Capítulo XXVII

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Hoy quiero consentir a mi Jinyoungie, demostrarle todo mi amor y cariño. Mientras caminaba, pensé que tal vez estoy dándole mucha importancia a algo pequeño, es mi conciencia la que está atormentándome.

No estoy seguro si se debe a mis nervios, este beso se siente diferente. Es suave y lento, sus brazos rodean mi cintura apegándome a él. Pasan unos segundos en los que mi corazón late como loco a pesar de haber hecho esto antes. Nos separamos por unos segundos, yo mantengo los ojos cerrados.

- ¿Por qué de repente se siente más cálido el ambiente? -dije sin pensarlo mucho, no quiero bromear ni burlarme ahora mismo, solo quiero disfrutar de este momento.

- ¿Cálido? -asentí a su pregunta. -Tal vez porque me estas abrazando, traes puesta una chaqueta y aquí no hace frío.

-Tonto. -abrí los ojos y lo observé fijamente.

- ¿Por qué me insultas? -elevo una de sus cejas y sonrió de lado.

-Estaba disfrutando, me sentía como si estuviese en pleno invierno y después de tanto caminar por la calle con el aire frío golpeado mi rostro, llego a casa y tomo una cobija. Esa cobija es tan suave y me da calor.

Cuando termine de hablar, note que la sonrisa de Jinyoungie había desaparecido.

- ¿Qué? -pregunté un poco preocupado y confundido, tal vez dije algo que le disgusto.

- ¿Eh? -su mirada se mantuvo fija en mí.

- ¿Pasa algo? -lleve mi mano hasta su mejilla y la acaricie, mi intención era animarlo a hablar.

-No, solo... A veces eres demasiado cursi, ¿cómo debo reaccionar?, siempre me sorprendes con tu repentina seriedad y sinceridad.

Su voz en un volumen bajo, como si me estuviese contando un secreto, mi corazón no lo soportará si sigue siendo tan lindo conmigo.

-Dices que soy un cursi, ¿qué eres tú? - mis dos manos tomaron su rostro, me acerque y dejé un corto beso en sus labios. -Si algún día soy llevado al hospital por una sobredosis de amor, deberás pagar los gastos.

- ¿Yo por qué?

-Porque tu deberás ser responsable de lo que provocas.

Y así fue como yo mismo terminé con mi momento de novela romántica. Quería ser serio, pero falle al soltar una carcajada después de ver a Park Gae aguantarse la risa y girar ligeramente su rostro, seguramente no quiere que lo vea sonrojado.

-Vamos a desayunar, tengo hambre. -dijo sin verme aún.

-Fui demasiado lento, se suponía que llegaría antes de que tú te despertarás.

- ¿Para qué o por qué? -está vez dio un paso hacia atrás y me observo.

-Bueno, quería sorprenderte... - agache un poco mi cabeza.

-Suficiente sorpresa es tu presencia aquí sin avisarme.

-Por eso te llame. -pensé un poco en mis palabras y me apresuré a hablar. -Te llame para saber si ya estabas despierto, se suponía que no debías contestar, pero lo hiciste. Cuando se cortó la llamada, pensé que te habías quedado dormido o algo así...

-Creo entender lo que estás diciendo, pero quiero escucharlo, ¿cuál era tu plan?

-Mi plan era venir, preparar un delicioso desayuno para mi novio, despertarlo y sorprenderlo con el desayuno hecho por mí. -hable como si estuviese contando algo maravilloso y sorprendente. -Te llevaría el desayuno a la cama, pero tú ya despertaste y estás de pie. -actúe como si hubiese hecho algo malo y fuera a recibir un castigo por ello.

Regalo Sorpresa 『JinSon』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora