Cuarenta - fin

2.2K 226 86
                                    

-Otros martini por favor- exprese mientras dejaba la copa anterior sobre la barra luego de haberle dado el último sorbo.

-En realidad está es mi última copa- había dicho Rose mientras se levantaba de aquella silla y sonreía.

En realidad la conocía muy poco, quizá solo hace unas horas, pero pude intuir el tipo de persona que era y a pesar de que en su mirada pude sentir la necesidad que como cualquier persona que debía irse que a diferencia de otro le insistiera que se quedara opte por dejarla ir.

Porque hace tiempo había aprendido que esperar que alguien se quedara contra su voluntad solo me dañaba a mi misma, porque al final de todo las cosas no son como uno siempre quiere.

-Supongo que nos veremos en otra ocasión- replique mientras levantaba mi copa como forma de despedida.

-Eso espero mi querida Eva- había replicado con una sonrisa amable y sus ojos adormecidos por el alcohol.

Mire la hora en mi teléfono y a pesar de que ya era tarde la idea de regresar a casa no me pareció algo tan atractivo, después de todo serían los ultimo días de vacaciones que tendría después de un largo tiempo así que parte de mi quería disfrutarlo, y más si era conocido que en general la vida universitaria podría ser una locura y más al saber que ya había empezado mucho después que la mayoría de los que sería mis compañeros. Y a pesar de que ahora también me sentía nerviosa y dudaba por aquello, trataba que eso no me dominara pero más que eso, no quería preocuparme antes de que las cosas se dieran.

Pero tampoco era como si planeara emborracharme y a diferencia de muchos años atrás, tampoco buscaba que un hombre o más bien el primer hombre que me pareciera relativamente interesante me llevara a casa.

Tan solo era yo, y estaba bien, se sentían bien estar sola y disfrutar de mi misma.

Con una copa en la mano mientras los minutos pasaban.

La boda había sido rápida, pero algo dentro de mi sentía que aquel matrimonio sería eterno.

Y vaya que me había puesto sentimental cuando escuchaba como Summer decía sus votos.

-Pequeña mocosa- había dicho como si mi propia hija se estuviera casando, había hecho que mi maquillaje se corriera.

Y a pesar de que pude permanecer más ahí, no solo porque Rose había optado que era mejor salir de ese lugar tan meloso, sino que parte de mi sabía la realidad y como es que aquella mirada me había afectado.

Y casi había podido leer mi nombre en sus labios y como él también lucía sorprendido de verme ahí. Per si que nos habíamos mentido a nosotros mismos.

Pero en medio de eso, en medio de la música clásica y la pareja que bailaba en el centro de la pista pude casi sentir como mi corazón se apretujaba.

Nadie me había lastimado como él. Pero tampoco había amando a alguien como lo había amado a él.

-Namjoon- replique mientras giraba mis ojos con mi cuerpo haciendo que me fuera hacia otro lugar.

Ninguno sabía que aquel día nos volveríamos a ver pero aún así no es como si fuéramos inocentes de aquello. Tal vez era algo que se podía suponer.

-Que tontería- dije en voz alta sin notar que lo hacía mientras bebía una vez más.

Era claro que sería la última vez que nos veríamos. Y no podía decir lo que él sentía o pensaba y por ahora tampoco quería saberlo.

"Sea como fuera su vida, aún así esperaba que estuviera bien, incluso si no eras mío Namjoon deseaba que hubieras encontrado a alguien que te amara tanto como tú la amabas. Ojalá seas muy feliz."

Quizá eso le habría dicho si me hubiera atrevido a acércame.

Pero de todo corazón lo deseaba. Porque incluso en medio del dolor, a pesar de aquel fatídico final él me había hecho feliz, antes del dolor me había hecho sonreír.

Lo había lo había amado, lo había odiado, había llorado por él y maldije su nombre de mil maneras, pero sabía que lo que más me había costado era haberlo dejado ir.

-¿Que es una tontería?- había replicado aquella voz mientras se sentada a mi lado y me obligaba a mirarlo -Lo mismo que ella por favor- pidió al cantinero.

Después de todo incluso a pesar de que yo no era exactamente una santa los hombres siempre habían sido los que iniciaban la conversación.

-La vida- pero antes de concluir mi frase había visto aquella silueta y esos hoyuelos, claro que era inconfundible.

-Eva- había dicho como minutos antes de que me fuera de la boda con Rose hacia el primer bar que encontramos.

-Director Kim- exprese de la forma en la que él mismo me había pedido que lo llamara cuando había terminado conmigo.

-Ha pasado tiempo- replicó mientras conducía su mirada hacia otro lugar casi evitado mirarme.

-Haz envejecido- dije como burla mientras bebía de mi copa -El mundo es muy pequeño, encontrarnos dos veces en día, vaya que las coincidencias son extrañas.

-Supongo que me lo merecía- dijo con respecto a la broma -Pero a riesgo de verme a un más patético, en realidad no es una coincidencia de hecho te seguí.

-¿Entonces ahora eres un acosador?- expreso casi como si en realidad deseara ofenderlo.

-Yo lo lamento- replicó suspirado.

-Haberme seguido como un acosador o haberme roto el corazón- y si esa sería la última vez que nos veríamos al menos debía decir todo lo que quería.

-Decías no tener uno- pero había contraatacado a pesar de haber expresado que venía en paz.

-Entonces me lo diste contra mi voluntad y cuando ya me había acostumbrado a él, me lo arrancaste de manera más despiadada y dolorosa.

-Eva...- y otra vez parea is levantar dicha bandera blanca.

-¿Qué es lo que quieres de mí Namjoon?- cuestione mientras mi mirada se ponía borrosa por las lágrimas.

-Jamás deje de amarte- repuso acercándose a mí.

-Creí que no me amabas.

-Dije muchas cosas estúpidas pero siempre supiste la verdad.

-Namjoon me rompiste el corazón... y yo realmente llegué a odiarte, y luego te extrañé, y te odie aún más, ¿sabes cuanto dinero y terapia me costaste?... Mucho maldición, mi madre te dijo que estaba loca y si que lo estuve, pero en medio de todo ese caos eras lo único bueno en mi vida, tú y Summer, pero trato de ser dramática así que lo dejemos así, y no entiendo porque después de tanto tiempo optas por decir que me amabas, ¿qué esperas de mi?

-Eva... yo, mierda... siento molestarte... tienes razón, ni siquiera se porque estoy aquí- dijo haciéndome enojar incluso más -Te dejare tranquila, siento haber arruinado tu noche.

-Sigues siendo un idiota- replique negando con la cabeza -Tu aún me malditamente gustas, pero otra vez te rendirás así de fácil.

-Eva... yo-

-¿Sientes lo mismo Namjoon?- cuestioné suspirado mientras analizaba su expresión y como de hecho mis palabras parecían haberlo sorprendido.

-Si- dijo por primera vez en la noche sin dudar ni un segundo.

-¿Entonces?

-Empezamos de nuevo...

-Sin mentiras, secretos o miedo.

Fui ahí donde pude ver aquella hermosa sonrisa, la cual fue mi sueño y mi pesadilla durante años.

-Mucho gusto... mi nombre es Eva- dije extendiendo mi mano.

-Y mi nombre es Namjoon.


Ahora si mis queridas niñas hemos llegado al final.
Enserio gracias por haber leído esta historia y siempre estar tan pendientes. Fue realmente importante para mí. Como ya saben, recuerden que alguien las quiere mucho.
Les dejo muchos besitos llenos de amor. 🥰❤️❤️💋
BYE 👋

IDÍLICO |+18| KNJ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora