16 de octubre

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DISCLAMER: Y aquí estamos, un sábado, a estas horas indecentes, con un sueño que no me aguanto.... Pero nos vamos de viaje. Si hay que madrugar un sábado, al menos que sea por eso... Total, tras contaros mi vida y desearos un feliz finde y que durmáis mucho mucho mucho más que yo, vamos al meollo del asunto!!

Cómo está Regina? Que pasará por su cabeza? Visitará hoy a Emma? Jajajajaestaúltimaesbromaofcourse.

Espero que os guste mucho y nos leemos chicxs!!
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Sí, lo sé, no he cumplido mi palabra. Tampoco es que la Malvada Reina Regina haya sido nunca reconocida mundialmente por su palabra de honor... Prometí no dormir más aquí, pero hoy romperé esa regla y alargaré mi visita hasta la madrugada... la mansión es demasiado grande para una sola persona. No necesita magia para derrumbarse y aplastarme con sus paredes hasta dejarme sin oxígeno. Necesitaba salir de allí. Sin Henry durmiendo conmigo, esa casa es de todo menos un hogar...

Y no, no le ha ocurrido nada a Henry, está bien. Más o menos.

Me pidió que le dejara dormir con Mary Margareth, querían ver películas e hincharse a palomitas. Y sorprendentemente no se lo impedí. No sé quién de los tres se sorprendió más... Pero tú tampoco hubieras podido resistirte... tenía ojos suplicantes de corderito degollado...

Pero ese no fue el único motivo.

Mi hogar se desmorona, ¿sabes? Y no me refiero solo a mansiones que agobian. No, hablo de mi familia, de mi vida. Si estuvieras despierta seguro que podrías recomendarme tantas buenas ideas para que mi hijo me mirara con la mitad de adoración que a ti... Seguramente me aconsejarías que empezara por no ser una zorra, una bruja, una sargento o una mujer de hielo, claro...

Quizás no debería quejarme. Al fin y al cabo las cosas técnicamente han mejorado. Henry se ha rendido conmigo o se ha convencido de que no soy la reina malvada, no lo sé, y ya no me persigue por todo el pueblo tratando de desenmascararme. Ha vuelto incluso a hacer los deberes conmigo en la cocina y ya no cena atropelladamente para no tener que verme la cara más de dos minutos.

Parece un avance, ¿verdad? Pues no lo es.

Lo sé por su cara, lo sé por cómo Mary Margareth le abraza casi con lástima cuando se despide de él en la escuela y lo sé porque lo leo en los informes que miro a hurtadillas de la consulta de Archie. Sus apuntes son claros: "Las fantasías de Henry están disminuyendo a consecuencia del coma de la señorita Swan. La desaparición del rol de esta como heroína ha desencadenado que Henry se replantee la realidad y deseche sus quimeras".

¡Heroína! Ni siquiera lo anota bien. No es heroína, es Salvadora. ¿Le escucha si quiera cuando habla? Y no son las alucinaciones de Henry las que están desapareciendo, sino su esperanza. ¿Me oyes, Emma? Ese tipo de madre soy, una que mata las esperanzas de su hijo y destroza su felicidad. Cada vez está más apagado, más callado, menos vivo... Y todo gracias a mí, a su madre, la mujer que debería protegerle de todo y hacerle feliz...

Aún recuerdo la alegría que devolviste a su vida cuando apareciste en ella. Henry era todo energía y vida. Y yo he pretendido quedarme con ese Henry, esa versión luminosa y alegre de mi hijo, pero deshaciéndome de la fuente de esa felicidad. No, no he sido muy inteligente.

Y este es el precio que estoy pagando, ver día a día como he hundido a mi familia por mis caprichos.

Una vez intentaste huir con Henry. Sé que pensabas que era un secreto, pero no. Te lo repito, tengo ojos en cada esquina de este pueblo... ¿Pero quién podía culparte aquel día? Te puse contra las cuerdas, te amenacé y trate de convertir tu vida en un infierno, ¿quién no habría hecho eso mismo?

Pero dejando atrás aquel día, nunca trataste de apartarlo de mí. No era una competición por Henry, al menos no por tu parte. Te quedaste para asegurarte de que era feliz, de que yo lo quería y cuidaba, de que tenía una vida como la que deseaste para él el día que tuviste que entregarle. Pero nunca trataste de interponerte entre nosotros ni de sustituirme.

No querías robarme a mi familia. Únicamente querías formar parte de ella. Y es ahora cuando entiendo las cosas...

No, nada inteligente.

Si me hubiera limitado a observarte y no a atacar... Si hubiera aceptado la mano que me tendías en lugar de declararte la guerra, quizás, y sólo quizás, podría haber dejado atrás mis miedos a sufrir y a ser abandonada y ver lo que realmente me estaba ofreciendo la vida. Pero eso no va con mi naturaleza. Mi carácter es más parecido a destrozar mi vida y la de los demás y pensar después.

He hecho daño a Henry, me he hecho daño a mí... ¡E incluso al señor Gold! Desde que caíste dormida no es más que una sombra, por mi culpa. Si alguien puede entender a Henry es ese usurero manipulador... Ese mismo que me pidió ayuda para despertarte, ese que me suplicó que te salvara. Ese que... ¿Quizás pueda ayudarte?

Tengo que hablar con Gold. Mañana. A primera hora.

Continuará...

Diálogos de la Manzana (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora