7 de octubre

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DISCLAMER: Bienvenidxs un día más a "Memorias de una Alcadesa  un poco melancólica, muy cabezota y ciega". No, no vamos a rebautizar el fic, pero creo que también hubiera sido un título acertado! :P Continuamos para bingo con las andanzas nocturnas de Regina y solo deciros que, además de que este capi es de los largos, se acercan poco a poco nubes en el horizonte...

¡Espero que os guste mucho y os leo!! ^^

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Te visite o no, esta será la última noche que duerma aquí. Avisada quedas. Sí, voy a preparar cualquier poción del sueño, alguna mezcla que funcione como una valeriana multiplicada por cien. Oh, ya me lo estoy imaginando... Un trago y a dormir tranquila, en mi cama, arropada y sobre un colchón.

Y no aquí, teniendo que traerme una mantita y la almohada. No te ofendas, apoyarme en tu cama tiene su aquel, pero si lo hago sobre mi cojín es más agradable y encima estamos en octubre, ya comienza a refrescar un poco, ¿sabes?

Bueno, qué vas a saber... ¿Eres consciente de los días que transcurren? No, supongo que no, claro...

Aquí las cosas tampoco discurren mucho más rápido. De hecho, el tiempo vuelve casi a congelarse. El clima cambia, por supuesto, pero las vidas están dejando de avanzar. No sabría explicarte exactamente cómo lo he averiguado pero es algo que siento. Dentro de poco dejarán de pensar en cumpleaños y aniversarios... No importa que las relaciones cambien, podría incluso haber algún matrimonio, ¿por qué no? Aunque me daría grima tener que presenciar y encima oficiar la ceremonia... ¡Dios!

Pero aunque eso ocurriera, pronto volveremos a detenernos... Los años no contarán, la escuela siempre tendrá los mismos alumnos y no hará falta ni celebrar elecciones. Eso tiene su lado bueno... no aparecen arrugas. ¿Ves? No todo son desventajas.

Y yo me pregunto, ¿es este mi final feliz? ¿Esto es todo a lo que puedo aspirar? ¿Tan descomunal maldición para una vida así? De acuerdo, tú ya no puedes detenerme pero ¿qué más tengo? No he cumplido mi venganza, no controlo el destino de mis estúpidos siervos y desde luego no soy feliz ni como perdiz...

Es cierto.

No... este no es mi final de cuento. No soy feliz y lo que es peor, Storybrooke está volviendo a sonreír. Y a mí me da igual.

Es aún peor... este no es el desenlace por el que di mi vida, todo se desploma y ¿yo qué hago? Venir a llorarte a ti...

No, esto no es lo que yo diseñé. Leroy ha logrado conquistar a la monjita. Ahora ella se ha salido de la orden, ya no duerme en el convento y están viviendo su propio Sonrisas y Lágrimas en el barco mugroso del enano. Y a todos les parece bien. Incluso van a cenar en parejita con David y Mary Margareth.

Sólo tuve razón en una cosa, tú estás postrada en una cama y todos han seguido su vida. Pero me equivoqué, ninguno de ellos te ha olvidado y, aunque su existencia sigue detenida en el tiempo, sus vidas son cada día más completas, mejores, más cercanas a su final feliz.

Menos yo.

Yo estoy estancada, infeliz, atada a esta cama más que tú misma... viniendo cada noche para asegurarme de que no despiertas pero importándome cada vez menos si lo haces... Si abres los ojos, me agarras del cuello, me zarandeas, me amenazas por todas mis maldades y...

¡DING DONG..., DING DONG...!

¡Es la una y doce minutos, que alguien arregle ese maldito reloj! Joder, que susto...

Continuará...

Diálogos de la Manzana (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora