"Bueno, déjenme contarles una historia, de una chica y un chico, el se enamoró de su mejor amiga, cuando ella está cerca el no siente otra cosa mas que felicidad, pero ya ella había sido dañada, le rompieron el corazón y eso la hizo ciega, pero ella...
Me quite el vestido en cuanto sentí calor, me sentí incomoda pero me armé de valor y camine hacia el mar, pare en seco cuando sentí el agua tocaba mis pies.
Ana llegó atrás de mi y pidió que le sacara una foto, accedí y le tome varias, ella salía perfecta en todas.
-Te toca.- Dijo sonriente y negué.- No hagas eso, ese cuerpo lo tienes que lucir.
Rodee los ojos por su respuesta y supe que tenía que acceder o si no no me dejaría en paz, hubo muchas fotos, pero solo una me gustó.
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No estaba posando, había ola me había arrastrado y Ana se había burlado, esta foto me hizo amarme.
No era perfecta pero ante mis ojos me vi bonita, me vi como nunca me había visto y le agradecí a Ana mentalmente.
Regresamos con los muchachos y pasamos el día tranquilo.
No fue hasta que regresamos al hotel y nos reunimos en el cuarto de Marco cuando la voz de Marco habló, Itzel se había ido a bañar y el estaba planeando cómo sorprenderla.
-¿Le vas a pedir matrimonio?.- La voz de Enrique hizo que alzara la vista y pusiera atención en la platica.- ¿De verdad compa?.
-Si, estoy seguro.- Aseguró el estúpido de Eduardo.- Ya hable con su familia.
'Mi corazón nuevamente se paralizó, no podía hacer eso, entonces a esto se refería la prima de Itzel. Tenía que decírselo ahora y no después cuando ya todo fuera demasiado tarde.
Espere a que todos se fueran y le pedí que habláramos, entendía su gesto confundido pero accedió diciéndole a Itzel que me acompañaría a la tienda por unas cosas.
Caminamos hacia afuera del hotel y busque un lugar alejado, me senté en una banca que apuntaba directo al mar.
-¿De que quieres hablar?.-Pregunto.
-Yo tengo algo que mostrarte, yo... no se que decirte, estoy muy molesta.- Dije sería y con coraje. Saque mi teléfono a sabiendas que después me arrepentiría y abrí Instagram, busque el mensaje de Constanza y dudé un poco, al final me decidí y se lo di.
Observe su reacción al leer, me lo tendió de vuelta y se puso de pie.
-¿A donde vas?.- Dije con miedo.
- De vuelta al hotel.- Dijo empezando a caminar.
-¿Que harás?.- Dije siguiendo.
-Nada.- Dijo serio.
-¿De verdad?.- Alce la voz.- Ella te engaña ¿Y tú no harás nada?.- Dije frenando El Paso.
-¿A ti que más te da?.- Dijo molesto.- No haz dejado de verla mal desde que llegó, vi como ni siquiera la saludaste en la mañana.- Grito.
-¿Como querías que la viera?.- Dije alzando de igual manera la voz.
-Nunca la has aceptado Fernando es mi novia ¿Por que te molesta tanto?.- El estrés se estaba apoderando de él.
-Ella no me molesta.- Dije enojada.- Tú me molestas, eres tan estúpido, eres capaz de perdonarle una infidelidad, quisiera arrancarte la cabeza ahora mismo.- Dije muy muy muy molesta.
-Ella me ama.- Gritó.
-Eduardo ¿Ella te amaría si no fueras el famoso YouTuber con millones de subscriptores, cuenta en el banco y lujos caros?.- Dije queriendo hacer que entrara en razón.
- Ella me ama ahora ¿Quien me quería antes Fernanda? No tenía nada, no era nadie.- Dijo molesto y entonces explote.
-¡Yo si!.- Grite y entonces su semblante cambió.- Yo si te amaba desde antes, desde que no eras nada, desde que lavabas esos camiones para comprarte tu primer teléfono, desde que te caíste de esa bicicleta y yo te cure, desde ese entonces Yo te amo, y fue antes de todo, antes de todo tu dinero y de tus videos, pero tú nunca lo viste.- Sollocé.
-Fernanda...- Trató de hablar.
-No digas nada, solo, reacciona antes de que cometas una tontería, si ella te amara no se metería con otro hombre, el matrimonio es un paso muy importante, pero si es lo que decides, adelante, como tú a..a..amiga te voy a apoyar.- Dije corriendo hacia el hotel.
Se lo había dicho, le había confesado lo que por muchos años había callado, esto era un desastre, todo lo había arruinado, esto no estaba bien.
Agradecí que mi hermano no estuviera en el cuarto y me metí a la regadera, sentí como el agua caía en mi cuerpo y el llevar la ropa puesta no me era un problema. Llore por mucho tiempo más hasta que vi que mis dedos eran literalmente una pasa. Salí enredada en la bata y me tiré en la cama.
