Capítulo XXXV

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Jackson se fue a dormir con lágrimas cayendo por sus mejillas, había planeado llamar a Jinyoung y arreglar las cosas ese mismo día aunque fuera por teléfono. Pero, ¿por qué haría tal cosa?, después de todo, Park podía dar el primer paso, ¿por qué debería hacerlo él mismo? Fue así que decidió terminar la llamada sin haber escuchado la voz del otro.

A la mañana siguiente, sus ojos ardían y no precisamente por tener sueño. Se levantó con pereza y camino hacia la cocina, de ser posible ese día descansaría en su departamento. La suerte había estado de su lado y ese día lo tenía totalmente desocupado... Eso era buena suerte antes...

Después de un buen desayuno, hecho más por acostumbrarse a una rutina que por tener apetito, volvió a su habitación debatiendo si tomar una ducha o hacerlo más tarde. Una vez se decidió, camino hacia el baño y justo abrió la puerta cuando escuchó un ruido proveniente de su celular. No le dio importancia, pero a los segundos de estar dentro del baño, despeinó su cabello con sus manos y salió del lugar hasta llegar a su cama para sentarse y tomar el teléfono.

Al encender el aparato, vio en la pantalla la notificación de un mensaje de su manager, desconcertándolo al principio. Fue entonces que recordó el día anterior, tenía que ir a la empresa por la tarde a una reunión de la cual no tenía ni idea del motivo. Se suponía que estaba libre, pero repentinamente recibió el mensaje en donde se le citaba. Después de leer el mensaje, en el cual se le recordaba la reunión, la sensación extraña que había tenido antes se hizo presente nuevamente, pues era raro recibir el mensaje en privado. Respondió asegurando que no faltaría y que estaría puntual, después de hacerlo apagó el celular y lo dejó sobre la cama.

Más tarde, cuando se disponía a salir de su habitación, pensó nuevamente en llamar a Jinyoung y pedirle arreglar las cosas, sería el mejor regalo que podía recibir ese día tan especial para ellos dos. Pero no, porque el hacerlo podría dejarlo como un desesperado que depende demasiado de una persona a la cual ama con todo su ser... Era momento de que Park Jinyoung demostrará cuánto lo quería, así que no daría el primer paso.

Ya estando en la empresa, el ambiente se volvió raro en cuanto cruzó la puerta de entrada. Todo parecía un día "normal", sin nada interesante o llamativo, así que continuó hasta la sala de reuniones.

Cuando estaba por abrir la puerta del lugar en donde se llevaría a cabo la reunión, alguien más la abrió desde adentro y de repente ya se encontraba dentro, pues la otra persona lo había obligado a entrar al jalarlo fuertemente. El sonido de la puerta cerrándose, acompañado de un abrazo inesperado, lo sorprendió.

-No digas nada, por favor.- esa voz causó un cosquilleo en todo su cuerpo. Había extrañado tanto aquel sonido.

Hizo lo que le pidió, manteniéndose callado y sin moverse. Quería relajarse, sin embargo todo era demasiado repentino y realmente lo había tomado desprevenido, no se imagino algo como eso.

-Perdóname.-se escuchó un susurro apenas audible.

-¿Eh? - Jackson temblaba por los nervios, quería devolver el abrazo, sin embargo no podía moverse por la fuerza del contrario.

-Ven conmigo. - se separó a los segundos de haber dicho esas palabras y le extendió una mano.

-No puedo... Podemos.- dio un par de pasos hacia atrás para poner más distancia entre ambos.-Me gusta ser puntual en mi trabajo. - observó fijamente al menor frente a él y después caminó hasta una silla para sentarse en ella.

El ambiente era incómodo, había tensión en el aire, alguno de los dos podía explotar en cualquier momento. La firmeza de Jackson puso en alerta a Jinyoung, no se suponía que la situación sería así, por lo que debía pensar en algo para lograr su objetivo.

Regalo Sorpresa 『JinSon』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora