24💕

2.7K 156 8
                                    

-Mi papá me hablo.- Pablo entro a mi cuarto echando humo literalmente.- ¡No te puedes ir Fernanda!

-Quiero irme.- Dije tranquila.- Quiero alejarme de todo.

-¿También de mi?.- Su semblante se volvió triste y me hizo sentir una pizca de culpabilidad.- Podemos irnos a otro lado, buscar otra casa si lo que quieres es alejarse de Marcos, pero no a otro país.

-¿Quien te dijo lo de Marcos?.- Pregunté sería.

-Lo supe siempre ¿Tu crees que no conozco?.- Dijo molesto.- ¡Le advertí a ese cabron! ¡le dije que no te hiciera daño.- Se levanto y le dio un golpe a la puerta di un brinco de la impresión y el se sentó en la cama.- No puedes irte Fernanda eres todo lo que tengo.- Su voz se quebró al decir lo ultimo y quise llorar una vez más.

A este paso estoy segura que me quedaré seca.

- ¿A que me quedo?.- Dije sincera.- No tengo ganas de nada.- Lo mire directa.- Tu.. tú sabes que Marco se va a casar y sería muy doloroso ver eso.- Me removí incomoda y El Paso su brazo alrededor de mi espalda.

-¿Es por eso?.- Pregunto y asentí.- Nos iremos entonces, pediré vacaciones y iremos a visitar a la familia de mi mamá.- Dijo decidido.- Regresaremos y entonces si quieres buscaremos otra casa y venderemos esta.

-¿Harías eso por mi?.-  Dije sentimental.

-Yo haría todo por ti, pensé que lo sabias.

-Lo se, solo quería confórmalo.- Solté una risa entre lágrimas ganándome un apretón más fuerte de su parte.

-Entonces compra otro boleto, le avisaré al Kevin para que me saque el permiso.- Salió del cuarto y entonces pude respirar.

Me tire en la cama de espalda, seque las lágrimas restantes e intente dejar de pensar, tome mi celular y compré un boleto más, en cinco días nos iríamos por dos meses o  incluso más tiempo si llego a convencer a mi hermano.

Aún no puedo olvidar todo aquello que fijo Javier, la forma de expresarse de alguien o de autofelicitarse  por arruinarle la vida a alguien solo me hacia saber que estaba demasiado enfermo.
Por fin había averiguado cómo había pasado todo, el me había drogado, me había violado y daba gracias que eso no había pasado a algo grave como alguna enfermedad y en dado caso un embarazo.
Ahora solo me quedaba seguir y sanar.
Extrañaba a Eduardo, estando el lejos siempre texteabamos, el acostumbraba a compartir la mayoría de las cosas conmigo, después de aquellas llamadas perdidas no he recibido nada, ni un solo mensaje me hace saber que me extraña, pero no voy a ser yo la que de su brazo a torcer.

-Oye, el padrino nos invitó a su cumpleaños hoy ¿Quieres ir?.- Pregunto mi hermano esperanzado y yo negué.- Está bien, le dire que tenemos cosas que hacer.

-Puedes ir tú, no tienes que quedarte.- Comenté.

-Si tú no vas entonces yo tampoco.- Puso fin y entonces me arrepentí, Marco no estaba, el viaje a Mazatlán era por una semana, así que no tenía nada que perder.

-Si vamos.- Le dije a Pablo y el asintió según el escondiendo la felicidad que declaraba su rostro.

Subí a cambiarme, puse unos pantalones negros Algo apretados, busque alguna blusa combinable y unos botines Gucci en color negro que Marco me había regalado en mi cumpleaños dieciocho, recordé con recelo.

Alise mi pelo, necesitaba un cambio, algo que me hiciera ver más mayor.

Me maquille natural y puse un poco de tinta roja sobre mis labios, me mire al espejo y suspiré, había una niña bonita reflejada en el, una niña que siempre sonreía, una niña que no se parece en nada a lo que es ahora, ¿Que había pasado? ¿Algún día volveré a encontrarme con migo misma?.
El daño se intensificó cuando mi vista recorrió la esquina de aquel espejo y divisó una fotografía instantánea de Marco y yo en Altata, todo se había acabado, al final lo que yo tanto tenía que pasara, paso.

-¿Estas lista?.- Me preguntó Pablo asomando su cabeza  por la puerta y interrumpiendo abruptamente mis pensamientos.

-Si.- Fije agarrando mi bolsa y echando cosas al azar, sin fijarme bien que era lo que llevaba.

Mi hermano encendió su coche y salimos hacia la dirección que el muchacho le había mandado.
El coche de Mayve estaba estacionado a un lado de la Jeep de Kevin.
Les salude a todos los presentes y conocidos y me senté en una esquina junto a Ana, la música ya estaba a tope y la mayoría se veían muy ambientados.

Mi hermano me dio un refresco y la platica de Ana y Mayve fue contagiosa, en segundos empezamos a chismear sobre las conocidas.
El ruido aceleró cuando más personas llegaron a la fiesta, no quise hacer mucho caso hasta que la casa es de Marco apareció en mi vista.
Me perdí.
Quise correr, pero mis piernas no reaccionaban, el no venía solo, su novia estaba con el.
Busque con la mirada a mi hermano pidiendo ayuda pero no lo veía por ningún lado.
Me paré de la silla ignorando los llamados de Ana y camine hacia la puerta o al menos esa era mi intención.
Choque con algo o más bien dicho alguien.

-Pequeña.- La voz rasposa de aquel hombre me hizo tener mucha desconfianza y dar pasos hacia atrás.- ¿A quien buscas con tanta prisa?.- Se acercó depositando un beso en mi mejilla, quise limpiarme con mi mano, quise quitar su brazo de mi espalda y correr, pero el miedo me tenía paralizada.

No tenía idea por que, pero esto no me gustaba.

-Yo...- Titubee.- A mi hermano.- Aclaré.

-Fue por más pisto.- contestó el.

-Que pedo compa, como andamos.- La voz de Marco sonó atrás de mi, el apareció instantes después a mi lado, quise voltear pero mi mirada solo se bajo viendo los bonitos y costosos botines.

-Aquí platicando con mi nueva amiga.- La voz del hombre me dio asco.

-¿Amiga?.- Pregunto Eduardo.

-¿Como les fue en Mazatlan?.- Pregunto Jasper.

-Bien, gracias.- La voz de Eduardo soñó dura.

Después de eso me perdí, me quede parada al lado de esos dos esperando que en algún momento mi hermano atravesara la puerta de entrada para pedirle que me llevara a casa.

-¿Si encontraste a tu amigo en la cárcel?.- alcancé a escuchar y voltee a ver al hombre desviando la mirada hacia Marco en varios instantes por primera vez.

-¿Amigo de la cárcel.?- Pregunto Marco y Jasper asintió

El me miro y supe que el sabía a que amigo de la cárcel se refería.
Su mirada enfureció y supe que tenía que huir antes de que prácticamente me obligara a explicar el por que.

Las cosas ya estaban echas.

"MAS QUE AMIGOS" (Markitos Toys) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora