CAPITULO 33

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Pasar mi cumpleaños en este infierno no es lo que planeaba hacer; quedarme aquí tanto tiempo tampoco fue planeado.

Toda la mañana he estado sentada aquí viendo la lluvia bailar a través del cristal de mi ventana. Lluvia, en mi cumpleaños, ¿no es un poco deprimente? Por otra parte, toda mi vida es deprimente. Entonces, en cierto sentido, supongo que vamos muy bien juntos.

-Veinte años ¿eh?- Me volví de la ventana para ver a Brian sentado en la trampa mortal de metal. Le di una leve sonrisa y miré hacia la ventana una vez más  -Piensa en ello, en un año más, podrás hacer legalmente las cosas que ya haz hecho-.

No pude evitar soltar una risa ahogada. Brian era un gran tonto, eso me gustaba de él. A todo el mundo le vendría bien una buena risa, dicen que te ayuda a vivir más tiempo, pero lo que nunca entendí fue, ¿por qué la gente quiere hacerlo?

Echa un vistazo, la sociedad, las familias, el mundo en el que vivimos, secretamente quieren lo peor para ti.

-Eso parece tentador-.


-No te vas a quedar atrapada en tu habitación todo el día Mila, ¿verdad?-. Pregunta mirándome con incredulidad.


-Ese era el plan-. Dije suavemente siguiendo la lluvia en la ventana con mi dedo.

-Vamos-. dijo, levantándose de mi escritorio  -Me niego a dejarte quedarte aquí-. Él sonrió.


-Por primera vez en nuestra amistad, estás empezando a asustarme-.

-¿Por qué?-. Él rió entre dientes.

-Mira cómo estás actuando-. Solté una risita haciéndole un gesto.


-Con toda honestidad, siempre quise una hermana pequeña, así que eres lo más parecido que tengo a una niña-.

*

-¿A dónde me llevas?-. Pregunto.

-Oh, no te llevaré a ningún lado-. Parecía estar muriendo de risa por mi pregunta. ¿Qué fue tan gracioso?

-¿Qué quieres decir?-.

-No te llevaré a ningún lado-.

-Entonces, ¿por qué diablos estamos aquí, Brian?-. Siseé.


-Sabes cuando la gente te trae comida de afuera. Deberías estar eternamente agradecida-. Respondió.


-¡Me compraste comida!-. Dije prácticamente atacándolo   -¿Es McDonald's?-.

-No y no-. Él sonrió.

-Espero que te guste la pizza-. Me di la vuelta para ver a unos extraños que me resultaban familiares.

-¿A quién no?-. Me reí.

-Camila, conoces a Normani-. dijo Brian. Normani me saludó con la mano  -Dejaré que se unan o lo que sea que hagan las chicas-.


-Pensé que habías dicho que querías una hermana-. Llamé a Brian mirándola regresar hacia la puerta del hospital.

-Lo hice, pero esto no está nada mal-. Me guiñó un ojo al regresar adentro.

-Hombres-. Normani negó con la cabeza.

*

-Vamos Camila, hay como dos cajas de pizza-. Dinah dijo mirándome comer.

-No me arriesgaré-. Respondí con la boca llena de comida.

-¿Por qué hicieron esto, chicas? -. Pregunto tragando la comida.

-Fue idea de Lauren, ella pagó por ello y todo-. respondió Normani.

-¿Ella hizo esto?-. Gruñí   -¿Por qué?-.


-¿Por qué no lo haría? Ella se preocupa por ti-.

-Sí, maldita sea-. Murmuré.

Cada vez, cada vez que quiero que no me guste. Hace algo que me hace sentir mal por las cosas que le digo o le hago.

-En cierto modo hieres sus sentimientos-. Normani dijo tomando una rebanada de pizza.

¿Lauren tiene sentimientos? Quiero decir que es difícil de creer, como si no la hubieran visto.

-Vuelvo enseguida-. Me levanté del banco y corrí adentro.

*

-¿Camila?-. Lauren dijo levantando la vista de sus papeles  -¿Estás bien?-. Preguntó acercándose a mí.

Sin pensarlo dos veces, me apoyé en ella, presionando mis labios contra los suyos. Rápidamente me aparté.

-Camila... -.

-Lo siento-. le dije saliendo corriendo de la oficina.

-¡Camila espera!-.

The Patient's Promise (traducción) CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora