Veinticuatro

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Hay momentos que cambian tu vida, segundos de diferencia que podrían haber hecho que todo siguiera igual, actos que podrías haber cambiado sin embargo para ser realistas el pasado no se puede cambiar.

Durante aquella mañana Eva y Namjoon habían permanecido en aquella oficina y a pesar de que antes sus encuentros siempre se remontaban a permanecer casi desnudos usando aquella mesa de roble, durante los últimos días tan solo dedicarse a ver sus rostros había sido suficiente, obviamente tener sexo era bueno pero no había nada como permanecer en los brazos del otro.

Eva había besado los labios de Namjoon, mientras una sonrisa aparecía en sus labios.

Su cuerpo estaba sobre el escritorio del mayor, era el mismo escenario pero una diferente escena, ella lucía hermosa, su uniforme había empezado a caer al suelo mientras sus mejillas se sonrojaba cada vez que este le decía que la amaba.

Eva había quedado tan envuelta en ello que sintió como todas sus capas de protección caían, había dejado de ser cautelosa y previsora pero eso realmente no le importaba.




-Señora Yang- había replicado la secretaria.

Había sonreído al ver a la mujer y por primera vez en mucho tiempo no era por amabilidad sino más bien por que le emocionaba verla ahí, ya que eso significaba que finalmente Namjoon había mandado a llamar a los padre de Eva después de tantos meses de mal comportamiento.

-Vaya finalmente la llamaron- replicó la anciana, mientras que en el rostro de la madre de Eva la incertidumbre se manifestaba, no entendía a que se refería la anciana sin embargo tampoco se sentía con tiempo para investigar.

-Bueno días, vengo hablar con el Director Kim- había dicho mientras dejaba a la mujer de largo y continuaba caminado hacia la oficina de él.

-Bueno justamente están con su hija... supongo que la estaban esperando.

¿Por qué Eva tendría que estar ahí, si ella no sabría que vendría hablar con el Director Kim? Pensó su madre aún confundida.

La anciana había llamado al teléfono de la oficina anunciando la llegada de aquella mujer, mientras que esta había permanecido parada en la puerta.

Pero una extraña sensación se produjo en su pecho. Como si algo le decía que abriera la puerta.

Fue así como empezó a girar la perilla y se dio cuenta que esta tenia seguro y aquello hizo que se alarmara más. Y casi por instinto sintió ganas de gritar que le abrirán la puerta pero antes de hacerlo esta fue abierta por el mismo Namjoon.

-Buenos días Señora Yang- replicó Namjoon con una sonrisa en el rostro mientras la invitaba a pasar -Justo estaba hablando con Eva sobre su comportamiento y estaba apunto de decirle que la próxima vez tendría que llamar a su madre... pero ya está aquí ¿que coincidencia no lo cree?

Y si, la mujer había escuchado cada palabra de Namjoon sin embargo había llevado su mirada hasta su hija que se encontraba sentada en una de las sillas frente al escritorio con la cabeza baja.

Se veía como si la hubieran acabado de reprender.

Quizá por eso había estado tan extraña en casa, ya que se había estado metiendo en demasiados problemas en la escuela.

-Señor Kim me gustaría hablar con usted a solas- dijo la mujer mientras entraba al lugar.

En otro momento Eva y Namjoon hubieran regresado su mirada hacia ellos sin embargo entendía que hacerlo ahora sería demasiado peligroso.

-¿Señor Kim?- replicó la mujer mientras se sentaba en  una silla alado de su hija.

-Claro- replicó caminado hacia su silla -Señorita Yang puede retirarse- Namjoon había estado a punto de llamarla por su nombre y eso hubiera sido un error muy notorio -Supongo que hablare de tu castigo con tu madre.

Aquello había tomado desprovisto a los dos.

La chica se había levantado de su asiento para irse sin embargo algo la detuvo.

-Eva mira cómo llevas tu uniforme- replicó la mujer mientras se levantaba y acomodaba el cuello de la blusa de la chica -y tú falda que vergüenza... pero como sea regresa a tus clases hay muchas cosas que quiero hablar con el Director Kim.

Al final Namjoon le diría que había pasado ahí sin embargo aún así la duda de aquello la mataba y quizá pudo haber intentado escuchar a travez de la puerta pero Eva estaba segura que aquella anciana la terminaría echando del lugar.

-Creo que estás en problemas le dijo la mujer mientras Eva salía de la oficina de Namjoon.

Pero si Eva estaba en problemas, aquella vieja mujer no entendía la magnitud de aquello.

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