Capítulo XXXI

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Jackson se había quedado dormido, el llanto y el poco cansancio que tenía se lo permitieron, de no ser así, posiblemente se habría quedado despierto y pensando en todo lo sucedido. No quería torturarse por algo que no lo valiera. Pero se trataba de su Jinyoung, entonces si valía la pena...

Unos golpes en la puerta lo despertaron. Se frotó los ojos con sus manos en cuando logró captar de dónde era el sonido y con pereza se puso de pie. Caminó hasta la puerta de entrada, sus pasos eran lentos y débiles, su estado de ánimo no era el mejor provocando que su energía fuera poca.
Cuando estuvo frente a la puerta, sin dudarlo, abrió.

- ¡Te dije que no tardarás en abrir! -fue lo primero que el recién llegado dijo, mejor dicho, grito.

- ¿Puedes no hablar tan fuerte, Youngjae? -habló lento, su voz delataba el estado de ánimo.

-Creo que en definitiva pasa algo.

Wang no tenía ganas de hablar, mucho menos si se encontraban en la puerta. Con su mano hizo una seña para invitar a pasar al menor, quien lo hizo unos segundos después de analizar la expresión del contrario.
Una vez estuvieron dentro y sentados en el sillón, Youngjae se tomó un tiempo para pensar qué hacer o decir. Jackson era un chico que solía guardarse sus pensamientos cuando había alguien a su alrededor, pero una vez sentía que no podía más lo expresaba. En ese momento, parecía ser el caso: Jackson necesitaba hablar porque ya había guardado demasiado.

- ¿Qué pasó con Jinyoung hyung? - finalmente preguntó, siendo cuidadoso con su tono de voz para no molestar al mayor.

-Nada. -suspiró, parecía ser el día de los suspiros, pues ya lo había hecho muchas veces en lo que iba del día.

- ¿Quieres que te crea? Si es así, entonces lo haré.

El silencio se hizo presente. No solo era un día lleno de suspiros, también lo era de momentos silenciosos. Disfrutaría de aquel ambiente si la situación fuera diferente.

- ¿Crees soy un exagerado? - hablo Jackson recargando su cabeza en el hombro de Youngjae, quien estaba a su lado.

- ¿Por qué piensas eso o quién te lo dijo?

Choi supo que era el momento de cuidar y consentir a su hyung. No quería verlo así de triste y desanimado, por eso empezó a dejar leves caricias en la espalda de Jackson con la finalidad de hacerle saber que estaba allí con él, apoyándolo.

-No tienes que responder. Podemos quedarnos aquí si quieres, aunque había planeado que saliéramos, pero...creo que es mejor descansar. -detuvo el movimiento de su mano para dar dos golpes leves en el hombro del mayor.

-Si quiero hablar de eso, solo dame un minuto.

Jackson vio de reojo un asentimiento por parte de Choi. Entonces cerró los ojos y se concentró en su respiración, no había nada en su mente, lo que le permitió relajarse un poco.

- ¿Recuerdas lo que te conté sobre Jinyoungie? -pregunto después de un par de minutos.

-Recuerdo algo, ¿qué pasó con eso?

-Pues... -se alejó del menor para así girarse y verlo a los ojos. - En resumen, descubrí que si salieron y también que Jinyoung me mintió. No solo fue una vez, fueron dos o tal vez más, pero solo estoy seguro de esas dos veces.

-Continua. -dijo después de esperar unos segundos en los que el mayor hizo una pausa.

-Hable con él ayer por la noche, tal vez hasta la madrugada. Más bien, se lo dije, pero creo que él ya se había dormido. -bajo su mirada, pues empezaba a sentirse mal al pensar en sus siguientes palabras. - Por la mañana fui a verlo, pensé en pedirle perdón y aclarar las cosas... No fue como lo planee, terminamos discutiendo. Por último, le dije que me iría, no llegaríamos a nada.

Regalo Sorpresa 『JinSon』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora