19 de julio

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DISCLAMER: Y para empezar la semana con fuerzaaaaa (o al menos que el lunes no sea tan lunes), llega una nueva ración!!
Aunque ahora mismo de buena mañana me siento un poco como Emma (comatosa, vamos...), estaré encantada de leer qué creéis que está pasando por la mente de Regina! 😏
Espero que os guste y que empecéis la semana con super buen pie!

Trato de ser una buena madre, la mejor de todas. De verdad que sí. Pero no me dejan. No me dejaste tú y ahora es tu madre la que toma el relevo y me lo impide. Henry está mejor lejos de ti. No es bueno para él seguir viendo a su madre biológica en coma y sin dar respuesta a sus intentos de hacerte abrir los ojos. Por eso desde que termino de trabajar hasta que le acuesto estoy pendiente de él, controlando a dónde va y con quién. Pero parece que no es suficiente.

¿Por qué nadie más entiende que lo hago por él?

Me desquicia que aún quiera verte, no soporto la idea de que te eche menos ni que necesite estar contigo mientras a mí me repudia. Pero sólo por eso. Es una cuestión que atañe a su bienestar, a su felicidad. Si sigue pensando que eres la salvadora, que despertarás, que salvarás a toda esta panda de desmemoriados, nunca seguirá adelante con su vida. Jamás avanzará. Seguirá siempre encerrado en este cuarto, sin entender que yo soy su familia y no tú, que apenas eras una recién llegada cuando te maldije.

Pero el fuerte de Mary Margareth nunca ha sido razonar. Le pueden las sensiblerías sin sentido y las causas perdidas. Maldita entrometida... En lugar de pensar en el bien de Henry, está aprovechando los momentos en que mi hijo está en el campamento de verano para permitirle escaparse al hospital. Y lo que es peor, para hacerlo está contando con la ayuda del cursi de David, porque ella no puede dejar solos al resto de niños.

Los dos están colaborando, sí, señorita Swan.

Por lo visto, David ahora está oficialmente divorciado. Lo sé porque sus papeles pasaron por mi oficina y, para más inri, Katherin tuvo la idea de venir a llorar a mi casa. Tras eso, la decente y virtuosa Mary Margareth dejó pasar un tiempo prudencial antes de aceptar las atenciones de David para que no volvieran a señalarla como a una puta. Y cuando digo un tiempo prudencial me refiero a cinco días.

Eso es lo que han tardado.

Pero lo más divertido es que creen que nadie lo sabe. Que nadie ha notado que ahora ella pide la comida a casa para dos, que él hace el doble de compra, o que ella ya no va a clase en coche sino andando, porque el piso de soltero de David está a dos manzanas de la escuela. Porque esa es otra... Mary Margareth parece abandonar poco a poco el que ha sido su hogar los últimos 29 años. Otra costumbre que está perdiendo. Como si ya no fuera su casa... o como si le trajera malos recuerdos. No deje que su ego se infle, pero apostaría a que es por usted.

Ese es el tipo de necedad que suelen hacer los sensibleros. Darle valor sentimental a una simple casa, a un objeto... estúpido y ridículo. Pero a David parece encantarle la idea. De hecho, no hay día que no la espere con un ramito de flores. A este paso, entre las que Mary te trae a ti casi cada día y las que recoge David para ella, doy por deforestado el bosque en tres meses.

A pesar de ello, el pueblo no se ha levantado en un linchamiento moral contra ellos. Esperé durante días a que, en cuanto fuera obvio el romance, comenzaran las agresiones verbales, pero no ocurrió. Quizás tenga que ver con que Katheryn, no entiendo bien por qué, haya decidido empezar a salir con el profesor de gimnasia de la escuela. Sí, él ex marido con la profesora de los pequeños y ella con el profesor musculado. Así todo queda en casa. Cualquier día de estos les da hasta por salir en parejas...

Dios. Sueno igual que una maruja de clase media, con el delantal, los rulos y que charla con su vecina... Pero nada más lejos de mi intención. Si sé todo esto es porque el pueblo es mío, igual que los que están en él. Y nada ocurre aquí sin que yo lo sepa y sin mi consentimiento. Y si el destino piensa, por un solo momento, que toleraré que estas relaciones sigan su curso es que alguien, ahí arriba, está muy equivocado. Mientras estén en mi ciudad, se acatan mis normas y, desde luego, no pienso consentir jamás algo así.

Pero por hoy es suficiente visita. Son las... ¡¿nueve y cuarto?! No, no puede ser. El reloj de la torre se ha parado. Otra vez. Porque, por si usted no lo sabe, su habitación tiene vistas a la plaza y la biblioteca. Sí, para la forastera, la mejor habitación. Lástima que no sepa apreciarlo. Mi teléfono sí da la hora correctamente... y no sé bien cómo es ya la una de la mañana.

Me parece que por hoy la sesión de vigilancia llega a su fin. Y mi veredicto vuelve a ser que estás en coma, profunda e irremediablemente en coma. Sigue así, sheriff.

Continuara...

Diálogos de la Manzana (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora