33- Fukyoma

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Nacionales - Segundo Día.

(T/N) 13:40.

Suspiré con frustración mientras trataba de regular mi respiración, mis piernas temblaban del cansancio y mis pulmones ardían por todo el ejercicio del día.

Miré al equipo que teníamos del otro lado de la cancha, que a comparación de nosotras ellas se veían menos cansadas y más alegres, claro con el marcador en su lado ¿Quién no estaría feliz?

Fukyoma 23 - Seijō 19... Íbamos perdiendo por 4 puntos, lo bueno que era el segundo set y nosotras habíamos ganado el primero... Lo malo era que nuestro equipo ya estaba lo suficientemente cansado como para seguir dando un buen juego.

El silbato sonó dando inicio a otra jugada, donde el equipo Fukyoma sacaba y al igual que en las otras dos jugadas anteriores la armadora del equipo apuntó en mi dirección, marcándome.

Solté un poco de aire mientras me posicionaba para tener más concentración, sus pasos, iba a ser uno de potencia, bajé más mi cuerpo flexionando levemente las rodillas.

1...2...3...4.

Con rapidez tiró él balón por los aires y dio los respectivos pasos para sacar, mis brazos reaccionaron solos, yendo hacia la izquierda y recibiéndolo en un fuerte sonido sordo y doloroso.

Me maldije internamente al ver como el balón no iba en dirección a la armadora, si no al revés, dios sus saques eran potentes.

- ¡Voy!

- ¡Dámelo!

Futaba corrió alcanzando el balón en el aire y armando a nuestra punta del equipo, el remate fue salvado por la líbero del equipo contrario por lo que todo nuestra equipo volvió a la posición de recepción.

Las tres chicas de adelante se acercaron a la malla yendo a la derecha, por lo que yo desde atrás, tuve que ir a la izquierda marcando la sombra del bloqueo y la cancha trasera.

La pelota llegó tan rápido en mi dirección y justo en mi cabeza que fue suerte como mis manos llegaron a mi rostro cubriéndolo de un fuerte pelotazo.

El balón chocó con fuerza contra la palma de mi mano haciendo que esta me diera de lleno en la nariz, al instante mis ojos se aguaron y un fuerte dolor se instaló en toda mi nariz.

Vi como el balón cruzamos la malla y caía en la cancha contraria dándonos un punto a favor, al fin algo bueno de todo esto.

- ¡Bien! - Gritamos todas formando un círculo entre nosotras al centro de la cancha, pestañé rápido evitando que las lágrimas salieran por mis ojos, aunque lo que sentí a comparación fue un espeso y tibio líquido resbalándose por mi nariz hasta mi labio.

- (T/N) - me llamó alarmada Futaba llegando a mi lado, ante su llamado eleve la vista notando la mirada de nuestras contrincantes y mi equipo sobre mi - ¿Estas bien?

- ¡Entrenadora! - Gritó la capitana haciendo señas como su mano - Ushijima está sangrando.

- ¿Que? - Murmuré llevando rápidamente unos dedos a mi nariz, donde, efectivamente sangre salía de una manera exagerada cayendo al suelo.

Nuestra mánager y entrenadora llegaron a nuestro lado, ambas preocupadas - Diablos (T/N) ¿Puedes no lesionarte en todos nuestros juegos? - Habló con sarcasmo la entrenadora mientras me bajaba mi cabeza - Ve a la enfermería junto a (T/N) - Dirigió su mirada a nuestro contrario mirando a las demás jugadoras que estaban a la espera de entrar - Tú, entra a la cancha, rápido.

- ¿Ushijima estas bien? - asentí a la pregunta de la mánager mientras recibía una toballa para detener el sangrado.

- Entrenadora estoy bien, puedo seguir jugando - Hablé como pude sintiendo el típico sabor metálico de la sangre.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐅𝐢𝐧𝐠𝐢𝐝𝐨 ~ 𝐎𝐢𝐤𝐚𝐰𝐚 𝐓𝐨𝐨𝐫𝐮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora