"MAS QUE AMIGOS" (Markitos Toys)

23💕

Desperté con dolor de cabeza y supe que el llorar cada noche no me traería algo bueno.
Mi mente divagó unos minutos y tome mi celular, conteste un mensaje de Ana y otro de Víctor de la noche siguiente.
Evite las demás redes sociales, seguía algunas cuentas de fans de los toys y no quería ver su cara ni por fotografías.

-¿Vas a desayunar?.- Se escuchó a mi hermano decir a través de la puerta.

-No.- Grite y se escucharon los paseos alejarse.

Se que estoy siendo un poco borde, pero mis ganas de socializar ahora mismo estaban en el suelo.
Espere un rato, mi hermano no solía estar mucho tiempo en la casa por lo que sabía que no tardaría en irse a alguna parte.
Marque algunos números para averiguar dónde estaba Javier, pero nadie supo darme respuesta.
Entre al grupo de las rutas y dude un poco en marcarle al amigo de Marco, ese que se hacía llamar el Jasper y que daba miedo.
Lo agende y procedí a llamarlo, no hubo respuesta, pero un mensaje apareció minutos después, con un "Hola, pequeña" un escalofrío recorrió mi cuerpo, le conté mi intención y por que quería saber dónde estaba Javier y cómo podía verlo, agradecí que no preguntara mas de lo que ya le había dicho y me dio la dirección y la hora de visita.

Me vestí y espere que mi hermano se despidiera, pedí un Uber para poder llegar.
Mire mi pantalla y el nombre de Eduardo se mostraba, rechacé tres veces más, no quería saber que más tenía que decirme, para mi todo se había dicho ayer, lo mejor era olvidarlo y seguir adelante, cerrar ciclos.

El Uber se estaciono frente a prison, tuve que pasar por revisión dos veces antes de poder entrar a la sala, di el nombre de Javier y espere en una mesa junto a las demás personas.

Vi como Javier salía esposado, mis nervios aumentaron y las ganas de llorar también, mis manos sudaban y sentía como mi corazón estaba casi saliendo de mi pecho.
El se sentó con la cabeza gacha, el silencio se hizo presente.

-¿Por que?.- Fue lo único que dije.

El alzó su vista  y me miró fijo, hizo una mueca pero no dijo nada.

-¿Por que?.- Replíque.

-Por que eras la única.- Dijo simple.- Nadie más caería eras presa fácil.

- ¿Como fue?.- Dije con un nudo en la garganta.- ¿Que pasó ese día? Yo no recuerdo nada ¡Me arruinaste la vida y no recuerdo nada!.- Mis lágrimas caían por mi mejilla, el me miro serio pero sin remordimiento.

-Siempre hacemos esto, con las de primer año, incluso las de prepa, nunca recuerdan nada.- Soltó una risa.- Es una apuesta ¿Que esperas? Todo fue planeado, la salida al cine, los trabajo, todo fue para poder acercarme.

-¿Por que yo? ¿Que te hice?.- Pregunté dolida.

- ¿Quieres saber cómo fue ?.- Dijo ignorando mi pregunta.- Fuimos a esa fiesta y te negaste a beber, aunque se te ofreció varias veces, incluso llegue a pensar que todo se iría a la mierda por que hay que aceptarlo, no eres chica fácil.- Su sonrisa me hacía arder de coraje.- Pero algo paso y tomaste, no fue mucho pero lo hiciste y solo bastaron diez minutos cuando ya estabas dormida.- Su mirada se desvío y me indico que el si recordaba todo, sentía ganas de vomitar.-  te llevamos al motel, te desnude y te hice mía, ¿Quien lo diría? virgen, tome algunas fotos par evidencia, ya sabes casi cincuenta mil pesos de premio .- Se encogió de hombros y yo no hacía mas que tratar de limpiar mis lágrimas, esto estaba siendo muy doloroso pero necesitaba saberlo.- Regresé cuando ya no estabas y tome las sábanas para llevarlas con los demás, gracias a ti tengo cuarenta y  ocho mil pesos en el banco.

No pude más y me puse de pie, busque la salida y cuando por fin estuve fuera solté el aire que tenía acumulado, camine y camine hasta que estuve un poco lejos y me derrumbé en una banca de un parque.
Me habían utilizado de una manera muy ruin, habían lucrado con mi cuerpo, me habían arruinado la vida, pero tenía que seguir con mi vida, por primera vez tenía que ser fuerte, aprender de mis errores.

Limpie mis lágrimas una vez más y tome aire, pedí un Uber nuevamente hacia mi casa, hice un plan de vida en mi mente, era hora de alejarme, no obligaría a mi hermano a seguirme, pero no podía estar aquí, tenía que cortar lazos con todas las personas que me hacían daño aunque fuera inconscientemente.

Busque a mi prima entre mis contactos y le pregunté si podría recibirme en unos días, marqué el número de mi papá, necesitaba más que nunca de su apoyo.

Todo estaba listo, en una semana mi cielo salía para Chicago.
Empezar de cero, alejarme y sanar era lo que necesitaba.