8- La carta.

13.7K 1.4K 1.1K
                                    

Oikawa 13:30.

Él fuerte sonido del timbre hizo que despertara asustado, la parte trasera de mi cuello dolió por la posición en la que había estado durmiendo.

- Ya pueden salir, nos vemos la próxima clase - El profesor de la asignatura se retiró haciendo que algunos alumnos soltaran suspiros de alegría.

- Oikawa - Habló Hajime llegando a mi lado con su bolso ya colgando sobre su hombro.

- Iwa-chan ¿En qué momento me dormí?

- ¡¿Basurakawa dormiste?! - Con fuerza Iwaizumi elevó su puño para dejarlo caer sobre la parte que me dolía - No puedes reprobar esta clase.

- Tranquilo Iwa-chan lo tengo todo calculado - Levanté una mano en singo de "Ok" mientras que la otra la llevaba a mi cuello, extrañamente ya no sentía él dolor.

- Eso espero - Miré a Iwa-chan, él se encontraba algo nervioso - Es hora de almuerzo.

- Oh ¿Vamos a la cafetería?

- No, quedé comer con (T/N) - Iwa-chan miraba al lado contrario del salón nervioso - Solo nosotros dos.

Un nudo se formó en mi estomago casi al instante ¿Me molestaba que estuvieran solos los dos? Solo de imaginármelo.

- Bien.

- Recuerda que después de este receso me voy.

- ¿Por?

- Basurakawa te dije que iba donde mi abuela.

- Oh, verdad.

- ¿Estas bien? -

- Claro Iwa-chan - Trate de fingir una sonrisa - Aunque trataré de no morir solito - Hablé mientras fingía desmayarme sobre la silla en una pose dramática.

- Tsk, nos vemos mañana.

- Bye Iwa-chan ~- En el momento que Hajime salió del salón suspire rendido sobre mi pupitre, seguramente (T/N)-chan estaría nerviosa por estar a solas con Iwaizumi, una pequeña gotita de enviada se me asomó, no podía negar que me gustaría estar en los zapatos de Iwa-chan.

No, no debería pensar en eso, moví mi cabeza negando como fuerza, fuera esos pensamientos, con rapidez y frustración me levanté de la silla con las llaves del gimnasio en mis manos, ser el capitán tenía sus ventajas.

Salí del salón jugando con el manojo de llaves, sentía las miradas de algunas chicas de tercero, aunque hoy no andaba de humor para conversar o ser coqueto con ellas, bajé por las escaleras hasta el último pasillo viendo a lo lejos a Kunimi, Kindaichi y Hanamaki.

- ¡Chicos! - Grité llamando la atención de la mayoría.

(....)

Él fuerte sonido del balón estampándose contra el suelo era lo mejor, ya había perdido la cuenta de cuantos saques llevaba, Kunimi, Kindaichi y Hanamiki estaban descansando luego de unos bloqueos y remates.

- Oikawa-san, iremos por algo de comer ¿Vienes?

- Luego los alcanzo chicos - Del canastillo saqué otro balón para darle vuelta en mis manos.

Al escuchar como la puerta principal se cerraba tiré el balón al aire a una distancia más o menos prudente, luego de saltar y con todas mis fuerzas pegarle, vi como la botella de agua que estaba marcando un lugar en específico salía volando.

- Bien - Apreté como fuerza mi mano derecha, tenía el pequeño ardor que se sentía luego de golpearle por mucho tiempo a la pelota.

- Estas mejorando - Un escalofrío cruzó por mi espalda al escuchar tan tétrica voz detrás.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐅𝐢𝐧𝐠𝐢𝐝𝐨 ~ 𝐎𝐢𝐤𝐚𝐰𝐚 𝐓𝐨𝐨𝐫𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora