. El tono de su voz se volvió serio, pude sentir la emoción adjunta a él.

-Ella es bipolar, ¿es eso lo que estás diciendo?-. Le pregunto, no estoy muy segura de qué está tratando de hacer.

Me desliza una carpeta manila, la abro recuperando los documentos. Leí cuidadosamente cada resultado de la prueba y al mismo tiempo me sentí mortificado.

-¿Esta es la razón por?-. Pregunto, asintió como respuesta. Sentí que mi corazón se hundía, no podía soportar pensar en lo que debía sentir.

-Tienes que ayudarla Lauren-. Él suspira, ¿puedo ayudar? Soy solo una simple doctora.

-No puedes ayudar a alguien que no quiere la ayuda-. Suspiré mientras frotaba la parte de atrás de mi cuello mientras me levantaba de la incómoda silla de madera.

-Te ayudé, ¿no?-. Salgo de la oficina.

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CAMILA PV

-Camila, estoy aquí para llevarte con tus visitantes-. Brian dijo parado en la puerta. Le envié una cálida sonrisa y lo seguí.

-¿Quienes son?-. Pregunto.

-No estoy seguro Camila, no estaban en la lista de visitantes permitidos, pero el Dr. Andrews les permitió verte-. ¿Quién diablos querría venir a verme en este infierno?

Brian me llevó a esta habitación, estaba en silencio. No había nadie en el lugar, solo una habitación con muchas sillas.

-Camila-. Brian dijo poniendo una mano en mi hombro haciendo que me estremeciera   -Lo siento, no quise asustarte o hacerte daño-.

-Obviamente, puedes sentarte en cualquier lugar. Volveré con tus visitantes-. Sonrió dejándome. ¿Por qué confía en mí para que no me levante y me vaya?

Pasan los momentos, justo como prometió Brian volvió con la gente.

-Estaré detrás del cristal si me necesitas Camila-. Dijo Brian.

-Bueno-. Respondí. Las dos personas extrañas se sentaron frente a mí. Se quitaron las gafas de sol y los sombreros dejándome más o menos enfadado.

-¿Qué estás haciendo aquí?- pregunté.

-Vinimos a verte-. Mi madre respondió.

-¡Tú eres la razón por la que estoy aquí!-.

-Te pusiste aquí sola, Karla-.  Mi padre dijo. Lo de mis padres es gracioso. Somos ricos, bueno, ellos son ricos. Mi madre es una buena mujer, es solo una idiota ciega por el amor unilateral como el resto de nosotros en este mundo. Mi padre el hot shot Sr. Alejandro Cabello. Se cree importante porque es médico e inventó algunas cosas aquí y allá. El caso es que no son mis padres, me adoptaron cuando tenía diez años en una calle corriendo. No sabía mucho sobre mis padres biológicos, todo lo que sabía es que mi madre era una drogadicta siempre drogada tratando de encontrar su próxima dosis y cualquier hombre en el sur o sureste de los Estados Unidos podría ser mi padre. Ella era una puta drogadicta nada más, tenía proxenetas y yo también tenía mi parte justa ocasional de "tíos".

-Podrías haberlo detenido-. Le dije a mi madre.

-Brian, estoy lista para volver a mi habitación-. Odiaba este lugar, los odiaba más.

*

-Brian, ¿por qué trabajas aquí?-. Pregunto mientras caminamos de regreso a mi habitación.

-Ves a ese chico ahí mismo-.  Pregunta señalando a un niño en la sala de recreación.

-¿Qué hay de él?-. Dije, realmente no me importaba.

-Ese es mi hermano menor, cuando me fui de casa. Lo arruinó. Lo dejé solo con mi padre abusivo y ahora está aquí. Eso fue hace casi 10 años-. Dijo mientras continuaba caminando, lo seguí poco después.

-Brian, ¿cuántos años tienes?-. pregunté.

-Cumpliré veintiséis en mayo-. Sonrió.

-Es dulce de tu parte trabajar aquí para tu hermano-. Respondí.

-Estoy tratando de hacer las cosas bien Camila-. Dijo mientras llegamos a mi habitación.

-Todo el mundo merece una segunda oportunidad-. Sonreí.

-Incluso tú-.  Respondió mientras se alejaba.